PANCHO2404
Hincha Huevas
- Registrado
- 2005/06/21
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weno, en mis tardes de ocio escribo, aki hay una cosa... se lo he mostrado a algunas personas y les ha gustao... opinen
Ornitología Monocromática
No sé que me impulsa a escribir esto ahora. No tengo un motivo bien definido sin embargo estoy en una interesante (al menos para mi…) etapa de introspección mediante la que me suelo analizar desde variados (ninguno de ellos más importante que el otro) puntos de vista.
Por otro lado hace ya bastante que no escribo nada por iniciativa propia, debo aclarar que no por eso siento la necesidad de hacerlo ahora. Ahora bien la pregunta lógica que surge es; ¿Por qué carajo estoy escribiendo? La razón es tanto y más extraña que mi redundante introducción, aun viniendo de mí. Terminé la prueba que me mantuvo en estado catatónico por una semana (la que me tomo la libertad de maldecir ahora) y quede meditabundo frente a su insignificancia en aquel momento frente a lo determinante que podría llegar a ser a futuro, como una simple bola de nieve que al ser dejada caer desata una avalancha. Entre pensamientos recurrí a un instinto de supervivencia estudiantil básico. Perdí mi vista en la ventana. Lo curioso es que de un momento a otro la supervivencia pudo más que la razón y fui cautivado por aquel marco. En simples cuentas quedé pegado. Ahí arriba, entre las ramas de un árbol que se mecía en un ritmo hipnótico, había un pájaro negro. Dentro de la poca cordura que conservaba en aquel determinante estado donde la supervivencia prevalecía sobre mi razón me dije, “No voy a caer en la estupidez de ponerme a reflexionar en base a un simple, común, banal e insignificante pájaro…” La fuerza del “¿por que?” pudo más. Me dije, “Entre tanto pájaro café ¿Qué hace ese pájaro negro?” En mi afán por corroborar mi tesis “Soy especial” me sentí identificado con aquel pajarito. De un momento a otro me vi rodeado de pájaros cafés, haciendo su vida de pájaros cafés, siguiendo fielmente el patrón del pájaro café. Pájaros cafés que al momento de ser concienzudamente analizados resultan ser grises… pájaros apagados en un constante vuelo rítmico-mecánico, sin rumbo real, guiados por el instinto de manada, una vida insustancial y carente de sentido, una vida que se inicia al caer de un árbol para aprender a volar, caer al fin, cual manzana enfrentando su fatal destino, todo para emigrar en busca de gusanos mas jugosos y huir de las propias carencias buscando el complemento en otro en lugar de ser un poco menos egoísta y no interrumpir su rítmico-mecánico vuelo de pájaro café-grisáceo-apagado y hallar la respuesta en uno mismo.
Ahora bien, el pájaro negro es… bueno… negro… y por lo tanto aún más imperceptible que el pájaro gris. Dentro de mi reflexión sobre el pigmento de las aves caí en cuenta de algo bastante obvio y por obvio mentalmente bloqueado. Como pájaro negro (ante tal contexto) yo no formaba parte de esa bandada, por deducción caía en la categoría de pájaro huérfano. Mi teoría sufrió un sustancial desarrollo, con lo que mi auto impuesto título evolucionó a pájaro abandonado por papá pájaro y resguardado (hago hincapié en RE-sguardado) por mamá pájara. Un pájaro al que se le atrofiaron las alas tras un periodo de lactancia muy prolongado. Un pájaro que al caer del nido… por un demonio. Batí mis alas, mis amplias y cafés alas y una gruesa capa de lodo negro se desprendió de ellas. Un pájaro que al caer del nido con sus alas atrofiadas no pudo volar y al llegar al suelo se cubrió de lodo. Un pájaro que vivió toda una vida sumido en la idea de una inexistente distinción. Quizás así debía ser. La tierra cayo y las alas se hicieron mas ligeras. Me alzo al vuelo tras la bandada, tan rítmico-mecánico como los demás, tan café, tan gris, tan apagado, tan típico…
weno... eso seria, espero les guste,
saludos
bye
Ornitología Monocromática
No sé que me impulsa a escribir esto ahora. No tengo un motivo bien definido sin embargo estoy en una interesante (al menos para mi…) etapa de introspección mediante la que me suelo analizar desde variados (ninguno de ellos más importante que el otro) puntos de vista.
Por otro lado hace ya bastante que no escribo nada por iniciativa propia, debo aclarar que no por eso siento la necesidad de hacerlo ahora. Ahora bien la pregunta lógica que surge es; ¿Por qué carajo estoy escribiendo? La razón es tanto y más extraña que mi redundante introducción, aun viniendo de mí. Terminé la prueba que me mantuvo en estado catatónico por una semana (la que me tomo la libertad de maldecir ahora) y quede meditabundo frente a su insignificancia en aquel momento frente a lo determinante que podría llegar a ser a futuro, como una simple bola de nieve que al ser dejada caer desata una avalancha. Entre pensamientos recurrí a un instinto de supervivencia estudiantil básico. Perdí mi vista en la ventana. Lo curioso es que de un momento a otro la supervivencia pudo más que la razón y fui cautivado por aquel marco. En simples cuentas quedé pegado. Ahí arriba, entre las ramas de un árbol que se mecía en un ritmo hipnótico, había un pájaro negro. Dentro de la poca cordura que conservaba en aquel determinante estado donde la supervivencia prevalecía sobre mi razón me dije, “No voy a caer en la estupidez de ponerme a reflexionar en base a un simple, común, banal e insignificante pájaro…” La fuerza del “¿por que?” pudo más. Me dije, “Entre tanto pájaro café ¿Qué hace ese pájaro negro?” En mi afán por corroborar mi tesis “Soy especial” me sentí identificado con aquel pajarito. De un momento a otro me vi rodeado de pájaros cafés, haciendo su vida de pájaros cafés, siguiendo fielmente el patrón del pájaro café. Pájaros cafés que al momento de ser concienzudamente analizados resultan ser grises… pájaros apagados en un constante vuelo rítmico-mecánico, sin rumbo real, guiados por el instinto de manada, una vida insustancial y carente de sentido, una vida que se inicia al caer de un árbol para aprender a volar, caer al fin, cual manzana enfrentando su fatal destino, todo para emigrar en busca de gusanos mas jugosos y huir de las propias carencias buscando el complemento en otro en lugar de ser un poco menos egoísta y no interrumpir su rítmico-mecánico vuelo de pájaro café-grisáceo-apagado y hallar la respuesta en uno mismo.
Ahora bien, el pájaro negro es… bueno… negro… y por lo tanto aún más imperceptible que el pájaro gris. Dentro de mi reflexión sobre el pigmento de las aves caí en cuenta de algo bastante obvio y por obvio mentalmente bloqueado. Como pájaro negro (ante tal contexto) yo no formaba parte de esa bandada, por deducción caía en la categoría de pájaro huérfano. Mi teoría sufrió un sustancial desarrollo, con lo que mi auto impuesto título evolucionó a pájaro abandonado por papá pájaro y resguardado (hago hincapié en RE-sguardado) por mamá pájara. Un pájaro al que se le atrofiaron las alas tras un periodo de lactancia muy prolongado. Un pájaro que al caer del nido… por un demonio. Batí mis alas, mis amplias y cafés alas y una gruesa capa de lodo negro se desprendió de ellas. Un pájaro que al caer del nido con sus alas atrofiadas no pudo volar y al llegar al suelo se cubrió de lodo. Un pájaro que vivió toda una vida sumido en la idea de una inexistente distinción. Quizás así debía ser. La tierra cayo y las alas se hicieron mas ligeras. Me alzo al vuelo tras la bandada, tan rítmico-mecánico como los demás, tan café, tan gris, tan apagado, tan típico…
weno... eso seria, espero les guste,
saludos
bye