Hoy tuve que ir a una municipalidad "X" a pagar el permiso de circulación (la página, al igual que todas las weas callamperas estatales, no funcionaba)... cuando llego, me hacen pasar a una sala inmensa, con una buena distancia social, sillas individuales separadas por líneas, etc. 4 personas atendiendo a buena velocidad para ser las 10 am. Lo único penca, aparte de la página, es el hecho de que no había indicador de "número", por lo que en la puertita había una niña gris diciendo a cada persona que entraba: "es por orden de llegada
"
Entro, y lo primero que noto es que los grises (de todas las clases sociales, algunos obreros de la constru, y otros oficinistas, algunos abuelos y otros más jóvenes) estaban en un orden lógico de llegada, de arriba hacia abajo, derecha a izquierda... a lo que (de todas formas) pregunto "quién es el último?" y me señalan a un caballero que se parecía a Jajadue, obviamente chileno y bien, bien gris; era el último así que como imaginarán estaba lo más "abajo", hacia la derecha.
Me puse a su derecha, por lo que ahora yo era el último.. y cada vez que llegaba alguien gris, se sentaba a la derecha del que llegó antes, en un orden intuitivo y muy claro.
Hasta que llega una gorda pasada a arepa y raja, mira nuestro orden y se sienta en un lugar nada que ver (se sienta en una silla que estaba casi al principio, pero aislada de nuestro orden universal), no preguntó nada y luego de ella llega un gris preguntando: quién es el último? y yo le señalo el último gris que se había puesto en el orden que los grises habíamos decretado cual mente colmena.
La gorda instantáneamente se alteró y me dice "no señor, yo soy la última" y yo le digo "ah.. es que como te vi que llegaste y no preguntaste nada, ni quién era el último, asumí que no venías a hacer el trámite
", al final el chileno gris se puso instintivamente a su derecha, pero nos desordenó todo el cuento la guatona culeá, después de eso cada persona que llegó se puso en lugares aleatorios y la verdad lamento por los que estaban después que yo porque empezó a aparecer la típica mina de "no, si yo voy a preguntar algo nomás" para después quedarse con el puesto del que venía, o, en el mejor de los casos, causando cuellos de botella operacionales.
Cabe destacar que la guatona colorida y pasada a fritura, no le interesó saber quién era la persona que estaba antes que ella, pero cada vez que decían "siguiente", ella levantaba la mirada como "me toca a mi?
"... realmente me impresiona lo limítrofes que son estos weones.
Mi reflexión: en cualquier lado, siempre que te dicen "es por orden de llegada", uno automáticamente sabe que es deber cívico averiguar quién es el último para que 1: no te cague uno que llegue después, y 2: tú no cagarte a alguien que llegó antes que tu.
No es Europa, está claro, pero es un orden casi instantáneo y siempre que llega un caribeño limítrofe, desordenado, y al lote, caga ese orden.... Weon, hasta los flaites empatizan con ese orden.