Mi turno: la semana pasada me toco recibir un cargamento de minicolumnas las cuales serán instaladas en breve, de acuerdo a lo conversado debían llegar un viernes, hasta ahí todo bien. Cae jueves y yo con visitas importantes en la planta, onda jefe de planta por la compañía realizando una revisión en terreno de procedimientos y cuando de improviso llega un camioncito kia fronter, pasa por encima de un par de conos que delimitaban una miniplanta que estaba acopiada en el lugar para ser armada en unas semanas, y comienzan a descargar así no más unos paquetes sobre palets. La visita me llama para preguntarme que mierda estaba pasando y que partiera inmediatamente a preguntar que hacían allí, cuento corto, pregunto a uno de los viejos que descargaban que sucede y me responde que venían a descargar unas minicolumnas que les habían encargado, yo quedé sorprendido porque no me esperaba recibir el cargamento un día antes, menos de algo tan delicado, por lo cual pregunto donde está el jefe de ellos y otro viejo me responde: "esta conduciendo el camión", voy a preguntarle que onda al jefe pidiendo que se baje del camión para preguntarle que chucha está haciendo cuando escucho "eh que mi pana, vengo a dejal unah minicolunas que me encargaron y vine", era venezolano el pelotudo, le pregunto porque deja la carga hoy si quedaron de dejarla mañana, respondiendo "eh que mi pana, soy proactivo y quiero cumplir cuanto antes". En ese momento se une a la conversación el jefe de planta consultando si llevaba los procedimientos y la hoja de control de riesgos, no tenía nada, luego como haciéndose el lindo me pide si puedo imprimir los documentos en mi oficina porque iba apurado y no alcanzó a imprimirlos. Ahí quedó la cagada, el jefe me agarró a mi por permitir que llegara a la planta, para luego decirme "necesito que lo corrijas y me envíes el comprobante escaneado". Dicho y hecho: siguiendo las enseñanzas del forazo lo rete bien retado primero a solas, luego reuní a la cuadrilla y a este mequetrefe para que sus viejos (todos chilenos grises) vieran como lo levantaba a callampazos, para después recién completarles personalmente la hoja de control de riesgos, mientras su propia cuadrilla le hacía bullying, y dejarlos terminar con la descarga.
Me quedo supervisando la descarga y observo que la gente no llevaba ni una mísera botella de agua, a media tarde y en pleno desierto, partí a buscarles agua para convidarles diciendo bien fuerte y claro: "un jefe debe preocuparse de sus viejos tanto como de cumplir la pega" ahí el veneco se le quebró el espíritu, dejó de hablar limitándose a sólo observar el suelo. Le firmé la entrega y se fue. Envié la charla escaneada al jefe de planta y di por finalizada mi labor.
Hasta ahora el veneco me evita así como realizar cualquier entrega en mi área.
isla de maipú
.
