Mi teoría es que la mayoría de los metaleros (me incluyo) hemos tenido una suerte de represión familiar,ya sea por que te quieren vestir como la mamá quería, que el peinadito este o aquello, que es mejor ser ordenado,etc., todo eso fue marcando al niño que queriendo romper con esa diatriba espantosa y sometedora quiso variar su estatus y se ligó al METAL, un sonido ultrapoderoso que te hacía sentir superior,más poderoso también, marcando una diferencia con el resto de tus compañeros. El metalero quiere diferenciarse del resto, la música agresiva me hacía sentir protegido,pero sin duda psicológicamente hablando muestra a un ser marcado y segregado, con falencias en su seguridad emocional y afectiva. Piénsenlo bien y mírense por dentro, así me defino yo de hecho, el metal me identificó cuando chico,siendo un cabro medio tímido y ñoño. Claro que ahora estoy más maduro y se exactamente lo que quiero,tengo mi personalidad ya desarrollada y afectivamente logré mi equilibrio,pero porque logré captar mis deficiencias también ( seamos más autocríticos y menos autoreferentes). Así, no me extraña que muchos seres de mayor nivel intelectual gusten del metal,puede que tengan falencias emocionales y sociales, ligadas tal vez al exceso de tiempo en los libros y poca sociabilidad. ¿Toy pegando en los cachos? Espero que les sirva mi reflexión,aunque me fui en volada.Saludos y stay heavy.