Brijidaa w
Ah no tenia idea de la historia real quizas porque la cambiaron en el programa, adelante cuentese algunas historias que han pasado
Sisterito aquí un extracto (Lo encontré aquí mismo en el foro, pero es un tema de años atrás
https://www.antronio.cl/threads/la-mejor-historia-de-el-día-menos-pensado.1188125/ ) de como en verdad ocurrieron los hechos, en lo único que me equivoqué fue en decir que el viejo era militar retirado, sino que era un jubilado.
Extraña desaparición en Iquique
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septiembre 10, 2012 por
Administración Planeta Oscuro
Caso emblemático de la ciudad de Iquique en que una persona desaparece por 6 años sin dejar rastro solo el desconcierto de su familia y amigos. Muchas son las interrogantes, un misterio sin resolver en donde Rigoberto (el afectado) se lleva la verdad a la tumba.
Andrés Pérez Barros Cotapos (1928 – 2010), Parasicólogo
Este caso fue investigado y vivido de cerca por Andrés Barros Pérez Cotapos un connotado parasicólogo de los años 90 y amigo de Rigoberto.
Si bien este caso se puede atribuir a un fenómeno paranormal o a una abducción, diversas son las opiniones quedando la conclusión a criterio del lector.
Relato de Andrés Barros Pérez Cotapos.
Lo he podido estudiar por tratarse de una persona conocida personalmente durante mis años académicos. La vida nos separó pero jamás deje de saber de su existencia. Había jubilado de un servicio público y estaba radicado en el Norte del país, en una capital de Provincia. Todas las tardes se dirigía al Club Social, distante unas diez cuadras de su casa. Ahí leía los periódicos siguiendo un ritual cotidiano que le permitía la información de Chile y el mundo. Rigoberto era un serio y destacado profesional de las leyes, responsable y extremadamente pulcro. Sus tenidas, impecables, sus corbatas de seda italiana destacaban fuertemente su personalidad. Alto, delgado, de fino bigotillo, enmarcaba una sonrisa fácil y seductora. Casado y con un par de hijos adultos con una vida tranquila y sin estridencias de tipo alguno. Corrían los años 70.
Fue durante un día habitual. Cuando la tarde susurrante entraba en diálogo con la noche venidera. Don Rigo se despidió de los suyos y se dirigió hacia el Club Social a cumplir su diario ritual de lectura de periódicos. Lo habitual de su quehacer provocó un profundo desasosiego entre los suyos al no registrarse su regreso a la hora acostumbrada. Inquietos y pensando en una posible desgracia llamaron al Club. No se había registrado su ´presencia. Pasaron largas horas que sumaron días y luego meses sin noticia alguna. El hombre era muy conocido en la zona y no se registraba salida en terminales de Buses ni Líneas Aéreas. No había giro de dinero de su cuenta bancaria. Rigoberto si bien era contrario al Régimen Militar imperante, carecía de connotación política que ameritara una detención. A no dudar la tierra se lo había tragado. Y lo peor, la familia no podía ejercer ningún reclamo de ordenamiento jurídico de posesión efectiva ya que no existían evidencias de muerte.
Desfallecía el decenio de los 70 y se sumaban 6 años de la desaparición de Rigoberto. Un día cualquiera, a las 20.45 horas se abrió la puerta y apareció el profesional dispuesto a ver el noticiero de la Televisión. Como si nada hubiese sucedido. Vestía tal cual desapareció, impecable como de costumbre. Su cutis terso no acusaba el paso de los años. El espanto fue mutuo. El de su familia que le atiborraba de preguntas y el de él que no entendía que pasaba. Se conjugaban dos verdades. La de ellos que acusaban 6 años de ausencia y la de él que iba a ver los periódicos. Se había sentido cansado y se había sentado en un banco. Se le había pasado la hora y volvía a casa a ver las noticias. Estaba muy extrañado por sus hijos. Matilde, su hija, estaba casada y tenía un niño y el la había dejado hacia una hora en estado de soltería. Nadie atinaba a desentrañar el profundo misterio.
El desconcierto inquietante dio paso al terror cuando Rigoberto se vio rodeado de policías, abogados y médicos que le sometían a un interrogatorio absurdo. Lentamente comenzó a creer en una absurda verdad. Conocí de la desesperanza a través de su familia y le ofrecí contactarle con colegas capaces de someterle a una hipnosis regresiva para despejar su tiempo perdido. Nietzche se preguntaba ¿qué dosis de verdad es capaz de soportar el ser humano? Rigoberto no fue capaz de ninguna y tuvo un verdadero pánico de conocer donde estuvo en esos 6 años. ¿Que dimensión vivió? Desgraciadamente su negativa fue rotunda a la oferta de la regresión hipnótica.
Se encerró en su casa como un verdadero autista. Cada vez que alguien le visitaba la ´pregunta caía fatalmente ¿Que te paso? ¿‘Donde estuviste? Todas ellas preguntas sin respuestas. Las eludió aislándose del mundo. Vivió desconectado totalmente del mundanal ruido por espacio de cinco años y falleció de un infarto, Los médicos culparon a sus enormes tensiones.
Tan espectacular fue la vivencia de Don Rigoberto que fue escrita como guion de un estelar de televisión y llevado a las pantallas con sonado éxito en el programa “El Día Menos Pensado” (Geoimagen. Producción y Conducción Carlos Pinto).
Disensiones conjeturales: ¿Podemos sacar alguna conclusión de los casos presentados sin caer en el terreno de las especulaciones? Imposible enhebrar una idea racional en la urdiembre total de irracionalidades. Si nos referimos a nubes densas podemos especular con el fenómeno ovnis que tanto gustan a los amigos de lo extraterrenal. Pero la alternativa se estrella en lo imposible cuando vemos que estas desapariciones no se encuadran con las nubes. Entonces ¿podremos hablar de un bolsón de tiempo y espacio, verdadera puerta inducida o micro agujero negro terrenal? Pero sin la concentración de masa desintegradora del cósmico ciertamente. Investigadores de lo insólito así lo fundamentan. El biólogo norteamericano Ivan Sanderson y el físico alemán Ernst Meckelburg sostienen esta hipótesis de puertas inducidas o bolsones de tiempo y espacio. Pasadizos a dimensiones desconocidas. Recordemos que tanto los matemáticos como los físicos reconocen hasta diez dimensiones. Reales o virtuales.
Lo extraño es que estas misteriosas puertas de tipo terrenal no son estables y se desplazan de un lugar a otro, diríamos ocasionalmente. Algo difícil de aceptar o conceptuar a pesar de lo atractivo de las conjeturas. Sin dejar de considerar ciertamente y en forma muy prioritaria los factores físico ambientales del lugar donde se producen los fenómenos.
Desgraciadamente, quien pudo aportar una información espectacular, me refiero a mi amigo Rigoberto, fue refractario absoluto a nuestra oferta. No conozco de otro sujeto que haya estado seis años fuera de nuestro mundo tridimensional. ¿Dónde estuvo? La pregunta martilla con ferocidad en nuestro intelecto .Nuestro afán de verdad se estrelló en los arrecifes de la fatalidad y no pudimos acercarnos a la resolución del misterio, a los murmullos extraterrenales, latidos del tiempo o tempestades de la vida.
Nuestro respeto irrestricto a los derechos humanos y dentro de ellos a la voluntad de una persona, nos impidió violentar esa negativa. Con ello sepultamos la opción que se presentó a nuestro alcance.