La firma de una escritura pública o un documento privado, protocolizado ante notario, serán los requisitos que se exigirán a las personas que no desean entregar sus órganos, para que queden inscritos en el Registro de No Donantes, cumpliendo así con la nueva ley que comienza a regir hoy.
Inicialmente, se había acordado que fuese una declaración simple -a un precio de $ 500- el documento a aplicar para este trámite, tanto para quienes formalizan su intención de no donar, como para aquellos que, por error, han quedado inscritos en el registro, que desde 2010 a la fecha contabiliza un total de 3,8 millones de personas que no desean entregar sus órganos para trasplantes.
Ayer, sin embargo, a solicitud del Ministerio de Salud, la Corte Suprema dictó nuevas instrucciones a los notarios sobre los trámites que serán requeridos. Con esto, la inscripción en el registro de no donantes costará entre $ 5.900 -en el caso de documento privado notariado - a $ 8.400, si se trata de una escritura pública.
“Los documentos tendrán un número y se incorporan al registro de escritura pública que deben guardar los notarios. Esto queda archivado y, además, la Corte Suprema estableció un plazo de 48 horas para que las notarías informen al Registro Civil de cada caso”, explicó Armando Arancibia, presidente de la Asociación de Notarios, Conservadores y Archiveros Judiciales de Chile.
La ley, que rige desde hoy, suprime la consulta que se hacía en el Registro Civil al momento de renovar la cédula, pues queda estipulado que todos los chilenos mayores de 18 años se consideran donantes de órganos, a menos que se manifieste lo contrario ante notario.
El cambio a la ley se aplicó luego que una evaluación de la norma concluyera que se ha facilitado que las personas se inscriban como no donantes, pues la consulta se realiza mientras se hacen trámites, en un contexto muy ajeno a la naturaleza de la decisión.
mi presidente 
