Yo creo que a todo el mundo le ha pasado algo así.
Todos metemos la pata y nos arrepentimos.
La cuestión es atreverse, ser directo y simple.
Cuando estaba como en quinto o sexto básico, me gustaba una compañerita, era super leeeenda y era como mateita así que más me gustaba (yo era de los que se sentó siempre atras y hacia puras gueas todo el día), y mis amigos no sé si eran muy gueones, pero todos los que se sacaban buenas notas y eran bien calificados en el cole, sufrian con nosotros y a mi me daba lata qu esta manga de conchasumadre supieran que me gustaba la más matea del curso...
Así hasta puta, o me tiro o me tiro no mas.
Clase de historia, 9 de la mañana, llevaba una flor que había comprado la tarde anterior, me paro y le llevo la flor, acompañada de una carta que había escrito, no recuerdo mucho que decía pero sé que tenía más de una frace coherente.
Así la cosa, ella quedó roja y yo más rojo, estaba nervioso y cuando quise caminar de vuelta a mi puesto me tropieso con una mochila que éstaba en el suelo y chucha wn... casi lloré.
Nunca me habló, se fue el año siguiente y no supe más de ella.
Super triste la guea, pero el cuento es que me atreví y no me arrepiento po loko.