del historiador Heinz Heitzer "RDA: Compendio histórico" en el capitulo "Las medidas de seguridad tomadas el 13 de agosto de 1961":
“El Gobierno de la RFA rompió las relaciones diplomáticas con Yugoslavia, en 1957, y con Cuba, en 1960, porque estos países habían establecido misiones diplomáticas en la RDA, y viceversa. Rechazó la proposición de la RDA de tender a una conferencia alemana; rechazó también las proposiciones que presentó, en 1958/59, la Unión Soviética, en el sentido de conceder a Berlín Occidental el status de una ciudad libre y desmilitarizada y a preparar un tratado de paz con Alemania. Además, el Gobierno de la RFA insinuó a sus aliados en la OTAN que debían oponerse, igual, a estas ofertas. Al mismo tiempo, políticos dirigentes de la CDU/CSU se esforzaron febrilmente por equipar al ejército federal con armas nucleares.
[…] Con el propósito de preparar el «Día X», día señalado para derrumbar el poder de los obreros y campesinos, los monopolios y el Gobierno de la RFA escalaron la guerra económica contra la RDA. En el otoño de 1960, el Gobierno de la RFA canceló los acuerdos comerciales con la RDA e insinuó a otros Estados boicotear la Feria de Leipzig. A pesar de que, en diciembre, el Gobierno de la RFA tuvo que renunciar a la cancelación y a pesar de que la sugerencia de boicoteo no dio resultado, surgieron graves problemas para la economía nacional de la RDA, que estaba sujeta a importantes suministros procedentes de la RFA. Hubo que hacer modificaciones del plan e introducir cambios en la producción, ya que debió contar con otro embargo comercial. La Unión Soviética y otros países miembros del CAME apercibieron a la RDA de importantes mercancías, materias primas y alimentos adicionales a la cantidad dicha en los correspondientes convenios. Se desarrolló un movimiento orientado a liberar a la economía de la RDA de perturbaciones: obreros, técnicos y científicos de la RDA fabricaron, en plazos muy cortos, productos que antes se importaban de la RFA.
El chantaje económico vino acompañado por la calumnia anticomunista, propagada por numerosos medios de divulgación masiva en la RFA y Berlín Occidental. La infamia se parecía en muchos detalles a las atrocidades fascistas divulgadas contra Checoslovaquia y Polonia, poco antes de que fueran víctimas del asalto, en los años 1938 y 1939. Esta falacia tenía el propósito de crear confusión y nervosidad en la ciudadanía de la RDA, ysugerir a la publicidad mundial que en la RDA se estaría avecinando un «levantamiento popular», que los países occidentales tenían que apoyar con todos los medios a su alcance.
Así fue que un periódico simpatizante de la CDU escribiera «que el mundo libre tendría que prepararse para aplicar todos los medios de la guerra fría, de la guerra de nervios y de la guerra con fusiles... Esto no sólo incluye las fuerzas armadas tradicionales y su armamento, sino comprende también socavar, azuzar la resistencia interna, las actividades clandestinas, la descomposición del orden, el sabotaje, la perturbación de los transportes y de la economía, la desobediencia, la rebeldía, la revolución».
Con el intento públicamente proclamado de sangrar a la RDA, intensificaron el soborno de ciudadanos de la RDA, sobre todo, de especialistas y de jóvenes; extendieron la red de las organizaciones criminales, promovidas por el Estado germanooccidental, dedicadas a este tráfico de personas. Berlín Occidental con su frontera abierta hacia la RDA, desempeñó el papel de canal de fuga.
Todo ello, ligado con la preparación directa de una agresión militar contra la RDA. En las maniobras del Estado Mayor y de las tropas del ejército federal, realizadas en 1960/61, se ensayaron algunas variantes de la «guerra relámpago» y de la «guerra limitada» contra la RDA y otros Estados socialistas. Algunos políticos y comentaristas dejaron entrever que para el ejército federal podría producirse una situación en que tuviera que liquidar el «conflicto interno» por medio de una «acción policíaca local». Ese conflicto podría surgir a consecuencia de choques en las fronteras de Berlín Occidental. […]
En julio de 1961, el «Consejo de investigación de problemas de la reunificación de Alemania» presentó en Bonn un detallado plan para el »Día X».Este plan consideraba incorporar la RDA a la RFA, repartir las empresas de propiedad del pueblo y los bancos entre los monopolios de la RFA, disolver las cooperativas agrícolas y entregar las tierras y los bienes raíces, sobre todo, a los terratenientes y a los latifundistas. En la segunda mitad de julio, Franz Josef Strauss —en aquel entonces Ministro de Defensa de la RFA y jefe del ejército federal, y uno de los políticos imperialistas más belicosos de ayer y de hoy— hizo una visita a EE.UU. para cerciorarse de su apoyo. A principios de agosto se proclamó el estado de alerta para las unidades de la OTAN estacionadas en Europa occidental.
[…] En el verano de 1961, las tensiones surgidas habían llegado a tal punto que resultó inaplazable tomar medidas severas, orientadas a resguardar la paz y a proteger al socialismo.
Del 3 al 5 de agosto de 1961, los primeros secretarios de los partidos comunistas y obreros de los Estados miembros del Tratado de Varsovia, discutieron en Moscú las medidas previstas por la RDA y la URSS. Esta reunión propuso a la Cámara del Pueblo, al Gobierno y a todos los trabajadores de la RDA «introducir en la frontera con Berlín Occidental un orden que cerrara, de modo infalible, el camino a las actividades subversivas contra los países del campo socialista, y que garantizara una vigilancia segura y un control eficiente en torno a todo el territorio de Berlín Occidental, incluso en su frontera con Berlín democrático»