Son más de 4 millones de perros en Chile los que a diario eluden los pormenores de una vida nómade, buscando alimentos en la basura o un lugar donde cobijarse. La interrogante, radica en qué hacer con una población canina abandonada que crece sin control. En la Seremi de Salud Metropolitana, indicaron a
Emol que en 2011 registraron 31.513 casos de personas mordidas por perros sin dueño, los cuales sólo pueden retirar de la vía pública ante casos de rabia o brotes epidemiológicos. Los municipios, tampoco pueden exterminar a los canes por el mero hecho de vivir en las calles.
Se estima que cerca de un 70% de la población canina del país no es supervisada en su totalidad por un dueño. Esos perros o son vagabundos, o bien pertenecen a sectores donde reciben comida, pero carecen de un amo. La veterinaria de la Universidad de Chile, Alicia Valdés, afirma que una hembra de tamaño considerable puede parir hasta 15 perros dos veces al año. "El exterminio no es solución, ya que los sobrevivientes seguirán reproduciéndose", afirmó. Opinión similar posee el ecologista, Félix González. "El problema tiene su raíz en la costumbre arraigada de algunos de botar animales cuando sienten que sobran en su casa", sentenció.
Ambos, coinciden en que la solución se fundamenta en la información que deberían manejar las personas al momento de adquirir una mascota. Las jornadas de adopción y campañas de esterilización de hembras son parte de los procesos de concientización que realizan organizaciones y municipios. Al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) sólo le compete la regulación de las jaurías de perros, que no habitan en sectores urbanos y mantienen un comportamiento más rústico. Según sus registros, en 2005 un 30% de las crias de huemul de la Reserva Nacional Lago Cochrane murieron a causa de ataques de perros asilvestrados; y un 70% de los pudúes que fueron rehabilitadas en Temuco y Valdivia fueron mordidos por canes. Zorros, vicuñas, nutrias, gallinas y ovinos también son víctimas de los dichos ataques.
Albergues: ¿Un problema o una solución?
Muchas familias abandonan a sus mascotas cuando éstas dejan de ser cachorros. La doctora Valdés, es enfática al decir que "muchas personas ven en el albergue un espacio para deshacerse de un perro". Eso sí, afirma que son centros que permiten el acceso a la adopción. "Una buena iniciativa sería que los municipios a través de un carnet regularan la adopción o compra que realicen las personas tanto de gatos como de perros", puntualizó. Por último, Félix González aseguró que "las autoridades toman medidas cuando un perro muerde a un niño. Si hicieran un trabajo minucioso de la situación existente, el animal jamás hubiera nacido en la calle".
Clasificación de los perros de la calle
El médico veterinario de la Universidad de Chile, Luis Ibarra, realizó un estudio (2003 - 2004) donde clasificó a la población canina en cuatro grupos:
Perro supervisado: totalmente dependiente y restringido; es decir, aquel que permanece al interior de la vivienda y sale a la vía pública refrenado por una cadena.
Perro callejero: semi restringido; es decir, aquel animal que duerme y se alimenta en domicilio conocido, pero pasa gran parte del tiempo en la calle.
Perro de vecindario: semi dependiente, semi restringido o sin restricción; es decir, el animal comunitario.
Perro vagabundo: totalmente independiente, sin restricción.
