Tenemos un inmenso pajar lleno de agujas y apenas llevamos un rato buscando una aguja en el pajar. Hay que seguir la búsqueda...
Ahora habría que convenir en que es lo que esperamos encontrar, ¿buscamos organismos similares a los que conocemos o buscamos otra cosa? Como no conocemos ninguna otra molécula que sea tan eficaz como el ADN para almacenar grandes volúmenes de información, hemos de suponer que así será en los organismos ET.
Pienso que los extraterrestres deben tener una molécula equivalente al ADN, cuando no el ADN mismo o una muy similar, que almacene la información necesaria para que un vivo crezca y se desarrolle. Porque, de la misma forma que para construir un puente o un edificio hacen falta planos, parar "construir" un ser vivo hace falta "algo" donde se almacene la información necesaria para ello.
Probablemente en los albores de la vida sobre la Tierra se dio una lucha darwiniana entre las posibles moléculas capaces de realizar esta función tras la cual el ADN se reveló como la más eficaz de todas. Puede que la vida extraterrestre tenga una molécula muy parecida puesto que las leyes de la física son las mismas en cualquier parte del universo y si los nucleótidos son idóneos para estos menesteres en la Tierra también lo pueden ser en cualquier otro planeta donde se den las condiciones de agua líquida, etc. para el sostenimiento de la vida.
ADN, ARN, o algún otro ácido nucleico.
No podría ser también que esa vida extraterrestre, partiera de unas condiciones que se replicaran, pero que las sucesivas réplicas, fueran clonaciones, teniendo todos el mismo aspecto, y actuaran no inteligentemente, sino como un único sujeto, que se multiplica para lograr sus fines y propósitos.
El físico israelí David Deutsch en su libro "La estructura de la realidad" especulaba con la existencia en algún lugar remoto de seres de diamante (una forma polimórfica del carbono producida a altas temperaturas). Cuyo material genético no estuviese codificado en ADN ni en ninguna otra biomolécula sino en una memoria de estado sólido hecha de diamante.
Es evidente que una forma de vida basada en el diamante no podría evolucionar de forma natural. Con unos genes tan estables está claro que la evolución no podría actuar sobre estas especies al menos en estándares de tiempo comparativamente parecidos a los nuestros. Sin embargo, sí que podría existir una evolución artificial. Seres que no se reproducirían como nosotros pero que sí podrían evolucionar artificialmente alterando artificialmente sus propios genes.
De todas maneras, en mundos similares al nuestro, con una vida basada en el carbono y en el agua, es muy probable que apareciesen biomoléculas similares a las que se han dado en la Tierra. De hecho que los ácidos nucleicos funcionen como plantillas supone un sistema muy útil y práctico para gestionar información.
Por ejemplo, se ha observado como cuando se mezclan disoluciones de derivados de adenina y uracilo, sin presencia de ribosa y de ácido fosfórico, se forman apareamientos de adenina-uracilo estabilizados por puentes de hidrógeno. Se han observado, del mismo modo, comportamientos similares entre la citosina y la guanina.
Por ello, es bastante posible que hayan surgido en mundos similares organizaciones bioquímicas parecidas. Tal vez con distinto tipo de bases o diferente número. Incluso en mundos ligeramente diferentes al nuestro, por ejemplo un poco más calientes, se puede utilizar otro tipo de macromoléculas como por ejemplo el ácido péptido nucleico. Esta molécula polimeriza espontáneamente por encima de los 100º C dando lugar a nucleótidos y que vía animación genera aminoácidos.
De todas maneras decir que tanto el ADN como el ARN son moléculas muy complejas. En el origen tuvo que haber algo mucho más sencillo que estas macromoléculas. Se ha especulado con la capacidad de ciertos minerales como las arcillas o las zeolitas que presentan capas repetitivas en su estructura y cargas eléctricas en su superficie (como en la pirita por ejemplo) y que pudieron permitir que ciertas moléculas orgánicas como los lípidos y ácidos orgánicos pudiesen, de forma torpe y poco precisa, replicarse. Del mismo modo pudieron servir de medio para reducir el carbono y crear moléculas orgánicas complejas. De hecho, esta forma zafia de replicación que daba lugar a gran cantidad de fallos y errores en las réplicas pudo suponer un impulso importante a la evolución prebiótica.
En mi opinión en las civilizaciones ET ya no opera la evolución darwiniana sino el diseño inteligente, selección, rediseño. La evolución darwiniana cumple su función con la vida pre-tecnológica. Una vez aparecida la inteligencia ha de haber un cambio de fase en la forma de evolucionar.
Cuando nos preguntamos sobre si los ET tienen ADN o algo similar, nos estamos preguntando seguramente sobre la vida animal y de los ancestros de los ET, que si aún existen en sus civilizaciones estarían en reservas ecológicas. Debido a la diferencia en inteligencia, como la de los chimpancés frente a la nuestra, probablemente consideren a sus ancestros un animal biológico mas, quizás un poco especial. Y es también una razón por la que si supieran de nosotros nos verían igual que a sus ancestros.
No se me ocurren fácilmente argumentos que impidan por mucho tiempo de alguna forma este desarrollo y evolución de civilizaciones orgánicas a las post-biológicas. ¿Imposibilidad de la consciencia e inteligencia artificial? ¿Techo natural de inteligencia? Parecen ir contra lo que se sabe de ciencia, y lo que es posible, acaba ocurriendo, solo queda preguntarse ¿cuándo?
De hecho que exista vida en la Tierra desde hace 4.000 millones de años hace pensar que es muy probable que vida terrestre haya viajado ya a otros planetas o circule por el espacio abordo de meteoritos y pequeños asteroides provenientes de la Tierra.
La vida existía ya en la Tierra durante la época de los grandes impactos meteóricos de hace 3.800 y 3.900 millones de años. Estos impactos lanzaron al espacio gran cantidad de material terrestre seguramente colonizados ya por la vida terrestre más temprana. Muchos de estos pedazos de roca habrán llegado a los planetas cercanos como Marte, Venus o los satélites de Júpiter y Saturno y habrán caído allí.
Hoy en día todavía no sabemos si habrán llegado a fructificar y prosperar. Otros habrán continuado su viaje por el espacio. Algunos habrán sobrepasado las órbitas de Neptuno y Plutón y salido de nuestro sistema.
Como el Sol y con él la Tierra se mueven alrededor de la Galaxia es posible, incluso, que pequeñas naves terrestres con pequeños tripulantes terrícolas en "hibernación" se hallen, en este momento, en algún lugar al otro lado de la Galaxia.
Incluso que hace millones de años hayan "aterrizado" en algún planeta yermo y oscuro de alguna estrella de la que nunca oiremos hablar y lo hayan poblado de vida.
Vida diferente sí, adaptada a su medio, pero terrestre con nuestro ADN. Una parte de nosotros al fin y al cabo que habrá viajado muy lejos para establecerse entre las estrellas más lejanas.