No sé si lo que voy a contar es la torta o la guinda. En cualquiera de los dos casos, parece increíble, pero es cierto. Los Piñera boys se andan pillando los dedos a cada rato con la misma puerta, lo que no es buen indicador de habilidad política. Se notan los nervios y la falta de kilometraje, pero sobre todo se nota la falta de autocrítica. Para tanto empresario exitoso, extraña el malísimo control de calidad.
De verdad es la última vez que me refiero al tema. Preferiría no hacerlo, pero ya que en este blog se destapó la olla, tengo que terminar la tarea.
Para el día de los inocentes, Piñera estrenó un nuevo vocero encargado de la defensa en el caso Harvard-gate. El elegido fue Nicolás Monckeberg, diputado de RN, cuyo currículum en la red del Congreso Nacional indica que tiene un Master en Ciencias Políticas en Harvard.
No vale, querid@ lector@, usted ya adivinó. Exactamente: el señor diputado Monckeberg está estirando la cuerda de la verdad, porque este caballero no se graduó de la Universidad de Harvard que todo el mundo conoce, sino de la filial de extensión, parte del programa de Educación Continua.
¿Cuál es la diferencia, preguntarán? En la Extension School no hay proceso de admisión: usted, básicamente, muestra la chequera y entra, son cursos abiertos a la comunidad.
Los cursos son buenos, hay gente muy capaz que ha salido de ahí a terminar sus doctorados en programas reconocidos, como el de la misma Harvard. Pero no es lo mismo tener un Master of Liberal Arts de la Escuela de Extensión de Harvard que uno de la Universidad de Harvard que todo el mundo conoce.
El diputado Monckeberg no debería despreciar su propio diploma, que tiene un lindo nombre en latín (Artium Liberalium Magister) y especificar que se trata de un grado académico de extensión, en lugar de atribuir su brillante formación a Harvard a secas.
Y Piñera debería elegir mejor a la gente que sale a defender sus credenciales académicas.
Mis fuentes son:
-De Harvard University, Steve Bradt, corroborado por Doug Gavin (Facultad de Artes y Ciencias y Escuela de Gobierno y Gestión JFK, respectivamente).
-De la Extension School, Linda Cross.
De verdad es la última vez que me refiero al tema. Preferiría no hacerlo, pero ya que en este blog se destapó la olla, tengo que terminar la tarea.
Para el día de los inocentes, Piñera estrenó un nuevo vocero encargado de la defensa en el caso Harvard-gate. El elegido fue Nicolás Monckeberg, diputado de RN, cuyo currículum en la red del Congreso Nacional indica que tiene un Master en Ciencias Políticas en Harvard.
No vale, querid@ lector@, usted ya adivinó. Exactamente: el señor diputado Monckeberg está estirando la cuerda de la verdad, porque este caballero no se graduó de la Universidad de Harvard que todo el mundo conoce, sino de la filial de extensión, parte del programa de Educación Continua.
¿Cuál es la diferencia, preguntarán? En la Extension School no hay proceso de admisión: usted, básicamente, muestra la chequera y entra, son cursos abiertos a la comunidad.
Los cursos son buenos, hay gente muy capaz que ha salido de ahí a terminar sus doctorados en programas reconocidos, como el de la misma Harvard. Pero no es lo mismo tener un Master of Liberal Arts de la Escuela de Extensión de Harvard que uno de la Universidad de Harvard que todo el mundo conoce.
El diputado Monckeberg no debería despreciar su propio diploma, que tiene un lindo nombre en latín (Artium Liberalium Magister) y especificar que se trata de un grado académico de extensión, en lugar de atribuir su brillante formación a Harvard a secas.
Y Piñera debería elegir mejor a la gente que sale a defender sus credenciales académicas.
Mis fuentes son:
-De Harvard University, Steve Bradt, corroborado por Doug Gavin (Facultad de Artes y Ciencias y Escuela de Gobierno y Gestión JFK, respectivamente).
-De la Extension School, Linda Cross.