Antes del partido del viernes por la noche, antes de conducir a los Bulls a su primera victoria sobre Los Angeles Lakers en cuatro años, antes de impulsar a hombres adultos a bailar en sus asientos como excitados adolescentes, antes de cautivar al público nacional con 29 y 9, Derrick Rose les dijo a los periodistas con cara seria que no es una estrella.
"¿Lo hizo?", preguntó Joakim Noah. "Cuando está en la cancha, ¿realmente crees que él piensa eso?"
No, claro que no.
"Exactamente", dijo Noah. "Puede que les diga eso a ustedes, pero cuando está driblando el balón hacia adelante, él sabe lo que está haciendo".
Claro que sabe lo que está haciendo. Lo que hizo el viernes por la noche fue anotar 29 puntos, acertar tres triples en cinco intentos, repartir nueve asistencias y, por fuerza de voluntad, conducir a los Bulls a su victoria más impresionante de esta joven temporada, una victoria por 88-84 sobre los Lakers en un partido realmente entretenido.
"Su presencia es una locura en este momento", dijo Noah. Eso es bueno. Es algo bueno. Lo necesitamos".
Ésta no fue simplemente una victoria de principios de diciembre. Los Bulls no vencían a Los Angeles desde el 19 de diciembre del 2006, y, viniendo de decepcionantes derrotas ante Orlando y Boston la semana pasada, el equipo necesitaba dejar en claro que realmente era un contendiente.
¿Los jugadores sienten lo mismo acerca de esta sola victoria?
"Por supuesto", dijo Rose. "Cuando vences a los campeones, no hay nada que puedas decir al respecto. Ganamos este partido de manera justa".
"Se siente muy bien porque nunca antes había vencido a los Lakers", dijo Noah. "Si dices que simplemente es un juego más en el calendario, es una mentira. Eso es lo que dicen los entrenadores. Como jugadores, eso no es verdad".
En el omnipresente comercial de Rose en Chicago, les dice a los fans que sólo quiere 'wee-un'", alargando la última palabra en el dialecto de Chicago.
He visto ese comercial cerca de 3,000 veces, y todavía no me cansa.
El deseo puro de Rose, aunque suene como un cliché, lo separa de los pretendientes y de los jugadores de segundo nivel. Y es por eso que es una estrella, dijo Noah, sin importar lo que diga el joven base armador.
"Derrick es alguien que quiere ser grande", dijo Noah. "Nunca había estado con alguien que sea tan duro consigo mismo. Realmente quiere ser el mejor jugador que puede ser. Es especial porque, ya sabes, tiene un montón de habilidades, pero su mentalidad es lo que lo hace tan único. Nunca he visto a alguien con la capacidad de ser tan humilde afuera de la cancha, pero en la cancha, su presencia es increíble".
Cuando escuchas dos veces la palabra "presencia" de Noah, sabes que fue un buen juego.
"Lo que está haciendo en este momento es increíble", agregó Noah.
En un partido que definió el arco ascendente de su joven carrera, la jugada más memorable de Rose llegó con 5 minutos y 31 segundos por jugar, cuando los Bulls estaban 74-67 arriba.
Fue un homenaje accidental al fantasma que lo perseguirá hasta el final de su carrera.
El movimiento se produjo en una jugada de recibir-y-disparar tras un tiempo muerto con 3 segundos en el reloj de posesión. Rose atrapó un pase y se inclinó hacia atrás, fuera de equilibrio, hacia el banco de los Lakers. Descorchó su cuerpo y clavó un tiro en salto de 21 pies.
Luego, con un gesto que no lo caracteriza, se encogió de hombros, levantó las palmas y sonrió, como diciendo, "Yo tampoco sé cómo hice eso".
¿Te recuerda a alguien especial?
Bueno, algunos teoristas de conspiración de los medios dicen que sólo le estaba haciendo un gesto al árbitro, pero eso no es muy divertido. Y Rose dijo que les estaba dando amor a los fans.
"Sólo la gente", dijo. "Me encanta cuando la gente está metida. Se lo merecen. Este equipo le está devolviendo la emoción a la ciudad, junto con otros deportes, y le estamos dando a la gente algo para presumir".
Ah, y Rose clavó otro tiro sobre el reloj, un tiro en salto desvanecido de 15 pies, con 25.2 segundos por delante para mantener una frágil ventaja en 85-80. Anotó nueve puntos en el último cuarto.
"No pretendo meter a [mi agente] B.J. [Armstrong], pero él dice que ahí es cuando se supone que los buenos jugadores se hacen cargo del partido", dijo Rose. "Eso es todo lo que estaba tratando de hacer. Y los tiros, gracias a Dios, entraron".
Se podía sentir el eco de la primera victoria de los Bulls sobre los Lakers en cuatro años por toda la NBA.
Los Bulls al principio estaban abajo, pero una seguidilla de 19-3 para cerrar la primera mitad sacudió al público y despertó a un conjunto sonámbulo. Después de eso, a excepción de algunos estallidos de los Lakers aquí y allá, Chicago jugó a su máximo potencial, limitando a Los Angeles a su puntaje más bajo de la temporada. Kobe Bryant necesitó 23 tiros para marcar 23 puntos. En algún lugar, el Nº 23 está sonriendo.
Aunque los Bulls fueron asesinados en la pintura, adonde fueron superados 52-30, tuvieron una ventaja de 19-8 en contraataques y acertaron ocho de 17 intentos de triple.
Los fans estaban de ánimo para algo así, sobre todo después de las derrotas de la semana pasada ante Orlando y Boston, y los cánticos de "Beat L.A." y "Kobe sucks" se mezclaban con vítores de "MVP" para Rose.
Rose dijo que los cantos de MVP se sintieron bien, pero no va a dejar que se le suban a la cabeza.
"No soy una estrella", dijo Rose antes del partido. "Sólo estoy jugando en la NBA, tratando de hacer cualquier cosa para que mi equipo gane, pasar el balón, hacer lo que sea. Pero puedes ver la diferencia entre una estrella y una superestrella, sobre todo en esta liga adonde las superestrellas como Kobe y otros jugadores -- sólo hay unos pocos -- pueden tomar las riendas de un partido y hacerlo de manera consistente".
Más temprano en el día, leí algunas críticas leves de Rose en TrueHoop, sobre todo que va al aro con demasiada elegancia, por lo que no crea contacto ni saca suficientes faltas.
Dudo que Rose lea TrueHoop o FreeDarko, pero está de acuerdo con estas críticas.
Como dijo Noah, siempre es duro con sí mismo.
"Sí, estoy aprendiendo eso ahora", dijo. "Durante toda mi vida en el parque intenté no cometer faltas, porque no hay faltas en el parque. Así que intentas clavar la bandeja o pasar a través de alguien. Durante toda mi vida he estado evitando las faltas.
"Algunas de las cosas que me ves haciendo aquí, las he estado haciendo toda mi vida, así que es difícil cambiar pero me estoy acostumbrando. Espero que durante el transcurso del año pueda ir llegando más a la línea".
Claro que la mayoría de los jugadores crecen jugando sin faltas en parques y gimnasios, pero se entiende su punto.
Rose no se esforzó demasiado por crear contacto el viernes por la noche. Se abría paso a través del tráfico, separó a los defensores e intentó solamente cuatro tiros libres, apenas por debajo de su promedio.
Olvídate de los puntos negativos por ahora; Rose dio lo mejor el viernes por la noche simplemente siendo él mismo.
fuente: espn