No tengo nada contra los weones que viajan harto. De hecho, a mí me gusta harto arrancarme de vez en cuando.
PERO, no puedo entender a los weones que con tal de cumplir sus objetivos de viaje sacrifican su calidad de vida y la de su familia. Conozco parejas que, teniendo hijos chicos, prefieren sacarse la chucha trabajando y dejando a los hijos enclaustrados en los jardines y colegios de 8 a 8, pasando todo su miserable año preocupados de weas del día a día sin flexibilizar económicamente en busca de mejores opciones para su calidad de vida solo con el fin de irse a Brasil a fin de año por un par de semanas, alumbrarse con un par de fotos y volver a su pobre y triste realidad.
Esos weones me emputecen, más que nada porque siento que sus decisiones de mierda terminarán afectando a sus hijos, a los que con suerte se dignan a inflar durante los fines de semana o los hacen aparecer en un par de fotos de sus breves vacaciones
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