Wolfgang Fica
Gil
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- 2014/11/25
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Queridos antronianos y shemales, abro este tema para compartir con ustedes una reflexión que me ha quitado el sueño los últimos meses, además de buscar recomendaciones y consejos.
Resulta que ya llevo un tiempo siendo profesor de lenguaje. Estudié literatura y pedagogía. En un principio era prometedor, demasiado prometedor: lo único viable económicamente que se puede hacer con literatura, me dijeron en algún momento, es ser profesor. Es una carrera bonita, me trataron de meter en la cabeza. Me vendieron la pomá de la vocación, que al final no es nada más que un pretexto para ofrecer sueldos miserables a aquellos que "aman enseñar".
He trabajado en varios contextos, vulnerables, término medio, cuicos. Preu, colegio, liceo. Como conclusión puedo decir: es una mierda. He pensado varias veces que quizás los astros se alinearon para entregarme, en cada experiencia nueva, pequeñines insoportables. No es que me lleve mal con los alumnos. Nicagando, suelo llevarme la raja. Pero no los soporto. No sólo eso, no soporto el ambiente escolar. Es una wea que se me hace totalmente deprimente. Hay profes que se quedan todo el día en el colegio: conversando, jugando a la pelota, etc. Yo no puedo entender cómo lo toleran, cómo dejan que su vida se concentre en su lugar de trabajo, que ya de por si es una mierda, y disfrutarlo.
Partí en la pedagogía con mi amor por la gran literatura por delante, pero, ya estudiando, me di cuenta que no hay espacio para enseñar literatura como corresponde en el sistema educacional chileno. Eso mata aún más mi ánimo. Jefes de UTP chupándole el pico a la funcionalidad del lenguaje funcional y productivo, negando cualquier otro uso. Además, en una sala con 42 alumnos dónde sólo dos están más o menos conscientes que hay mundos increíblemente ricos y divertidos fuera de su zona de confort hacen muy difícil la labor.
El sistema, la cultura escolar, los sueldos de mierda por pegas increíblemente agotadoras, la disposición de los alumnos, lo penca de los apoderados, entre muchas otras cosas, de pequeñas a más grandes, terminaron por hacerme despreciar la carrera. Ahora, lo que busco, es buscar nuevos horizontes. Estudiar algo nuevo que me deje producir sin tener que pensar siempre en el colegio, en qué hacer con tal y tal alumno, en cómo construir la actividad, sin tener que cagarme los domingos con la angustia latente de que al día siguiente tengo que ir a tratar de hacer que un grupo de adolescentes reflexione, y aguantar la mala educación de otros profes. Algo que no demore mucho en aprender, algo técnico, quizás. No lo sé, y necesito ayuda, queridos antronianos.
TL;DR: Odio la docencia por muchos motivos y estoy buscando que conchetumare hacer para salirme de ese mundo y generar platita, en lo posible rica.
Gracias chiquilines por leerme.
Resulta que ya llevo un tiempo siendo profesor de lenguaje. Estudié literatura y pedagogía. En un principio era prometedor, demasiado prometedor: lo único viable económicamente que se puede hacer con literatura, me dijeron en algún momento, es ser profesor. Es una carrera bonita, me trataron de meter en la cabeza. Me vendieron la pomá de la vocación, que al final no es nada más que un pretexto para ofrecer sueldos miserables a aquellos que "aman enseñar".
He trabajado en varios contextos, vulnerables, término medio, cuicos. Preu, colegio, liceo. Como conclusión puedo decir: es una mierda. He pensado varias veces que quizás los astros se alinearon para entregarme, en cada experiencia nueva, pequeñines insoportables. No es que me lleve mal con los alumnos. Nicagando, suelo llevarme la raja. Pero no los soporto. No sólo eso, no soporto el ambiente escolar. Es una wea que se me hace totalmente deprimente. Hay profes que se quedan todo el día en el colegio: conversando, jugando a la pelota, etc. Yo no puedo entender cómo lo toleran, cómo dejan que su vida se concentre en su lugar de trabajo, que ya de por si es una mierda, y disfrutarlo.
Partí en la pedagogía con mi amor por la gran literatura por delante, pero, ya estudiando, me di cuenta que no hay espacio para enseñar literatura como corresponde en el sistema educacional chileno. Eso mata aún más mi ánimo. Jefes de UTP chupándole el pico a la funcionalidad del lenguaje funcional y productivo, negando cualquier otro uso. Además, en una sala con 42 alumnos dónde sólo dos están más o menos conscientes que hay mundos increíblemente ricos y divertidos fuera de su zona de confort hacen muy difícil la labor.
El sistema, la cultura escolar, los sueldos de mierda por pegas increíblemente agotadoras, la disposición de los alumnos, lo penca de los apoderados, entre muchas otras cosas, de pequeñas a más grandes, terminaron por hacerme despreciar la carrera. Ahora, lo que busco, es buscar nuevos horizontes. Estudiar algo nuevo que me deje producir sin tener que pensar siempre en el colegio, en qué hacer con tal y tal alumno, en cómo construir la actividad, sin tener que cagarme los domingos con la angustia latente de que al día siguiente tengo que ir a tratar de hacer que un grupo de adolescentes reflexione, y aguantar la mala educación de otros profes. Algo que no demore mucho en aprender, algo técnico, quizás. No lo sé, y necesito ayuda, queridos antronianos.
TL;DR: Odio la docencia por muchos motivos y estoy buscando que conchetumare hacer para salirme de ese mundo y generar platita, en lo posible rica.
Gracias chiquilines por leerme.
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