Da un poco lo mismo, pero es mas o menos cierto que las abogadas tienden a darse color cuando en un cruce de ideas sienten que pierden terreno, y en ese momento la conversación se vuelve una laterísima retahíla de artículos, casuística, la opinión del profe no se qué, la obra del tratadista no se cuánto. Por eso no pololeo con colegas ni con ingenieras comerciales (otras más que se dan color), esas weonas necesitan al lado a un cuck que les diga que sí a todo.
Además son más fomes que la cresta para "innovar" en los placeres de la carne. Al ser tan cuadradas y tener la vida estructurada (carrera, licenciatura, postitulos, casarse con el pololo, su par de hijos, la casa en algun condominio, una SUV y viajar a Disney y Londres, en ese orden) sus experiencias sexuales no salen del pololito fomito que tuvieron en la facultad por años (compañero de ellas y que antes de ascender al estatus de pololo pasó meses friendzoneado y haciendole resúmenes de clase a la princesa reculiá), el colega perno y pasado a mierda que vive pegado al notebook, y uno que otro escarceo con un colega de altura por asunto de negocios (ahí estrenan buena lencería y son perrísimas en la cama, ver el post sobre sexo anal de una cipadrita que aun debe estar en tabla, explica mucho de eso).
ME gustaba mucho una mina que cuando la conocí le sugerí estudiar derecho, la rubiecita linda entró a estudiar, se tituló, sigue igual de rica pero ahora es una fome de mierda, sólo habla de pega, pega, copuchas de la Corte y pega.
