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Ex Ministro de :monomeon: Lagos vive como ermitaño

EL_CACIQUE

Hij@'e Puta
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2011/05/28
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La historia del exministro de Lagos que se salió del sistema para ir a vivir al sur sin agua, luz, gas, AFP ni isapre
“No lo necesito, porque perdí el miedo a enfermarme, a perder el trabajo, a quedarme sin casa. Todos son fantasmas que sólo viven para enfermarnos”, cuenta Eduardo Dockendorff, quien en un cuestionamiento existencial en 2013 decidió irse a vivir a una cabaña en el Alto Biobío donde sólo tiene un piano y libros.
dockendorffA1.jpg


En el año 1943, el fallecido escritor argentino Ernesto Sabato, autor de las novelas -entrelazadas entres sí- “El túnel”, “Sobre héroes y tumbas” y “Abaddón el exterminador”, optó por dejar definitivamente su promisoria carrera como científico para entregarse de lleno a la literatura. Su decisión implicó partir, junto a su mujer y su primer hijo, a una casa en un lugar de la provincia de Córdoba, donde no tenía agua ni luz.

Hace dos años atrás, en un arranque existencial a la altura del que tuvo el autor del ensayo “La resistencia”, el ex ministro del gobierno de Ricardo Lagos, Eduardo Donckendorff, parado en la ventana de su departamento en Providencia se hizo, acaso, las mismas preguntas y decidió irse. Se llevó un piano y, al igual que Sabato más de medio siglo atrás se lanzó a la aventura de escribir.
Hoy vive sin agua, sin luz, sin gas, sin isapre ni AFP. Se define como “feliz”. Acá la historia contada en La Segunda.

“¿Cómo me encontraron? porque acá sólo me visitan los pájaros”, dice el extitular de la Segpres a los periodistas que llegan para retratar su historia.

De entrada, cuentan, les ofrece una cerveza helada, las que mantiene de esa manera gracias al agua que llega de una vertiente.

Dockendorff vive en una cabaña a 10 pasos del lago Ralco desde donde sólo se escuchan el ladrido de su pastor alemán llamado “Ronco” y las notas de su piano cuando interpreta a Brahms o Bach.

Vive sólo con su mascota, tiempo atrás se separó de su esposa en Santiago, y la casase aprecia cargada de libros de distintas temáticas como filosofía, historia y política.

Como no tiene luz, se alumbra con velas, por lo que -junto con una lámpara colgante- el lugar se encuentra atestado de candelabros.
Tampoco tiene agua potable. En el baño hay un pozo, y ocupa el agua que le hiela las cervezas, y que baja, fresca, desde la cordillera.

Tiene una cocina a leña, pero no la usa, pues cada dos semanas baja a Los Ángeles para abastecerse. Compra botellas de agua, lácteos y embutidos.

“Me da lata lavar, así que todos los días como un contundente desayuno con huevos o paltas y el resto del día como frutos secos”, cuenta.

La casa del ex secretario de Estado tampoco tiene señal de telefonía por lo que su desconexión es total.

“Siempre tuvo tendencia a la soledad, le gustaba leer y escuchar música”, recuerda el DC, Aldo Cornejo, a quien asesoró en Valparaíso.

El giro

Cuenta Dockendorff que la decisión de dar un giro a su vida llegó en el año 2013, mirando por la ventana del departamento ubicado en la calle Eliodoro Yáñez al que llegó después la separación de Isabel, la madre de sus cuatro hijos.

Dice que pensó en su jubilación, que se vio sentado en una plaza dando de comer a las palomas. La imagen no le gustó y fue cuando determinó que debía partir.

Arregló su salida de la Universidad de Chile, tomó su piano, sus libros y se fue rumbo a su casa en el Alto Bío-Bío.

En la partida, regaló cuanto pudo para desprenderse de cosas materiales que no tendrían espacio en su retiro al sur.
Con el finiquito, tras arreglar su salida de la Casa de Bello, pagó deudas y armó su viaje a su parcela en Ralco.

En esta nueva vida, el exministro no sólo no paga cuentas básicas, sino que tampoco tiene AFP ni isapre.

Sus amigos, confiesa, le insisten que no puede vivir sin cobertura de salud, que puede enfermar.

“Yo les digo que no lo necesito, porque perdí el miedo a enfermarme, a perder el trabajo, a quedarme sin casa. Todos son fantasmas que sólo viven para enfermarnos”, asegura.

Al ser consultado por el tiempo que piensa quedarse, responde con contundencia… “no lo sé, pero por ahora no tengo ganas de volver. Soy feliz acá”.

http://www.theclinic.cl/2015/12/18/el-exministro-de-lagos-que-vive-sin-luz-agua-isapre-ni-afp/

 
La historia del exministro de Lagos que se salió del sistema para ir a vivir al sur sin agua, luz, gas, AFP ni isapre
“No lo necesito, porque perdí el miedo a enfermarme, a perder el trabajo, a quedarme sin casa. Todos son fantasmas que sólo viven para enfermarnos”, cuenta Eduardo Dockendorff, quien en un cuestionamiento existencial en 2013 decidió irse a vivir a una cabaña en el Alto Biobío donde sólo tiene un piano y libros.
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En el año 1943, el fallecido escritor argentino Ernesto Sabato, autor de las novelas -entrelazadas entres sí- “El túnel”, “Sobre héroes y tumbas” y “Abaddón el exterminador”, optó por dejar definitivamente su promisoria carrera como científico para entregarse de lleno a la literatura. Su decisión implicó partir, junto a su mujer y su primer hijo, a una casa en un lugar de la provincia de Córdoba, donde no tenía agua ni luz.

Hace dos años atrás, en un arranque existencial a la altura del que tuvo el autor del ensayo “La resistencia”, el ex ministro del gobierno de Ricardo Lagos, Eduardo Donckendorff, parado en la ventana de su departamento en Providencia se hizo, acaso, las mismas preguntas y decidió irse. Se llevó un piano y, al igual que Sabato más de medio siglo atrás se lanzó a la aventura de escribir.
Hoy vive sin agua, sin luz, sin gas, sin isapre ni AFP. Se define como “feliz”. Acá la historia contada en La Segunda.

“¿Cómo me encontraron? porque acá sólo me visitan los pájaros”, dice el extitular de la Segpres a los periodistas que llegan para retratar su historia.

De entrada, cuentan, les ofrece una cerveza helada, las que mantiene de esa manera gracias al agua que llega de una vertiente.

Dockendorff vive en una cabaña a 10 pasos del lago Ralco desde donde sólo se escuchan el ladrido de su pastor alemán llamado “Ronco” y las notas de su piano cuando interpreta a Brahms o Bach.

Vive sólo con su mascota, tiempo atrás se separó de su esposa en Santiago, y la casase aprecia cargada de libros de distintas temáticas como filosofía, historia y política.

Como no tiene luz, se alumbra con velas, por lo que -junto con una lámpara colgante- el lugar se encuentra atestado de candelabros.
Tampoco tiene agua potable. En el baño hay un pozo, y ocupa el agua que le hiela las cervezas, y que baja, fresca, desde la cordillera.

Tiene una cocina a leña, pero no la usa, pues cada dos semanas baja a Los Ángeles para abastecerse. Compra botellas de agua, lácteos y embutidos.

“Me da lata lavar, así que todos los días como un contundente desayuno con huevos o paltas y el resto del día como frutos secos”, cuenta.

La casa del ex secretario de Estado tampoco tiene señal de telefonía por lo que su desconexión es total.

“Siempre tuvo tendencia a la soledad, le gustaba leer y escuchar música”, recuerda el DC, Aldo Cornejo, a quien asesoró en Valparaíso.

El giro

Cuenta Dockendorff que la decisión de dar un giro a su vida llegó en el año 2013, mirando por la ventana del departamento ubicado en la calle Eliodoro Yáñez al que llegó después la separación de Isabel, la madre de sus cuatro hijos.

Dice que pensó en su jubilación, que se vio sentado en una plaza dando de comer a las palomas. La imagen no le gustó y fue cuando determinó que debía partir.

Arregló su salida de la Universidad de Chile, tomó su piano, sus libros y se fue rumbo a su casa en el Alto Bío-Bío.

En la partida, regaló cuanto pudo para desprenderse de cosas materiales que no tendrían espacio en su retiro al sur.
Con el finiquito, tras arreglar su salida de la Casa de Bello, pagó deudas y armó su viaje a su parcela en Ralco.

En esta nueva vida, el exministro no sólo no paga cuentas básicas, sino que tampoco tiene AFP ni isapre.

Sus amigos, confiesa, le insisten que no puede vivir sin cobertura de salud, que puede enfermar.

“Yo les digo que no lo necesito, porque perdí el miedo a enfermarme, a perder el trabajo, a quedarme sin casa. Todos son fantasmas que sólo viven para enfermarnos”, asegura.

Al ser consultado por el tiempo que piensa quedarse, responde con contundencia… “no lo sé, pero por ahora no tengo ganas de volver. Soy feliz acá”.

http://www.theclinic.cl/2015/12/18/el-exministro-de-lagos-que-vive-sin-luz-agua-isapre-ni-afp/
no paga contribuciones :orejon: de donde saca la plata :orejon: por que bienes nacionales no se lo caga :orejon: si la tiene facil :orejon:
 
Me dio un poco de envidia sana. Pero pienso que si yo hiciera lo mismo me muero al segundo día :lol2: hasta el piano se llevó, se necesita solidez para eso
 
El weon obviamente tiene plata que le permite vivir sin trabajar. Tener que vivir de la tierra es posible pero requiere de un esfuerzo supremo.
 
va a sonar a resentimiento pero es la pura verdad para hacer eso HAY QUE SER RICO.

una vez una profesora en la U nos contó la historia de un amigo de ella que con su familia se habían ido a vivir "fuera del sistema" y que llevaban 2 o 3 años viviendo así y nunca habían necesitado de nada del "exterior". Para acortar, el weon había gastado algo así como 4 millones de dólares para crear sus "paraíso libre de neoliberalismo" y para eso había necesitado del ahorro de algunos años de trabajo como gerente en una empresa grande, mas parte del dinero de su herencia. Mas encima la weona lo pintaba como un heroe y como un ejemplo a seguir y que era facil hacerlo.

En realidad cualquiera puede irse a vivir asi la vida, pero en realidad necesitas preparar ese mundo y no es barato, además, sumen que esos weones tienen donde caerse muerto, si se aburre, denlo por seguro que tienen los medios para empezar otra nueva vida.
 
El weon obviamente tiene plata que le permite vivir sin trabajar. Tener que vivir de la tierra es posible pero requiere de un esfuerzo supremo.

no se por que pero algo me dice que quieren hacer una ONG ambientalista o jugar al negocio verde igual que estos tipos y expandirse(sus terrenos) desde sus ahi no se si se entiende :zippyte:(con ropa del estado regalando terrenos o cosas como esta serán beneficiado con programa de regulación de propiedad)


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Me dio un poco de envidia sana. Pero pienso que si yo hiciera lo mismo me muero al segundo día :lol2: hasta el piano se llevó, se necesita solidez para eso
se necesita plata para eso.
los weones comprandole la parada hippy... "se llevo el PIANO" sshhhhaaaaaaaaa

en todo caso no es necesario tanto weveo, desde la casita donde uno vive por mas "penca" que sea uno puede crear su propio universo todos tenemos la capacidad de interpretar el mundo, es genial cuando a veces no recuerdo ni que dia es, es simplemente un dia.
desde ahi parte todo y darse cuenta ademas que nada es perfecto y si nos comprometemos a dejar lo mundano tambien sacrificamos por ejemplo atencion y tecnologia medica, "volver a lo basico" requiere ese nivel de compromiso, no hay de otra si no es simplemente hacerlo a medias que tambien puede ser una opcion.
 
Todos estos weones (sfeir por ejemplo) se llenan los bolsillos y después se van a vivir lejos de todo, quizás tratan de ocultar algo o quizás quieren hacer un cambio en su vida... quien sabe.
 
No había un compadre acá medio ajeno al mundo? Que onda vivía en su camioneta y le daba jugo a las minas? :lol2: Como era el nick de ese loco?
 
ojala no se convierta en MODA
no queremos delicuentes nortinos en el sur
 
En 10 años o menos voy a hacer lo mismo pero honradamente, comiendo mejor y sin piano.
 
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