te cuento que, cuando nacio mi hija (unica hasta el momento), tuve la sensacion de que ya mi mision en esta vida habia terminado (a los 30 años), pues a mi señora siempre le dije "con una casa y un hijo, ahora que te pude dar las dos cosas, ya me puedo morir tranquilo", obviamente se enojaba mas que la xuxa, pero esa disposicion ya llevaba dentro de mi, en una muestra de egoismo puro, pero la llevaba: una noche, cuando mi hija estaba enfermita, lloraba desconsoladamente, la tome en mis brazos, se calmo y me abrazo, y ahi me di cuenta lo que puedo significar para otras personas, que no las puedo defraudar, y que son mi motivo para seguir en este mundo luchando por aquellos que me aman, y que las cosas no son realmente como uno se obsesiona en querer verlas.
con todo esto, te quiero decir NO HAGAS WEVADAS!!!