Puta,
tratando de ir al fondo, más allá de los mandriles que tratan de destruir todo y los pacos estresados, creo humildamente que existen dos dimensiones relevantes de esta weá:
1.-
El diagnóstico, que creo que, en general, es compartido, aunque sin demasiada reflexión sobre sus causas:
- Sueldos bajos
- Abusos no sancionados
- Colusión del poder económico con el poder político y corrupción
- Despilfarro de recursos públicos
- Malas pensiones
- Salud costosa
- En general, costo elevado de la vida.
2.-
Las soluciones propuestas: Aquí pierdo toda esperanza porque en mi unineuronal parecer, los que han expresado su opinión con más fuerza son TOTALMENTE INCAPACES de transar, pero no por intolerantes, sino porque no entienden el lenguaje del "adversario". Son demasiadas pero las voy a resumir (tan resumidas que van a quedar caricaturizadas):
a) Tenemos a los radicales de izquierda que irresponsablemente e irracionalmente quieren arreglar problemas estructurales en un par de días, con medidas demagogas y que está comprobado que no funcionan (nueva constitución
, más impuestos, empresas estatales, sistema de reparto en pensiones), o sea, volver a los años 70. LO PEOR: Promueven un CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO (atribuyéndole todos los males) cuando el modelo económico, con todas las imperfecciones que hay en su implementación, ha sido lo que nos ha sacado de la pobreza y nos tiene con un nivel de vida que nuestros abuelos ni soñaron. Toda la poesía relacionada con "lo colectivo" tal vez funcione o pueda funcionar en Alemania o en países con un ingreso percápita desmedido, no en un país que desde su fundación ha tenido una tradición liberal copiada (flaitemente o no) de EEUU y Revolución Francesa. Voy a dejar de perder tiempo con esto, porque respecto de estos wnes lo que se esconde detrás de "lo colectivo" es difuminar la libertad y derechos individuales para pasarles por encima en nombre de lo social, lo cual es de una perversión abominable.
b) Están también los que son un poco más moderados en su postura de izquierda (principalmente socialistas y ppd) que si bien, quieren nueva constitución con el fetichismo que les produce asegurar derechos sociales y estado empresario, saben que no se concibe un mundo sin mercado y reconocen que el modelo económico ha sido el que tiene a Chile como N° 1 en la región. El problema de estos wnes es que se confunden con los primeros ya que, aparte de las alianzas políticas, se agrupan para tirarle mierda al Gobierno como si fuera el culpable.
c) Están los puramente populistas-emocionales, que proponen medidas parecidas a las de arriba, pero sin ese cargo ideológico refundacional-colectivista (en general, populistas de derecha como Ossandón), que promueven más asistencialismo pero sin mucho fundamento.
d) Tenemos a los liberales que TÍMIDAMENTE y casi pidiendo disculpas de antemano, sostienen que las medidas que hay que tomar deben ir en dirección de perfeccionar el modelo económico, ya que, los problemas diagnosticados son consecuencia de su mala implementación en el tiempo, siendo el mayor culpable el Estado al no asegurar mercados competitivos (ej. no castigar debidamente las colusiones), al hacer crecer al aparato estatal con servicios y departamentos artificiales (operadores políticos), al generar incentivos para que las empresas "compren" políticos (si el político no tiene nada que "vender", no tendrían por qué ser "comprados"), al despilfarrar los recursos públicos y hacer redistribuciones ineficientes (véase gratuidad universitaria), al tener altos impuestos y desincentivar la inversión, etc etc. El problema es que no hay alma detrás de un discurso con tanto gráfico y números, por lo que la ciudadanía, que con cuea entiende lo que lee, no los va a apoyar y van a pasar desapercibidos en el debate (ojalá me equivoque).
e) Están también a los políticos de derecha más conservadora (incluso algunos demócratas cristianos), que se niegan ante toda la posibilidad de cambio, diciendo poco menos que cualquier medida más o menos agresiva nos hará buscar comida en camiones de basura como en Venezuela. Creo que tienen demasiado inculcado el pánico que la inestabilidad provocaba en Jaime Guzmán.
En mi opinión, el problema principal radica en que existe demasiado dogmatismo, como si se tratara de religiones: las letras a), b) y c), viven desconectados de la realidad y proponen medidas irresponsables y oportunistas, ya que "si no es ahora, no es nunca"; pero además, los de las letras d) y e) son incapaces de imaginar el mismo modelo económico pero más atenuado, o sea, yo no digo que tengan que ser partidarios de "derechos sociales" ni nada de esas cosas que se les ocurren a intelectuales millonarios socialistas, pero sí al menos podrían estar abiertos a aspirar, al menos como ideal, a que en áreas como educación, seguridad social y salud haya un trato "como ciudadanos" y no como usuarios con derecho a un mínimo.
Es un diálogo de sordos y espero que el Presidente deje de cagonear y por una puta vez LIDERE, porque la última vez que un presidente cagoneó tanto (el que se suicidó en la Moneda) terminamos matándonos entre nosotros.