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Bolsa'e caca
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como chucha no pueden querer un poquito..un poquito este país.
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El tratado de 1904 está firmado, no hay temas pendientes.Corte Internacional de Justicia de La Haya se declara competente despues de que Chile dijo que no habia temas pendientes con Bolivia, discurso chileno hasta la fecha " No hay temas pendientes con Bolviia"
Defensa chilena basa su argumento en el tratado de 1904 y todos sus analístas consideran que fue la peor estrategia que pudo haber elegído. Chilenos a la fecha "El tratado de 1904 esta firmado, no hay temas pendientes"El tratado de 1904 está firmado, no hay temas pendientes.
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como chucha no pueden querer un poquito..un poquito este país.
Defensa chilena basa su argumento en el tratado de 1904 y todos sus analístas consideran que fue la peor estrategia que pudo haber elegído. Chilenos a la fecha "El tratado de 1904 esta firmado, no hay temas pendientes"
Miren como nos llevamos:
Hoy se cerró la audiencia sobre el fondo del caso Bolivia versus Chile ante la Corte Internacional de Justicia. Chile presentó respuesta a los argumentos que presentó Bolivia por última vez el lunes, enfocando la atención en que la obligación perpetua de negociar un acceso soberano al mar no existe como tal; y si se hubiese creado, no habría sido a perpetuidad, y se habría cumplido en las instancias en que ambos países negociaron hasta alcanzar legítimamente un punto muerto (en ocasiones clave, por abandono de la misma Bolivia, al punto de romper relaciones diplomáticas).
Habiendo llegado a esta etapa ¿Hay razones para estar contentos, chilenos o bolivianos?
Bolivia ciertamente no las tiene. Un procedimiento ante la Corte Internacional de Justicia es una instancia judicial. Los Estados llegan a ella cuando los medios diplomáticos no están disponibles, y deben hacerlo dentro de los límites que representa su jurisdicción temporal. Esto último es un factor importante. La Corte, creada en 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, no existe para reabrir el pasado remoto. No existe para juzgar la historia previa de la humanidad, por cierto abundante en injusticias, en distintos momentos, para todos los pueblos.
Donde la Corte ha establecido que tiene jurisdicción, el derecho da a los jueces herramientas interpretativas para aplicar reglas y principios que son válidos para toda la comunidad internacional, y también para discernir la voluntad de las partes.
Bolivia logró pasar en 2015 la primera barrera jurisdiccional, sobre la base plausible de la posible existencia de una "obligación de negociar": es decir, una obligación de conducta que debía demostrar en etapa del fondo. No obstante, la Corte dijo entonces, en su fallo sobre jurisdicción, que si tal obligación llegaba a ser demostrada como cierta, no se pronunciaría sobre el resultado de tal negociación, es decir, sobre el acceso soberano al mar. Sin embargo Bolivia, en esta etapa, ha revelado sin tapujos que lo que busca no es una conducta sino un resultado: la reparación de una pérdida ocurrida el siglo XIX, cuando el derecho internacional era otro. No estaba prohibido el uso de la fuerza (eso ocurrió solo en 1945) y la conquista era válida, para todos los países del mundo, como medio de obtención de territorio.
Las hipótesis post fallo, empero, no son auspiciosas para Bolivia, ni aún en el mejor escenario. Es poco probable que el tribunal determine que una obligación de negociar cesión territorial existe a perpetuidad. Obligarse para siempre a ceder territorio es algo excepcionalísimo que requeriría evidencia documental con lenguaje ad-hoc. Si tal obligación existe, probablemente no se creó a perpetuidad. Y en tal caso, es muy probable que la propia conducta de ambas partes demuestre que se negoció cada vez de buena fe, extinguiéndose la obligación de hacerlo, si aquella existía. El equipo jurídico de Bolivia conoce estos escenarios, y por eso el lunes pasado incorporó a su réplica la noción de "obligaciones morales" de Chile (admitiendo que tal vez no hay obligaciones jurídicas cuya violación pueda reclamarse).
Si por el contrario, la Corte entendiera que la obligación de negociar existe y ha sido vulnerada, podría como máximo decir a las partes que continúen negociando, sin pronunciarse sobre cuál podría ser el resultado de esas negociaciones. Como eso las deja básicamente en el mismo punto que estaban antes de que existiera este proceso judicial, un fallo así difícilmente sería útil. Considerando la preponderancia que la decisión tendrá para toda la comunidad internacional en cuanto a trazar una línea entre diplomacia y derecho, la decisión será analizada durante la deliberación en todas sus consecuencias, particularmente el grado de libertad para conversar sin que eso signifique estar obligado a hacerlo por siempre, y los efectos de sentarse repetidamente a una mesa y no haber alcanzado acuerdos. Algo que los todos los países hacen rutinariamente.
Siendo estos los escenarios ¿Tiene entonces Chile razones para estar contento?
Después de doce años de retórica particularmente agresiva por parte de Evo Morales, Chile está cansado. Es posible que al final de este viaje, la voluntad que existía en parte de la población de apoyar un corredor para Bolivia se esfume en su mayor parte.
Asimismo, Chile y la comunidad internacional toda pueden observar que al pueblo boliviano sus dirigentes le han dicho repetidamente que la Corte fallará a su favor, que están más cerca del mar. Al pueblo boliviano, entonces, se le ha mentido: se le ha dicho que la Corte cumplirá su sueño, en contra de lo que ella misma dijo al fijar su jurisdicción.
Es evidente que al no recibir el mar que espera (incluso en el mejor escenario), la frustración del pueblo boliviano aumentará al sentirse engañado, no por Chile ni por la Corte, sino por sus dirigentes que le han prometido un imposible. Esta frustración impactará la relación vecinal en los años que vienen, y por cierto el segundo litigio que existe entre Chile y Bolivia, por el Silala, que aún está en etapa inicial (nos quedan por tanto unos cuatro o cinco años más de enfrentarnos ante esta misma Corte).
Cualquier tribunal (nacional o internacional) puede hacer muy poco ante traumas humanos profundos. Los jueces son juristas. No son psicólogos. No son mediadores. No son orientadores. No pueden viajar en el tiempo y sanar antiguos dolores. Se encargan de lo concreto, de los mínimos que una sociedad le pide a sus miembros para poder convivir. A veces su intervención puede mejorar marginalmente la relación de partes en conflicto; pero si las grietas son profundas, muy probablemente la judicialización empeorará las cosas, sobre todo cuando la realidad choca brutalmente con las expectativas.
Dos vecinos, que lo son para siempre, frustrados mutuamente, in crescendo. Con Corte o sin ella, no puede divisarse en el horizonte ningún mejoramiento de la relación bilateral.
Creo que eso se llama fracaso.
cuando dan el veredicto??
¿Me están webeando que el gobierno de Evo inventó la existencia de una batalla en la guerra del Pacífico de la cual no existe ningún registro histórico? La cagó la weá bananera
¿Me están webeando que el gobierno de Evo inventó la existencia de una batalla en la guerra del Pacífico de la cual no existe ningún registro histórico? La cagó la weá bananera