Ayer también tuve la desgracia de ir al otrora glorioso centro de la ciudad de Concepción, purísima urbe de mis amores.
Como dijeron más arriba, el paseo peatonal estaba atestado, con ambulantes desatados y con carabineros o mirando para el lado o simplemente ausentes. La distancia en las filas al aire libre era un chiste.
Lo positivo fue, uno, no ver tanto oscuro vendiendo cualquier hueá transable ( de hecho, no vi ninguno, aunque solo me desplace en barros y freire); dos, al menos para el ingreso a las tiendas, te tomaban la temperatura (aunque a veces ni miraban el termómetro -quizá la máquina les da una alerta sonora en caso de detectar fiebre, no sé-); tres, te echaban alcohol gel (o algo parecido, uno pone la mano no más); cuatro, dentro de las tiendas se sentía bastabte espacio, aunque eso es muy subjetivo.
En cuanto al uso de las mascarillas, casi todo el mundo llevaba una. Respecto de cómo la usaban, pues yo vi poco wn que las llevase mal o que les tapara una parte de la cara solamente, pero eso no dice nada, sobre todo porque se está vendiendo y comprando mucha mascarilla china, sin uso médico, sin certificaciones, que ni idea si protegan o no. Lo mismo pasa con las k95 que están vendiendo de forma masiva y que como mucho tienen un "k95" estampado a presión en la tela
sin ninguna certificación o alusión a normas ISO.
En todo caso, según la seremi, el 70% de los contagios son domicilairios y por reuniones familiares. Si es efectivamente así (cosa que no sabemos a menos que autoridad lo demuestre), ese 30% restante no parece una tan mala cifra para las medidas que se están tomando.
Si se fijan en un artículo de una U de Austria (ayer lo leí en el Clarín argentino), la distancia social es la medida más efectiva, estando la cuarentena por allá por el séptimo lugar, creo.