ConDonHaCho
Plasta Culiad@
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Permiso, pasaré a contar una anécdota que me ocurrió hace varios años
Conocí una minita durante los albores de internet, cuando la media hora en el ciber costaba como luca, y la velocidad era más lenta que la mierda. Pero no, no la conocí por internet.
Era amiga de los típicos amigos del barrio; tenía un cuero conchesumadremente maravilloso, pero era más fea que macabro_cabro cagando . Tenía unos 5 ó 6 años más que yo, y le dio conmigo.
Salimos un par de veces, y a la tercera me soltó el posacompleto
La weona follaba como enferma: era una weá más hardcore que la chucha a la cual yo no estaba acostumbrado con tiernos casi 20 años
No, no usé condón
Al día siguiente, cuando fui a correrme una paja recordandola majestuosa cacha, descubrí que tenía una weá rara en la cabeza del pico . Era como un afta, y aunque era una weá muy superficial, me pasé los mejores rollos del mundo
Partí entonces al ciber de la esquina, putéandola en voz alta a ella por maraca y a mí por aweonao: al llegar, los dos computadores disponibles estaban ocupados, y a los lados hablaban dos viejas culiás por teléfono.
Apenas se desocupó uno, me senté raudo y veloz y comencé a buscar información al respecto. Altavista fue mi compañero en ese momento (no recuerdo si había buscador de imágenes en ese momento).
Busqué y busqué información. Quería saber si tenía sífilis o gonorrea o alguna otra weá . Iba todo bien, pero empezó a llegar más y más gente, y comenzaron a agolparse tras los dos usuarios de los solitarios dos computadores. Todos los culiaos leían todo lo que uno hacía; existía CERO privacidad al momento de usar "la" internet
Me empecé a enchuchar con la weá y pensé en dejar hasta ahí mi aventura; pero el urgimiento era mayor, así que seguí en mi búsqueda
Empecé a escuchar algunas risas atrás, pero no le presté mayor atención. Cuando por fin encontré algo que me llevó a buen puerto, hice clic en el vínculo y me dispuse a esperar por la información.
Sorpresa fue la mía cuando poco a poco comienza a vislumbrarse una pichula grotesca con las peores llagas que ha visto internet, y a una velocidad conchesumadremente lenta . La gente comenzó a reír de menos a más mientras la imagen de la corneta seguía cargando y hasta los trabajadores (2 ò 3) del negocio empezaron a agruparse a mi espalda. Intenté cerrar el navegador, pero me fui imposible: las risas aumentaban a la manera proporcionalmente directa junto con los comentarios de un novel estilo bullying. No aguanté más la situación y me levanté de mi silla: huí despavorido del lugar escuchando diatribas del tipo "hueco culiao", "maricón conchetumare andai puro mirando pichulas", etc.
Afortunadamente mis viejos decidieron cambiarse de casa al tiempo después (no por la situación; de hecho es segunda o tercera vez que la cuento). No tuve que aguantar más miradas ni burlas de desconocidos que vivían en mi barrio
Lo mejor de todo fue que al final no tenía nada, así que fue el puro susto
Conocí una minita durante los albores de internet, cuando la media hora en el ciber costaba como luca, y la velocidad era más lenta que la mierda. Pero no, no la conocí por internet.
Era amiga de los típicos amigos del barrio; tenía un cuero conchesumadremente maravilloso, pero era más fea que macabro_cabro cagando . Tenía unos 5 ó 6 años más que yo, y le dio conmigo.
Salimos un par de veces, y a la tercera me soltó el posacompleto
La weona follaba como enferma: era una weá más hardcore que la chucha a la cual yo no estaba acostumbrado con tiernos casi 20 años
No, no usé condón
Al día siguiente, cuando fui a correrme una paja recordandola majestuosa cacha, descubrí que tenía una weá rara en la cabeza del pico . Era como un afta, y aunque era una weá muy superficial, me pasé los mejores rollos del mundo
Partí entonces al ciber de la esquina, putéandola en voz alta a ella por maraca y a mí por aweonao: al llegar, los dos computadores disponibles estaban ocupados, y a los lados hablaban dos viejas culiás por teléfono.
Apenas se desocupó uno, me senté raudo y veloz y comencé a buscar información al respecto. Altavista fue mi compañero en ese momento (no recuerdo si había buscador de imágenes en ese momento).
Busqué y busqué información. Quería saber si tenía sífilis o gonorrea o alguna otra weá . Iba todo bien, pero empezó a llegar más y más gente, y comenzaron a agolparse tras los dos usuarios de los solitarios dos computadores. Todos los culiaos leían todo lo que uno hacía; existía CERO privacidad al momento de usar "la" internet
Me empecé a enchuchar con la weá y pensé en dejar hasta ahí mi aventura; pero el urgimiento era mayor, así que seguí en mi búsqueda
Empecé a escuchar algunas risas atrás, pero no le presté mayor atención. Cuando por fin encontré algo que me llevó a buen puerto, hice clic en el vínculo y me dispuse a esperar por la información.
Sorpresa fue la mía cuando poco a poco comienza a vislumbrarse una pichula grotesca con las peores llagas que ha visto internet, y a una velocidad conchesumadremente lenta . La gente comenzó a reír de menos a más mientras la imagen de la corneta seguía cargando y hasta los trabajadores (2 ò 3) del negocio empezaron a agruparse a mi espalda. Intenté cerrar el navegador, pero me fui imposible: las risas aumentaban a la manera proporcionalmente directa junto con los comentarios de un novel estilo bullying. No aguanté más la situación y me levanté de mi silla: huí despavorido del lugar escuchando diatribas del tipo "hueco culiao", "maricón conchetumare andai puro mirando pichulas", etc.
Afortunadamente mis viejos decidieron cambiarse de casa al tiempo después (no por la situación; de hecho es segunda o tercera vez que la cuento). No tuve que aguantar más miradas ni burlas de desconocidos que vivían en mi barrio
Lo mejor de todo fue que al final no tenía nada, así que fue el puro susto