Lee bien lo que expuse. En el pasaje de Mateo dice claramente que el pecado imperdonable es la Blasfemia contra el Espíritu Santo, o sea, ser malvado puro. Y el ser malvado es aquél que tiene el corazón duro, o sea, obra mal y no siente culpa. El arrepentimiento te alivia la carga a la hora de responder por tus pecados, pero no te exime de responderlos. La diferencia entre el que se arrepiente y el que no, es que el arrepentido tendrá una penitencia menor que el no arrepentido, pero a la hora de enmendar los reparos, todos van al cielo. Nadie se queda fuera. Dios por amor hace justicia para corregir al que obró mal, no para castigarlo de manera tortuosa. Además - y no seamos hipócritas - casi nadie se arrepiente de los pecados cometidos en vida. ¿Eso significa que la mayoría no van a ser salvados?. Todos estamos salvados. Por el sólo hecho de tener conciencia y sentir culpa YA no estamos cometiendo el pecado imperdonable.
Por último, me sorprende la poca empatía de la gente con los suicidas, pero más aún de aquellos que se consideran creyentes. Ya bastante sufrimiento ha tenido un suicida para que además se le enjuicie diciéndole que se va a ir al infierno. Hasta niños han cometido suicidio. Más prudencia a la hora de referirse a estos temas.