Claro y por tener un IDH alto se podría perfectamente hablar de un país desarrollado si nos guiamos solo por eso, lo que claramente es, a mi modo de ver, una equivocación.
Un país desarrollado debe tener un PIB grande en relación al resto de países del mundo y, además, tener un IDH alto.
Claro y por tener un IDH alto se podría perfectamente hablar de un país desarrollado si nos guiamos solo por eso, lo que claramente es, a mi modo de ver, una equivocación.
Un país desarrollado debe tener un PIB grande en relación al resto de países del mundo y, además, tener un IDH alto.
IDH CUBANO FAIL!
Para los cubanos que sabemos la realidad de la Isla y que tenemos la suerte de vivir en un país clasificado por la ONU detrás de
'la Cuba de Castro', este documento es una verdadera bofetada. No hay necesidad de haber ido a la universidad para darse cuenta que estamos ante un documento engaña bobos, preparado intencionalmente para beneficiar a una dictadura decrépita, sabiendo que será leído como si fuera verdad.
Como buen documento
"serio", el trabajo de la ONU es un
'ladrillo' de centenas de páginas, conteniendo gráficos, tablas y mucho texto, en el que sumergirse requiere una fuerte voluntad de pesquisa. El
"índice de desarrollo" de la ONU es una abstracción matemática, sustentada en índices diversos reportados por cada país, entre los que se destacan la expectativa de vida de sus habitantes, algunos índices educaciones (yo diría de instrucción, más que de educación) y el Producto Interno Bruto (PIB), que mide el total de riquezas generadas por los países anualmente en sus sistemas productivos y de servicios, del cual se obtiene el
"PIB per cápita", que es la riqueza media generada por cada ciudadano anualmente, índice importante para cualquier evaluación
"de desarrollo".
¡Sorpresa! el PIB per cápita de la Cuba
"desarrollada", así como el propio PIB total, no aparecen en el flamante documento, que sin rubor ni explicación de ningún tipo dejaron simplemente en blanco las tablas en lo que a Cuba respecta (página 243), por lo que inmediatamente surge una pregunta: ¿como puede clasificarse el desarrollo humano de un país del cual no se sabe su producción de riqueza, ni su media por habitante?; ¿de qué vive ese país, aparte del petróleo que recibe de gratis desde Venezuela?
Se sabe que Cuba tiene un sistema de medir su PIB diferente al resto del mundo. Siquiera la ONU acepta el mangoneo que el dictador ha inventado para inflar su PIB. Como en Cuba todo es estatal, resulta que cuando una imprenta del estado cubano, por ejemplo, imprime un libro para sus escuelas estatales, se reporta el valor equivalente que ese libro tendría en Estados Unidos, para computarlo como
"producido", ¡y en dólares! Nadie se traga ese embuste, solamente este informe de la ONU.
Para paliar un poco la afrenta que semejante engaño sobre Cuba la ONU hace a la comunidad internacional que representa, el documento, en su página 240, párrafo 7, encabezado por el texto
"PIB per cápita" en itálica, dice que algunos índices a veces faltan (lo cual es lógico) y que los autores los asumen con base en trabajos de investigación o en índices parecidos, pero agrega:
"A modo de ejemplo, en el caso de Cuba se formó un equipo técnico de expertos nacionales (el primer problema, técnicos nacionales, totalmente sometidos al régimen)
e internacionales que investigó diferentes metodologías (evidentemente, la de la dictadura en primer lugar)
para obtener un mejor cálculo de la PPA (PIB per cápita)". Y agrega como si nada:
"los resultados de esa gestión se verán reflejados en futuros informes". Inadmisible para un trabajo conclusivo. Es decir, uno de los índices más importantes (desde mi punto de vista personal, el más importante) no aparece en el documento; se crea una comisión mixta de
'técnicos' que no deciden nada (en el informe de la ONU, página 243, aparece en blanco el
"PIB per cápita" de Cuba) y tienen la desfachatez de decir por escrito que lo dirán
"en futuros informes".
Basado en ese índice (inexistente y que no se sabe cual es) porque nadie sabe como fue calculado, decidieron colocar a Cuba nada menos que en el lugar 52 --entre los más desarrollados-- por encima de México, Brasil y Colombia, que tienen sus índices bien a la vista de todos. Más oscuro no podía haber sido. ¡Un verdadero fraude inaceptable!
El PIB de todos los países incluidos en el estudio fue calculado en dólares. El cálculo fue hecho convirtiendo el PIB del país a dólares, usando la tasa de cambio media vigente ese año. De manera que el cálculo para Cuba no es muy difícil de hacer y seguramente la ONU lo hizo pero al Dictador no le gustó y por eso no lo publicaron.
Aún en el supuesto caso hipotético (favorable a la dictadura) de haber tomado el PIB falso que Cuba reporta mediante su conocido mecanismo de cálculo fraudulento --un PIB de aproximadamente 32,000 millones de pesos-- (que Cuba los reporta directamente como dólares). El PIB real en dólares se obtendría dividiendo este PIB en pesos entre la tasa media de cambio, de 25 pesos cubanos por dólar (el año pasado era un poco más alta) lo que da un PIB total de 1,280 millones de dólares.
Este PIB de 1,280 millones de dólares, dividido por los 11.2 millones de habitantes de la isla, arroja un PIB per cápita de algo más de 107 dólares por habitante, que coincide bien con la realidad de un país cuyo salario medio no llega a los 10 dólares por mes.
Estamos tratando de producción de bienes y servicios, por lo que se desprende de estos números que el país en cuestión no solamente no está entre
"los más desarrollados" sino que es miserable, como corresponde a un país con un magro racionamiento de comida, bebida, ropa y calzado; que carece de viviendas para su ciudadanos, donde nadie puede comprar un carro, una casa, un aparato de TV, una olla, un radio, etc.
La ONU argumenta que Cuba ofrece a su población servicios de salud y educación gratuitos, los cuales son importantes para el
"índice de desarrollo". Efectivamente, pero hablando del PIB, los costos estatales de estos servicios son mínimos, porque se paga a un maestro 12 dólares por mes, a un médico 15 o 20 dólares por mes y al resto del personal auxiliar miserables 6 a 8 dólares por mes. Por todo eso, el sistema productivo no sobrepasa el valor calculado antes de 107 dólares por mes, como valor medio entre los que trabajan. Un país que paga poco por el trabajo, no tiene como producir mucho.
Pero no es solamente este punto el importante. Pudiera argumentarse que, aunque el PIB de Cuba es realmente bajo y que el costo para el estado cubano de los servicios que ofrece es mínimo, los servicios efectivamente se prestan.
Es verdad, pero hay que tener en cuenta que esos servicios se prestan dentro de un ambiente de extrema carencia y falta absoluta de libertad, tanto ética y social como económica (hablamos de índices de desarrollo humano) donde el valor de los servicios es descontado previamente del salario de miseria que reciben.
¿Cómo pudiera pagar nadie en Cuba un servicio de salud, o de educación para sus hijos, ganando 10 dólares por mes? Es precisamente con salarios de miseria, en el cual ya está descontado de antemano el servicio de salud y educación
"gratis", sobrando de ese descuento previo el salario miserable y simbólico que reciben.
Adicionalmente a todo esto, en Cuba no hay mercado de ningún tipo, no hay posibilidades de disfrutar de vacaciones (los hoteles de turismo son sólo para extranjeros), no hay ropa a venta, ni comida, ni electrodomésticos no electro-electrónicos, ni carros, ni motos y un largo etcétera que haría interminable este análisis. Hay igualdad, pero en la pobreza, y el estudio de la ONU se concentra sólo en la igualdad sin analizar la libertad. ¿Puede haber verdadera igualdad en el desarrollo humano, sin haber libertad humana? ¿Se trata de un índice de desarrollo humano con la igualdad de la pobreza, sin libertad y sin comida?
El destacado director del Programa para la Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, que firma el documento y hace un pomposo prefacio, bien pudiera darse una vueltecita por la Habana
"de a pie" --no la de los dirigentazos que lo atendieron (si es que fue a La Habana)-- para percatarse de lo que aquí se expone.
En momentos que la ONU se desprestigia con el escándalo de corrupción asociado nada menos que a Sadam Hussein, publicar un documento de este tipo, apoyando sin ningún tipo de pudor ni recatos --como se ha visto, sin datos-- a otro dictador envilecido sin dar argumentos de ningún tipo en su texto, es mucho más que un error o una apreciación discutible,
¡es una verdadera vergüenza!