Interesante noticia, pero me pregunto:
¿ Que van a "abolir" más adelante ?
¿ El "misionero" por ser un acto sexual de dominación?
¿ El "Dog style" porque pega fuerte a las mujeres ? ¿ Los golpecitos en los cachetes y palabras groseras porque denigra a la mujer aunque a muchas les encante?
¿ Van a exigir una decreto que prohiba enamorarse de una persona de tal u otra forma por ser demasiado subordinado?
Si ya resulta un absurdo el término "prohibir" a una forma de relación de pareja sin connotaciones negativas que voluntariamente y exclusivamente la determinan dos personas adultas , peor ha sido la idea preconcebida del binomio : Dominador-Dominada ,porque nótese bien en el género como si las mujeres no dominarán la mayoría de la relaciones.
Cuando salimos con amigos todos nos damos cuenta: muchos deben pedir permiso, marcar la tarjeta, deben pagar las cuentas, deben abrir la puerta del auto , etc. etc. y no es malo , entonces que tan cierto es que las mujeres no dominan en la relación, a lo menos preguntarse si esa "subordinación" es siempre femenina y no es algo subjetivo.
Claro puedes encontrar ejemplos de maltratos , abusos físicos, etc. hacia la mujer pero es indiscutible que esa relación dominador-dominada no existe, puede ser relativo y para todos los géneros, lo que demuestra lo tendencioso del discurso feminista y camionera de la directora Igualdad.
.Lo que preocupa es que en el afan igualitarista de estos grupos que caen en estas estupideces, busquen más que derechos sino privilegios en contra de la propia y genuina igualdad de sexos , no se dan cuenta, pero no restablecen igualdad alguna , al contrario la vulneran.
Peor aún, denigra a la mujer porque cree que no es capaz de demostrarse a sí misma , una especie de incapaz , en fin un ser de segunda categoría .
Y por último, los hombres y mujeres son diferentes. Existe algo llamado "complementariedad" cuyo único fundamento es "la diferencia" . Desconocen esas feministas rídiculas que el valor de la igualdad es un principio indeterminado de género en la sociedad , la reciprocidad peculiar y exclusiva entre una pareja no puede ni debe imponerse por "decreto", por "campaña" .
O sea, más allá de todo no solo resulta un absurdo sino que la " abolición" además resulta impracticable.
