jsf_pp
Bestia
- Registrado
- 2005/01/11
- Mensajes
- 2.607
Hay gente de mierda en este planeta y el par de gil culiaos que se me sentaron en la 110. Llegaron curados pero, hey, ¿Quién soy yo para andar juzgando si mi pega es vender copete?
Abrieron nuestro hermoso diálogo con un solemne: “Wena culiao, ¿Qué weá de cervezah venden en esta weá?” Con la paciencia infinita adquirida al haber estudiado y ejercido pedagogía, brevemente, casi le escupo: “No somos amigos, ¿Cierto? Tratémonos bien. Empecemos de nuevo, ¿Qué weá quieren?” Ocultando la vena, escuché el popular: “Dos Heineken socito”
Se las dejé en la mesa. Abiertas. Se tomaron 2 sorbos, fui a la barra a buscar unos mojitos mandarina jengibre para la pareja de hipsters de al lado y este par de bellezas humanas decide salir corriendo chela-en-mano. $5.600 que yo no iba a pagar ni cagando. He trabajado en decenas de bares, restaurantes, pubs, discos y el perro muerto siempre lo ha pagado el garzón. NO HAGAN ESA WEA. O háganlo, pero corran mejor que este par de pajeros.
Llegué, dos cuadras después, con un cacho en lo hocico pa dejar las weas claras. Aweonao1 cayó en la frontera que divide la vereda de la calle Maturana esquina Catedral quebrando el envase que contenía aún unos 800cc de néctar de cebada y lúpulo. Me dolió más a mi, créanme. Aweonao2 me lanzó un pollo y me envené. No sé como mierda le conecté una patá en la güata que en dos años haciendo taekwondo me salió nunca y ¡Paf! Nació chocapic.
Le patié la botella, el brazo, el hombro y, finalmente, un par de veces la piña. Aweonao2 me dejó la zapatilla llena de sangre pero no me dí cuenta hasta llegar a la casa, horas más tarde. Me agaché, le saque la billetera y les dije mientras cobraba mis 6 lucas: “Son muy pajeros pa querer tomar grats. Son $5.600, el vuelto es propina supongo”.
Me fui caminando de vuelta al bar y me sentí mal por la cerveza derramada, los envases, pero todos tenemos días malos, aunque, generalmente es cuando se te sientan aweonaos en la terraza.
Me gusta escribir y lo que toblerone menciona aquí fue publicado acá, claro que eso ya es otra historia.
Supongo que es una wea que tenemos con Primo; no cachamos si es ofensa o halago. Es un adjetivo bien loco, creo. Eso, o el miedo de convertirse en uno.
Abrieron nuestro hermoso diálogo con un solemne: “Wena culiao, ¿Qué weá de cervezah venden en esta weá?” Con la paciencia infinita adquirida al haber estudiado y ejercido pedagogía, brevemente, casi le escupo: “No somos amigos, ¿Cierto? Tratémonos bien. Empecemos de nuevo, ¿Qué weá quieren?” Ocultando la vena, escuché el popular: “Dos Heineken socito”
Se las dejé en la mesa. Abiertas. Se tomaron 2 sorbos, fui a la barra a buscar unos mojitos mandarina jengibre para la pareja de hipsters de al lado y este par de bellezas humanas decide salir corriendo chela-en-mano. $5.600 que yo no iba a pagar ni cagando. He trabajado en decenas de bares, restaurantes, pubs, discos y el perro muerto siempre lo ha pagado el garzón. NO HAGAN ESA WEA. O háganlo, pero corran mejor que este par de pajeros.
Llegué, dos cuadras después, con un cacho en lo hocico pa dejar las weas claras. Aweonao1 cayó en la frontera que divide la vereda de la calle Maturana esquina Catedral quebrando el envase que contenía aún unos 800cc de néctar de cebada y lúpulo. Me dolió más a mi, créanme. Aweonao2 me lanzó un pollo y me envené. No sé como mierda le conecté una patá en la güata que en dos años haciendo taekwondo me salió nunca y ¡Paf! Nació chocapic.
Le patié la botella, el brazo, el hombro y, finalmente, un par de veces la piña. Aweonao2 me dejó la zapatilla llena de sangre pero no me dí cuenta hasta llegar a la casa, horas más tarde. Me agaché, le saque la billetera y les dije mientras cobraba mis 6 lucas: “Son muy pajeros pa querer tomar grats. Son $5.600, el vuelto es propina supongo”.
Me fui caminando de vuelta al bar y me sentí mal por la cerveza derramada, los envases, pero todos tenemos días malos, aunque, generalmente es cuando se te sientan aweonaos en la terraza.
Me gusta escribir y lo que toblerone menciona aquí fue publicado acá, claro que eso ya es otra historia.
Supongo que es una wea que tenemos con Primo; no cachamos si es ofensa o halago. Es un adjetivo bien loco, creo. Eso, o el miedo de convertirse en uno.
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