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Que la universidad sea del 500 A.C. No la excluye de ser traficante de cartones, hasta una humilde privada con solo 20 años de antigüedad puede ser más confiable si su gente hace las cosas bien y no está corrompida por el progresismo.
Seguimos ️
Es el comienzo de la debacle, pero es lenta, se la cargarán al próximo gobierno.Disfruten lo votado
Eso mismo quería saber la conchetumadre; si el Estado no tiene plata ni para pagar a sus funcionarios públicos (o los que trabajan directamente al Estado); será el comienzo
Más los “nuevos chulenos” que se van a parasitar allá.Esa deportación un porcentaje es de "chilenos" y el otro porcentaje de cumas que van a robar
Se está muriendo la flor
Columna de Daniel Matamala: Chapucería
Los gorros rosados que lucían las autoridades hacían perfecto juego con el magenta encendido de los balones de gas con los logos de ENAP y de “Gas de Chile”. Era el 22 de julio del año pasado, y los entonces ministros de la Presidencia, Giorgio Jackson, y de Energía, Claudio Huepe, lanzaban el programa con que el Estado vendería balones de gas a “precio justo”.
Era un plan piloto que comenzaba en Chiguayante, San Fernando y Quintero, y que prometía entregar los cilindros un 40% más barato que los distribuidores privados.
“Este primer piloto esperamos expandirlo con mucha fuerza en los próximos años y esto también demuestra que cuando se quiere, se puede”, sostenía el ministro Jackson. “Cuando hay abuso, como en la industria del gas licuado, el Estado también puede ingresar como un actor que permita llevar bienestar a la población y empujar los precios a la baja”, agregaba.
En esa pauta y en esas palabras aparecían los ingredientes de la receta para el fracaso: voluntarismo, estatismo y chapucería.
Un fracaso que, en efecto bumerán, terminó dañando las ideas que el gobierno esperaba defender.
El contexto nos lleva a 2021. Ese año, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) publicó un contundente informe sobre los mercados del gas natural y gas licuado. En este último, la FNE mostró cómo los distribuidores mayoristas han aumentado sus márgenes desde 2014, hasta llegar a 50-55%. El resultado es un precio adicional de US$ 181 millones cada año, por lo que cada familia estaría pagando un 15% extra en cada balón.
“La competencia no está funcionando”, decía el Fiscal Nacional Económico, Ricardo Riesco, debido a la concentración de toda la cadena en manos de Copec (Abastible), Gasco y Lipigas.
La FNE proponía medidas sencillas y de rápido efecto, para desconcentrar el mercado y permitir que los distribuidores minoristas pudieran elegir libremente a qué mayoristas comprar, prohibiendo los “amarres” y permitiendo la entrada de nuevas empresas. Así, una competencia real bajaría los precios.
Pero el gobierno no lo hizo. Hasta hoy, las recomendaciones de la FNE siguen guardando polvo. En cambio, optó por los balones magenta, bajo la consigna del “precio justo”. Eran los días de la campaña previa al plebiscito, y una de las polémicas era que el proyecto de la Convención establecía que las expropiaciones serían pagadas a “justo precio”.
Los especialistas explicaban que en la jurisprudencia “precio justo” equivale al precio de mercado. Pero la campaña del Rechazo usaba su infinita capacidad para levantar fantasmas. “Los políticos fijarán la indemnización” decía el convencional Bernardo Fontaine.
Y he aquí que el gobierno ayudaba a la confusión, promocionando un “precio justo” que no era el de mercado, sino uno fijado por ENAP. En vez de solucionar las fallas de la competencia, para que el precio fuera definido por un mercado sin distorsiones, prefería subsidiar el precio para un puñado de consumidores (los beneficiados por el piloto), y no hacer nada por todo el resto.
Columna de Daniel Matamala: Chapucería - La Tercera
www.latercera.com
Los nicaragüenses deberían aprender de Los Cristeros.Así que Ortega en Nicaragua le declaró la guerra a la iglesia católica? Da escalofrío saber que si el Merluzo acá se tira contra las iglesias católica y evangélica mucha gente joven saldría a aplaudirlo, debido a como el secularismo, y no solo el secularismo, también el odio contra ambas instituciones está muy bien sembrado por estos lares. Pero por otra parte la gente creyente sigue teniendo una fuerza inusitada, se le irían encima con todo.
Así que Ortega en Nicaragua le declaró la guerra a la iglesia católica? Da escalofrío saber que si el Merluzo acá se tira contra las iglesias católica y evangélica mucha gente joven saldría a aplaudirlo, debido a como el secularismo, y no solo el secularismo, también el odio contra ambas instituciones está muy bien sembrado por estos lares. Pero por otra parte la gente creyente sigue teniendo una fuerza inusitada, se le irían encima con todo.