y sacrificar niños, no se olviden
Cultura
“Painecur”: La historia del niño mapuche sacrificado para detener el terremoto de Valdivia de 1960
Por: Meritxell Freixas @MeritxellFr / Publicado: 19.01.2018
puerto saavedra, 1960 / Vecinos de Puerto Saavedra observando el maremoto desde el cerro tras el sismo de 1960/ exploraquinta.ucv.cl
"La familia teatro" lleva a las tablas el debate sobre la mirada que la sociedad chilena ha construido del pueblo mapuche a través de la figura de la machi Juana Namuncura.
Eran las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960 cuando la tierra valdiviana empezó a moverse intensamente, provocando un megaterremoto de 9,5 grados en la escala Richter. El sismo más grande de la historia de la humanidad removía durante 10 minutos eternos más de 1.300 kilómetros de costa, entre Talca y Chiloé. Luego llegó el maremoto, que a 150 km/hora arrasó con todo lo que encontró a su paso. Kai Kai, la serpiente de agua, se manifestaba de forma inesperada. Las sacudidas no paraban, una réplica tras otra. Parecía el apocalipsis, el fin del mundo.
En Collileufú, en la costa de Puerto Saavedra, a pocos kilómetros de Temuco y en pleno corazón de La Araucanía, hombres y mujeres escapaban de las aguas. Exasperados, subieron al cerro Mesa para invocar a dioses, celebrar rituales y rogar a Treng Treng, la serpiente de tierra benefactora. Había que evitar el peor de los finales.
Entre la muchedumbre concentrada, estaba la machi Juana Namuncura, quien –tras la revelación de un sueño- anunció que para restablecer el equilibrio de la Tierra había que sacrificar a un niño de seis años que no contara con el cuidado de sus padres. Así se determinó el destino de José Painecur, un muchacho criado por su abuelo porque su madre trabajaba de nana en la capital y de su padre, poco o nada se sabía.