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Desalojan venecos de plaza Brasil en Iquique

Amigo mio, te resumo en una sola imagen lo que esta pasando con los iquiqueños (y cómo la Derecha los están CEGANDO, CAGANDO encima):


Mongolo qliao, al reves al empresario le conviene la llegada masiva de inmigrantes por que eso baja los sueldos retrsado qliao, cuando hay una mayor cantidad de trabajadores y poca oferta de trabajo, los sueldos bajan, vuelvo a repetir el zurdo promedio es un aweonao que vive de panfletos, un soberano aweonao
 
Caribe 13 defendiendo a sus monos a esta hora en el matinal
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Periodista culiao casi llorando por que le duele ver los restos de la fogata, Soyero y la reconchadetumadre
 
queda claro que el sin bolas le tiene pánico a la ONU

Ahora tratará a los venecos de la mejor forma

Maduro llamando de vuelta a los venecos al paraíso comunista.

Ya que es tan bueno algunos apruebonados podrían aprovechar
 
Me parece pésima idea la marcha en Santiago, el odio debe seguir en el norte, ojalá quedara la cagá en Colchane, en Haitiago les van a mandar a los soyeros y primera línea a defender el honor de los monos, y probablemente el patriota va a estar en minoría y el movimiento lo van a mostrar aplacado y disminuido.
 
Mongolo qliao, al reves al empresario le conviene la llegada masiva de inmigrantes por que eso baja los sueldos retrsado qliao, cuando hay una mayor cantidad de trabajadores y poca oferta de trabajo, los sueldos bajan, vuelvo a repetir el zurdo promedio es un aweonao que vive de panfletos, un soberano aweonao

José Gabriel Palma, economista de izquierda, así lo explicaba el 2018:

Nuestro sistema económico es esencialmente rentista y depredador; vive de la apropiación fácil (e ilegítima) de las rentas de los recursos naturales, de las que generan la falta de competencia (concentración oligopólica), de las financieras y de las que emergen por poder pagar salarios mezquinos a una proporción importante de la población. Recordemos que, según el INE, la mitad de las personas ocupadas percibe ingresos menores a los $380 mil al mes, y eso en un país que se jacta (en forma delirante) de estar en el umbral del desarrollo…

¿Se puede revertir esta situación en el corto plazo?

A raíz de un simple fenómeno demográfico tuvimos hasta hace poco una oportunidad única de revertir eso por “fuerza de mercado”: las familias pobres tienen cada vez menos hijos, por lo que el crecimiento de la oferta de mano de obra barata declina rápidamente (lo que yo llamo “el verdadero bono demográfico”). Eso produjo una sobredemanda de ese tipo de mano de obra y una presión creciente al alza de los salarios más bajos y a un mejoramiento en las condiciones de trabajo.

¿Y cómo se podía enfrentar eso?

Frente a eso habían básicamente dos alternativas: subir productividad o abrir la inmigración. Lo primero, para poder pagar esos salarios en aumento; lo segundo, para que todo pudiese seguir igual. La primera, que caracterizó a los países desarrollados en una etapa similar del desarrollo, era pedir demasiado, pues requería incrementar la inversión, la absorción tecnológica, la diversificación económica, etcétera. Era una pasada de cambio dinamizador. La segunda, harto más fácil, le deba oxígeno a nuestro modelo rentista y así poder postergar al menos por una década el alza de los salarios y la caída de la desigualdad.

¿Qué medidas se pueden impulsar a nivel gubernamental para cambiar esta tendencia?

El gran flujo migratorio ya está aquí y hay que absorberlo de la mejor manera posible, tanto en lo humano como en lo económico, pero como muestra la encuesta Casen, ya comienza a caer el ingreso del trabajo de los deciles más bajos. La política migratoria, empujada inicialmente por el empresariado y el “segundo piso” de la Concertación, ya da sus frutos. Por eso, ahora la tarea de combatir la pobreza es muchísimo más compleja de lo que ya era. Lo mismo respecto a nuestra obscena desigualdad.

 
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