Esa hueá de que los médicos dejan de hacer esfuerzos para tener órganos disponibles es el terrible mito, partiendo porque el proceso es un cacho, y la gran mayoría de pacientes que son donantes y se hacen efectivos es por accidentes de hueones que prácticamente están muertos o en coma muy profundo, sin posibilidad de mejora en el corto plazo. (De todas formas, si el paciente está en coma profundo, y el hueón no se muere en el corto plazo, no hay forma de desconectarlo).
Aún en el caso de pacientes que están hospitalizados y se pueden morir, la "corruptibilidad" del médico (de existir) depende de que el donante sea compatible, y eso ya es una hueá compleja. Por lo demás, el proceso puede ser investigado, y no depende solo de un médico, depende de un equipo completo que está al tanto de la situación.
Y tienen que considerar que la hueá no sale barato, el trasplante hepático por ejemplo no baja de los 30 palos, sin contar los costos de hospitalización, y monitorización que se le hacen, y que la hueá se opera en clínicas en su gran mayoría.
Les compro que la gente que tiene plata y poder, entre ellos los políticos, hagan arreglines para modificar la lista de espera y los requisitos, pero de ahí a dejar de hacer esfuerzos por salvar un paciente esa hueá no pasa.