estimado, las relaciones económicas te guste o no, pesan más que la chucha. A lo mejor tú te andabas metiendo con bellakas (no te da el cuero para algo más en todo caso), que se mojan con un Yaris.
PERO, a otros niveles se replica la misma lógica. En los años en que estuve en la facultad de Derecho, JAMÁS vi una pareja compuesta por un wn de estratos sociales medio-bajos con una mina de clase alta o media-alta. Por mucho que exista atracción, el compadre que tiene la mala suerte de haber nacido en una familia pobre no puede competir con los viajes al extranjero, las constantes visitas a pubs y restorants, los regalos y el pago de entradas a discos y espectáculos que le ofrece el pretendiente zorrón o aspirante a zorrón de clase media alta o derechamente clase alta. Así que las minas sacrifican pasión verdadera por la estabilidad que les brinda ese burgués que por lo general es un descerebrado y que de haber nacido pobre no habría sacado ni 500 puntos en la PSU y que debería estar agradecido de la suerte que le tocó al nacer, todos los días de su vida.
Todo eso hace que uno se cuestione la existencia del amor verdadero, ya que eso no debería importar, pero mala suerte: si pesa.
"Cada ave con los de su mismo pelaje" reza un viejo dicho.
Si lograron romper esa tendencia clasista, agradézcanle a su suerte, y valorenlo todos los días.