Usted ayer afirmó en TVN que no cotiza en AFP a pesar de que es reconocido como uno de los más férreos defensores del sistema, ¿por qué no cotiza?
Yo fui profesor universitario, y cuando era profesor universitario era un empleado de la universidad de Chile y coticé y por lo tanto soy un afiliado del sistema de AFP. Luego fui independiente y ahorré por mi cuenta. La ley no obligaba en ese tiempo a los trabajadores independientes a cotizar, recién ahora está esa ley, y yo decidí ahorrar por fuera. Ahora, si yo miro hacia atrás, si eso fue una buena o mala decisión, la verdad es que me equivoqué, porque a las AFPs les ha ido extremadamente bien, entonces me habría ido mejor.
Pero si usted cree de verdad que el sistema de AFP funciona, ¿por qué no optó por seguir en él cuando tuvo la posibilidad de elegir dónde ahorrar para su vejez?
Tuve la opción de haber elegido ahorrar en AFP o no ahorrar en AFP, era joven y me equivoqué al no elegir el sistema, porque han tenido mejor rentabilidad. Hoy tengo 50 años y va a entrar en vigencia la ley que obliga a cotizar en AFP y feliz lo voy a hacer.
Pero usted cuando eligió no ahorrar en AFP ¿consideraba que existían otras formas mejores de garantizar una buena vejez?
Mire, creo en el sistema como una política social espectacular porque efectivamente la mayor parte de la sociedad no tiene la conciencia de ahorro. Yo tuve la suerte de educarme en una universidad donde me enseñaron la conciencia de ahorro, estudiar una carrera donde también eso era relevante. Si esa conciencia de ahorro existiera en toda la sociedad, no sería necesario el sistema de AFP, pero como eso no existe el sistema es necesario. Yo no soy un buen representante de la sociedad, porque yo sé ahorrar.
¿Entonces para el resto de nosotros el sistema sí es bueno?
El sistema de AFP es extremadamente beneficioso, hemos logrado reunir como sociedad, en cuentas individuales de los trabajadores, US $170 mil millones que son propiedad de los trabajadores y que de otra manera no tendríamos. Lo que tendríamos sería la promesa de un político que probablemente no sería cumplido.
Se ha propuesto la creación de una AFP estatal, ¿por qué usted se opone a esta iniciativa?
Este sistema se puede perfeccionar, si se mejora el mercado del trabajo, la voluntad de ahorro. Pero en el caso de una AFP estatal convertiríamos al Estado en un partícipe que sería juez y parte, es decir, parte interesada de captar afiliados, que no competiría en igualdad de condiciones con el resto de los actores. A la larga, ese sistema que podría partir de buena fe, se terminaría adueñando de los recursos de los afiliados. Respeto mucho que las platas de las AFP no son del Estado ni de las AFPs, son de los trabajadores que han ahorrado toda su vida y nadie puede tomarla prestada sin la anuencia de ellos. En Argentina, por ejemplo, los ahorros pertenecían a los trabajadores y fueron expropiados por el Estado y no me gustaría que eso pasara con los ahorros de los trabajadores chilenos.
