Solo una vez pero no en malas lides: cuando vi en frente y de golpe inesperado a Bruce Dickinson, vocalista de Iron Maiden, mi ídolo, es la persona que más ha marcado mi personalidad.
Fue en el Sheraton. Iba caminando por un pasillo al lado del bar, yo iba paveando, mirando un cuadro que me gustó. De repente siento un murmullo de muchas personas, me doy vuelta y a 50 centímetros Bruce Dickinson.
Yo mido 1.85 y este weon es un enano, pero te juro que yo lo veía como si fuera Shaquille O’Neil y no me salían las palabras, me fui a la mierda… las cañuelas me tiritaban…
Nunca en la vida me había paralizado y vaya que he estado en situaciones límites.
Hasta me saludó el weon de palabra y yo quedé en cero, ni respondí.