Quiero profundizar un poco más en el tema, y tratar de rescatar algo positivo de esta mierda que se formó
Creo que el poder, la fama y el reconocimiento son innegables ambiciones del hombre, y creo que hay un poco de cada uno en cada alma humana. En algunos seres, está en mayor presencia y por ello, es más densa y tiene un mayor lugar en el orden de tus preferencias y ambiciones. No tiene nada de malo porque es humano y es intrínseco al hombre, y es completamente válido dar a conocer tus ambiciones de fama, poder, etc etc etc.
El problema y la discordia nace cuando te enorgulleces y te jactas de algo que -en un principio- es una soberbia mierda, y aquí voy a citar a un antroniano que lo planteó inteligentemente:
"Tienes que aprender de la humildad de los grandes...". ¿Que pasa con los gigantes de nuestra historia, aquellos gigantes que dejaron una huella indeleble en el tiempo? Crees que da Vinci, Einstein, Karajan, ó un Bernstein (ó en un plano más cercano... los Pablos, las Gabrielas, los Mattas y los Arraus) fueron gigantes por nada? Todos tenían ambiciones, pero la supieron explayar en algo tan particular que hasta el día de hoy lo podemos apreciar como legado.
Aprender a ser humilde, pendejito de mierda. Cuando crezcas y seas grande, quizá lo entenderás.
P.S: Sabías que el gigante Einstein, durante toda su vida no utilizó un cinturón para afirmarse los pantalones? Lo hacía con una corbata malgastada, y lo hizo así durante toda su vida
P.S: No se caguen al cabro chico, no sean tan malos.