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Roger Waters - The Wall - 2 Y 3 De Marzo 2012 Confirmado

CSM!!! ESTO NO SE PUEDE PERDER..AUNQUE SI ES PARA 40MIL WNS COMO MUCHO ME IMAGINO QUE LAS ENTRADAS NO BAJARAN DE 35 LUCAS.
 
habrá q ir, esto es casi obligación!!!
creo q este sería un show q vale la pena pagar más de 30k
 
csm esta wea es imperdible, esperando los precios :cafe3:


viendo videos del show me tinca que estara carossi :ohno:
 
Los que hayan tenido la oportunidad de ver imágenes o videos de esta nueva representación de The Wall, por favor utilicen spoilers si van a hacer comentarios al respecto. Hay gente como yo que, desde que se inició la gira, no ha querido ver una sola imagen, audio o video y todavía cree en la sorpresa.

Tampoco me gusta Pink floyd XD
En que consiste el espectaculo visual que entrega ?? ( aparte de tocar,claro)

The Wall es una opera rock, de manera que la puesta en escena es casi una obra teatral, con diferentes vestuarios, muñecos inflables, pirotecnia y proyección de imágenes sobre el muro. Y detrás de todo eso hay un concepto o trama que hila toda la parafernalia audiovisual, claramente.
 
de momento no ha habido más información

estaremos atento :cafe3:
 
pulentoooooo...en la pagina oficial aun no confirman, pero el rumor puede ser ciero...ahi estaremos de ser asi
 
entrevista hecha por el mercurio salida este domingo
"BERLIN.- Son las 20:18 horas del jueves 16 y esta ciudad -que hace 50 años eran dos- se estremece unida al son de "Outside the wall". Ése es el puntapié inicial de "The wall", el disco de Pink Floyd en que el vocalista y bajista Roger Waters, hoy solista, plasmó el miedo y la incapacidad que sentía para comunicarse con los demás, un problema que se exacerbaba al tocar en vivo, por lo cual anhelaba aislarse y crear una muralla imaginaria entre él y la audiencia.

"The wall" es el mismo disco que Waters luego grabó en un histórico concierto -transmitido a más de 50 países-, del 21 de julio de 1990 en Berlín, tras la caída de su propio muro junto a invitados como Scorpions, Joni Mitchell, Van Morrison, Cyndi Lauper, Bryan Adams y Sinead O'Connor, y que ahora presenta por segunda noche consecutiva frente a 11 mil espectadores en un Arena O2 World que tiene al frente de su entrada la East Side Gallery, una porción del muro de Berlín que fue convertida en una obra de arte en la que participaron más de 100 artistas internacionales.

Horas tras el segundo show, Waters recibe a "El Mercurio" en el Velvet Room del hotel The Rome para confirmar su tercera visita a nuestro país. De su anterior paso por Chile, en 2007, con su gira "Dark side of the moon", comenta: "Recuerdo Santiago con mucho cariño, la audiencia es extraordinaria. Cuando llegué había cientos de personas esperando con carteles, sólo en Sudamérica pasan cosas así".

-¿Siente algo especial por el público chileno? Mandó un correo tras el terremoto...

"Bueno, fue un gran desastre. No recuerdo lo que escribí, pero sí que mandé una tonelada... Bueno, un poco de dinero a una organización que se llama algo así como 'Techos...' (dice en referencia a Un Techo para Chile). Pregunté a quién debía mandar dinero y me dieron este dato... Lo que pasa es que cuando hay terremotos y tsunamis eso es noticia como por diez minutos y después el resto del mundo se olvida de eso y pasan al siguiente acontecimiento, especialmente si hay una sabrosa guerra ocurriendo. Lo que nos preocupa ahora es si tenemos o no a Jaddafi... Es deprimente, a decir la verdad".

Si bien hoy Waters se ve un poco más canoso que en su último paso por Chile, su energía sobre el escenario sigue siendo tremenda, a pesar de ya tener 67 años. En persona se le ve amable y calmado, pero algo distante. Tal vez cansado tras estos maratónicos shows que comenzaron en 2010. Cuando se muestra realmente apasionado es cuando logra -mediante la música- instalar los temas que más le interesan, como sucede a partir de una canción que agregó al setlist de "The wall" y que se basa en el brasileño asesinado por la policía en el metro en Londres, en 2005.

-Esa nueva canción sobre Jean Charles de Menezes ¿estará en un próximo disco?

"Vamos a grabar los shows en Atenas para hacer un DVD del concierto y estará ahí. Me mandaron su historia a través de un sitio en el que pedí que me mandaran fotos y datos de seres queridos fallecidos por guerras. Todos ellos aparecen durante el receso del concierto. Pero también se mandaron historias de gente desconocida y no lo que yo llamo victi-estrellas, quienes son venerados, como el chico muerto en la plaza de Tiananmen, y canalizan el horror de estas muertes sin sentido".

-Para esta gira de "The wall" pareciera que el mensaje es que se puede vivir sin el miedo que causan estas muertes.

"Mi punto es que estamos permitiendo que nos persuadan de vivir con miedo a 'los malvados', cuando realmente deberíamos temerles a quienes nos dicen que debemos tener miedo y controlan nuestras vidas con eso y dicen '¡Vamos, entréguennos sus impuestos y nosotros mataremos a los malvados!'. Pueden decir que los motivos son nacionalistas y de protección, pero es puro Orwell. Vivimos en el mundo que Orwell describió y eso es lo terrorífico. También es el mundo de Huxley".

Y es esta desconfianza a los gobiernos y a los grupos de poder lo que se mantiene durante un show que incluye pirotecnia y el aprovechamiento máximo del sonido cuadrofónico implementado para, por ejemplo, simular el sonido de aviones sobrevolando el lugar. Gracias a todos estos elementos, los fanáticos en Berlín de a poco fueron dejando el extremo respeto por el músico al aplaudir ordenadamente al final de cada canción para caer rendidos a sus pies en medio de una ovación absoluta al terminar el concierto.

-Este año se cumplen 50 años desde la creación del Muro de Berlín. ¿Tiene algún significado especial para usted hacer este concierto en esta ciudad?

"No tanto. Honestamente, creo que la historia de 'The wall' es universal. El hecho de que tengan esta muralla simbólica es interesante, pero obviamente no es lo más importante. Más importante es que la reunificación de Alemania resultó y la gente parece estar satisfecha con el desarrollo social y económico. Me alegro por ellos. Si algo así pudiera pasar en Palestina e Israel también estaría muy feliz, por la gran resistencia que hay hacia ello y lo complejo del conflicto".
Más que un concierto, una declaración de principios

De otro modo no podía ser: el show de Waters es de una majestuosidad tal, que asombra no sólo por la calidad musical del concierto que en poco más de tres horas (con un intermedio de 20 minutos) recorre "The wall", sino que también maravilla por su espectacularidad visual.

Porque si en la gira de 1980 y 1981 para mostrar este disco junto a Pink Floyd efectivamente se iba montando una muralla entre la banda y el público mientras avanzaban las canciones, hoy se agrega la proyección sobre el muro de una mezcla de elementos de la cinta "The wall", de Alan Parker, imágenes que recuerdan la propaganda nazi y a víctimas de violencia innecesaria alrededor del mundo, además de una serie de críticas sociales contra gobiernos totalitarios, la religión y las grandes corporaciones. Porque esto no es sólo un concierto, sino que una crítica declaración de principios.

La misma que podrá verse en el único show confirmado en Santiago para el 2 de marzo (la venta de entradas se anunciará pronto, según afirman en DG Medios) en el Estadio Nacional, y que acá emocionó a fanáticos alemanes y de otras nacionalidades de todas las edades.

Muchos de ellos usaban poleras de The Wall, Pink Floyd y Waters, y siguieron de manera atenta las imágenes perfectamente coordinadas sobre la muralla en construcción mientras la banda liderada por el ex Pink Floyd formada por otros 11 músicos -entre ellos, Harry, el hijo de Waters, en el órgano Hammond- tocan clásicos como "In the flesh", "Mother" y "Comfortably numb".

El show muestra imágenes e historias de víctimas que van desde el padre de Waters en la Segunda Guerra Mundial hasta niños muertos en Irak.

Pero quizás uno de los minutos más emotivos es cuando en "Another brick in the wall part 2" aparecen 16 niños locales para enrostrarle el "Hey, teacher, leave the kids alone" del coro a una marioneta de unos 13 metros de altura que representa al profesor que atormentaba a sus alumnos en la cinta de Alan Parker con guión de Waters.

A lo largo del show pasan aún más marionetas sobre el escenario y Waters usa la tecnología a su favor para efectos dramáticos. Por ejemplo, canta "Mother" con una grabación que hizo del show en 1980 en Earls Court en Inglaterra y para "The show must go on" las imágenes sobre el muro que evocan a la estética y estilo de vida nazi dan la impresión de 3D. Pero a pesar de la sobrecarga de estímulos visuales y auditivos, Waters no pierde protagonismo ni tampoco lo hace el mensaje que busca, finalmente, derribar esa muralla de todos los miedos.

Un muro de 150 metros en Chile

Los conciertos de "The wall" por el hemisferio sur, en el primer trimestre de 2012, serán los primeros al aire libre. Habrá que construir una muralla de 150 metros de largo, ya que los shows serán en estadios."
 
entrevista hecha por el mercurio salida este domingo
"BERLIN.- Son las 20:18 horas del jueves 16 y esta ciudad -que hace 50 años eran dos- se estremece unida al son de "Outside the wall". Ése es el puntapié inicial de "The wall", el disco de Pink Floyd en que el vocalista y bajista Roger Waters, hoy solista, plasmó el miedo y la incapacidad que sentía para comunicarse con los demás, un problema que se exacerbaba al tocar en vivo, por lo cual anhelaba aislarse y crear una muralla imaginaria entre él y la audiencia.

"The wall" es el mismo disco que Waters luego grabó en un histórico concierto -transmitido a más de 50 países-, del 21 de julio de 1990 en Berlín, tras la caída de su propio muro junto a invitados como Scorpions, Joni Mitchell, Van Morrison, Cyndi Lauper, Bryan Adams y Sinead O'Connor, y que ahora presenta por segunda noche consecutiva frente a 11 mil espectadores en un Arena O2 World que tiene al frente de su entrada la East Side Gallery, una porción del muro de Berlín que fue convertida en una obra de arte en la que participaron más de 100 artistas internacionales.

Horas tras el segundo show, Waters recibe a "El Mercurio" en el Velvet Room del hotel The Rome para confirmar su tercera visita a nuestro país. De su anterior paso por Chile, en 2007, con su gira "Dark side of the moon", comenta: "Recuerdo Santiago con mucho cariño, la audiencia es extraordinaria. Cuando llegué había cientos de personas esperando con carteles, sólo en Sudamérica pasan cosas así".

-¿Siente algo especial por el público chileno? Mandó un correo tras el terremoto...

"Bueno, fue un gran desastre. No recuerdo lo que escribí, pero sí que mandé una tonelada... Bueno, un poco de dinero a una organización que se llama algo así como 'Techos...' (dice en referencia a Un Techo para Chile). Pregunté a quién debía mandar dinero y me dieron este dato... Lo que pasa es que cuando hay terremotos y tsunamis eso es noticia como por diez minutos y después el resto del mundo se olvida de eso y pasan al siguiente acontecimiento, especialmente si hay una sabrosa guerra ocurriendo. Lo que nos preocupa ahora es si tenemos o no a Jaddafi... Es deprimente, a decir la verdad".

Si bien hoy Waters se ve un poco más canoso que en su último paso por Chile, su energía sobre el escenario sigue siendo tremenda, a pesar de ya tener 67 años. En persona se le ve amable y calmado, pero algo distante. Tal vez cansado tras estos maratónicos shows que comenzaron en 2010. Cuando se muestra realmente apasionado es cuando logra -mediante la música- instalar los temas que más le interesan, como sucede a partir de una canción que agregó al setlist de "The wall" y que se basa en el brasileño asesinado por la policía en el metro en Londres, en 2005.

-Esa nueva canción sobre Jean Charles de Menezes ¿estará en un próximo disco?

"Vamos a grabar los shows en Atenas para hacer un DVD del concierto y estará ahí. Me mandaron su historia a través de un sitio en el que pedí que me mandaran fotos y datos de seres queridos fallecidos por guerras. Todos ellos aparecen durante el receso del concierto. Pero también se mandaron historias de gente desconocida y no lo que yo llamo victi-estrellas, quienes son venerados, como el chico muerto en la plaza de Tiananmen, y canalizan el horror de estas muertes sin sentido".

-Para esta gira de "The wall" pareciera que el mensaje es que se puede vivir sin el miedo que causan estas muertes.

"Mi punto es que estamos permitiendo que nos persuadan de vivir con miedo a 'los malvados', cuando realmente deberíamos temerles a quienes nos dicen que debemos tener miedo y controlan nuestras vidas con eso y dicen '¡Vamos, entréguennos sus impuestos y nosotros mataremos a los malvados!'. Pueden decir que los motivos son nacionalistas y de protección, pero es puro Orwell. Vivimos en el mundo que Orwell describió y eso es lo terrorífico. También es el mundo de Huxley".

Y es esta desconfianza a los gobiernos y a los grupos de poder lo que se mantiene durante un show que incluye pirotecnia y el aprovechamiento máximo del sonido cuadrofónico implementado para, por ejemplo, simular el sonido de aviones sobrevolando el lugar. Gracias a todos estos elementos, los fanáticos en Berlín de a poco fueron dejando el extremo respeto por el músico al aplaudir ordenadamente al final de cada canción para caer rendidos a sus pies en medio de una ovación absoluta al terminar el concierto.

-Este año se cumplen 50 años desde la creación del Muro de Berlín. ¿Tiene algún significado especial para usted hacer este concierto en esta ciudad?

"No tanto. Honestamente, creo que la historia de 'The wall' es universal. El hecho de que tengan esta muralla simbólica es interesante, pero obviamente no es lo más importante. Más importante es que la reunificación de Alemania resultó y la gente parece estar satisfecha con el desarrollo social y económico. Me alegro por ellos. Si algo así pudiera pasar en Palestina e Israel también estaría muy feliz, por la gran resistencia que hay hacia ello y lo complejo del conflicto".
Más que un concierto, una declaración de principios

De otro modo no podía ser: el show de Waters es de una majestuosidad tal, que asombra no sólo por la calidad musical del concierto que en poco más de tres horas (con un intermedio de 20 minutos) recorre "The wall", sino que también maravilla por su espectacularidad visual.

Porque si en la gira de 1980 y 1981 para mostrar este disco junto a Pink Floyd efectivamente se iba montando una muralla entre la banda y el público mientras avanzaban las canciones, hoy se agrega la proyección sobre el muro de una mezcla de elementos de la cinta "The wall", de Alan Parker, imágenes que recuerdan la propaganda nazi y a víctimas de violencia innecesaria alrededor del mundo, además de una serie de críticas sociales contra gobiernos totalitarios, la religión y las grandes corporaciones. Porque esto no es sólo un concierto, sino que una crítica declaración de principios.

La misma que podrá verse en el único show confirmado en Santiago para el 2 de marzo (la venta de entradas se anunciará pronto, según afirman en DG Medios) en el Estadio Nacional, y que acá emocionó a fanáticos alemanes y de otras nacionalidades de todas las edades.

Muchos de ellos usaban poleras de The Wall, Pink Floyd y Waters, y siguieron de manera atenta las imágenes perfectamente coordinadas sobre la muralla en construcción mientras la banda liderada por el ex Pink Floyd formada por otros 11 músicos -entre ellos, Harry, el hijo de Waters, en el órgano Hammond- tocan clásicos como "In the flesh", "Mother" y "Comfortably numb".

El show muestra imágenes e historias de víctimas que van desde el padre de Waters en la Segunda Guerra Mundial hasta niños muertos en Irak.

Pero quizás uno de los minutos más emotivos es cuando en "Another brick in the wall part 2" aparecen 16 niños locales para enrostrarle el "Hey, teacher, leave the kids alone" del coro a una marioneta de unos 13 metros de altura que representa al profesor que atormentaba a sus alumnos en la cinta de Alan Parker con guión de Waters.

A lo largo del show pasan aún más marionetas sobre el escenario y Waters usa la tecnología a su favor para efectos dramáticos. Por ejemplo, canta "Mother" con una grabación que hizo del show en 1980 en Earls Court en Inglaterra y para "The show must go on" las imágenes sobre el muro que evocan a la estética y estilo de vida nazi dan la impresión de 3D. Pero a pesar de la sobrecarga de estímulos visuales y auditivos, Waters no pierde protagonismo ni tampoco lo hace el mensaje que busca, finalmente, derribar esa muralla de todos los miedos.

Un muro de 150 metros en Chile

Los conciertos de "The wall" por el hemisferio sur, en el primer trimestre de 2012, serán los primeros al aire libre. Habrá que construir una muralla de 150 metros de largo, ya que los shows serán en estadios."

gracias, agregado al post principal
 
yo cacho que una entrada promedio en un buen lugar costara unas 100 lucas....
 
Buena entrevista salida en el mercurio...parece q ya va tomando forma la cosa!!
 
Y ES EL PRÓXIMO AÑO!!!

Justo en esas fechas me mudo a Santiago a vivir XD

De allá somos :idolo: Waters
 
¿Se sabe cuándo, más o menos, podría comenzar la venta de entradas?
 
yo voy pero no pago mas de 40 lukas por la entrada en cacha general :rezo:
 
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