¿Subyugada al virreinato?, ¿en que se representaba esa subyugación?.... Porque el ideal inspirador de los Reyes Católicos, nunca se trato de subyugación de territorios ajenos, si no de integrar esos territorios a los valores y cultura propia española (por eso es que aquí tuvo gran trascendencia la cuestión de los justos titulos, algo que en la America Anglosajona ni se discutió).
No se puede negar que Chile es de herencia española, tanto en su idioma, cultura, instituciones, derecho, ascendencia, religión, etc, negar eso es negar lo que es Chile, pues Chile no nació por generación espontánea. Las regiones americanas, se podría decir que eran una extensión de España en territorio americano, ese era el concepto de "Imperio", muy distinto al de colonialismo que fue el que se masificó en el siglo XIX.-
Por ejemplo, vemos como ex-territorios británicos como Australia, Nueva Zelanda, etc, aún mantienen vínculos estrechos con la madre patria, Gran Bretaña, en muchos aspectos (la commonwealth)...e incluso, sus banderas tienen una imagen y alusión a la bandera británica, ¿eso acaso es una traición a lo que son ellos, son menos nacionalistas por hacer eso?...¿o acaso no sería una traición a sí mismos el negar ese pasado?.
Además, el concepto de nación está bastante prostituido, pues existe un concepto romántico de nación (pueblo de un determinado territorio que comparte una lengua, raza, idioma, cultura, religión, etc) y el concepto jacobino o liberal de nación (en donde la nacionalidad de una persona viene dada por la ley, según unas lineas imaginarias de un mapa). En America del Sur, en muchos casos lo que existió no fue más que una balcanización artificial, naciones jacobinas, fomentadas por Gran Bretaña y por la Masonería, tal como ya menciono Quantitate Signata.
Y Pedro de Valdivia fue el fundador y primer gobernador de Chile, ¿por qué no habría que darle ese reconocimiento?, los Carrera y Manuel Rodriguez, fijate que todos ellos si bien eran criollos, tenían un pasado bastante español, empezando por Jose Miguel Carrera cuyos dos padres eran peninsulares, tanto era su vinculación con España que Jose Miguel Carrera luchó por España en la Guerra de Independencia Española, ya que en el fondo, la diferencia que había entre españoles y criollos era bastante intrascendente.
En el colegio nos enseñaron un supuesto enfrentamiento entre criollos vs peninsulares, como si fueran dos entidades antagónicas, separadas por el lugar de nacimiento, lo que está lejos de la realidad histórica.
En realidad, las reformas borbónicas (que era las que habrían quitaron poder en America) tuvieron que ver con una centralización del Estado español, no con la de excluir a las personas en función de su lugar de origen. Los cargos políticos de la corona española dependían de mucho factores; vinculos familiares, lealtades, redes de poder, etc, el que fueran nacidos o no en America definitivamente no era el criterio.
Datos duros; Mark S. Burkholder y D.S. Chandler han demostrado, por ejemplo, que en la década de 1760 la mayoría de los cargos de las audiencias de México, Lima y Santiago de Chile estaban ocupados por españoles americanos (Burkholder y Chandler, 1977). Los mismo datos se pueden ver en los altos cargos del ejército.
El conflicto entre peninsulares vs criollos resulta aún más ridiculo si vemos la densidad poblacional de peninsulares en America, que en muchos casos no llegaba ni al 1%.
En conclusión, la aversión a España es algo propio de un comportamiento tipico progre, pro-leyenda negra, que odia todo lo que tenga relación con Europa particularmente España.
Tienes un cacao mental enorme.
La independencia de América Hispana tiene que ver un factor importante, tras la victoria definitiva de los ingleses sobre los franceses, a mediados del siglo XVIII, los esfuerzos de los imperios europeos cambiaron. Inglaterra se había quedado con toda o casi toda América del Norte, y sin otros gastos bélicos, tenían que hacer más eficiente a su imperio mismo. Los españoles veían como Francia había fracasado y ahora podía ser su turno, tenían entonces que centralizar la gestión y mejorar la eficiencia de su imperio también. Luego de siglos de autonomías de facto, cambios en la organización fueron ají en el culo para los criollos del norte y sur. Los primeros en rebelarse fueron los gringos, y luego estos apoyarían lo mismo para sus vecinos del sur y así ganarse aliados. Los criollos hispanos resistieron las nuevas reformas pero el comercio inglés siempre fue un elemento que promovía sentimientos separatistas o autonomistas, y al final, las guerras napoleónicas terminaron destruyendo al imperio español.
El factor central tras la independencia fue la economía mundial. Tener a España como metrópolis no servía, era más eficiente y rentable comerciar directamente con ingleses que con españoles. Luego, en plenas guerras de independencia los únicos interesados, realmente, eran los criollos. El pueblo llano poca idea tenía, y los mapuche estaban a favor de los españoles.
La identidad nacional en Chile, como en todos los países de este continente, fue un simple invento. Los criollos que luego tomaron los puestos principales del gobierno chileno independiente, se las idearon para que el 90% de la población que poco interesada estuvo en la independencia, cogiera y asimilara identidad nacional. Ya que durante la primera mitad del SXIX no existía tal identidad, un habitante de Santiago no tenía que sentirse más cercano a un habitante de La Serena, que a uno de Mendoza. O un mendocino con alguien de Buenos Aires. Tampoco se entendía como alguien de La Serena tenía que sentirse más cercano a alguien de Santiago que a alguien de Madrid o Tacna, Lima, etc.
¿Cómo lo hicieron los dirigentes para crear identidad nacional? Pues inventándose mitos nacionales. Que los españoles eran enemigos, que los chilenos son todos los que vivían dentro de unos límites territoriales por más que, en esos límites, los habitantes no tuvieran mucho que ver con los habitantes de la capital, que el ejército jamás vencido, que los mapuche jamás derrotados, todo eso repetido hasta el infinito en colegios, museos, libros, obras de arte, más las guerras con peruanos/bolivianos en dos ocasiones, llevaron a que se creara esa identidad.
La aversión a España siempre, pero siempre provino, en un inicio, de la derecha chilena, de la derecha liberal de mediados del siglo XIX, aquellos que como Lastarria, hablaban de España como sinónimo de lastre social y económico, mirando a Francia como modelo político, y a Inglaterra como modelo económico, aunque también había quienes miraban a Estados Unidos, todavía era un país en construcción y modernización en ese entonces así que no llamaba mucho la atención.
Durante más de siglo y medio, España y América Latina tuvieron poco contacto, pues luego de la independencia, los españoles entraron en un franco y acelerado declive, el cual ya se venía dando desde Westfalia, pero que se aceleró tras 1825 y cuyo máximo clímax se dio en 1898. Desde entonces, España se encerró en sus propios problemas, pero ojo, durante todo ese proceso, los que estaban más cerca de España, eran los partidos y colectivos de la izquierda radical, comunistas y anarquistas, al fin y al cabo miraban a España como un país similar, cercano, que a pesar de estar en Europa, era tan o más pobre que Chile en aquellos años, y que al encontrarse hasta el cuello con conflictos sangrientos, había que apoyar a su gente.
La derecha liberal seguía despreciando lo español. Mirando y mojándose con franceses e ingleses. La derecha extrema conservadora tenía un sentimiento diferente, pues en su visión el origen de la nación española estaba en los godos que llegaron de España, algo que se mantuvo hasta el día de hoy con Serrano quien llegaría a afirmar que el pueblo chileno era la mezcla de dos pueblos arios, el godo y el araucano.
Pero el fuerte sentimiento hacia españa, en Chile, era de aversión de parte de la derecha liberal. Y ese sentimiento se mantuvo desde 1825 hasta 1980 más o menos. Primero los liberales miraban a España como país atrasado. Luego, a mediados de ese siglo, lo vieron como enemigo y buscaron todas las artimañas para realizar una cruzada contra españoles en la década de 1860. Cuando EEUU se hizo con el poder mundial, destronando a franceses e ingleses, la derecha estuvo con Washington, y como Washington no comulgaba con paquito, la derecha chilena igualmente le seguía el cuento.
Con el fin del franquismo y la liberalización económico/social española, llegaron las inversiones, y desde entonces los liberales cambiaron el chip. Ahora España era sinónimo de progreso, desarrollo, democracia, derechos humanos y asdasdas... También desde entonces, para la izquierda España era sinónimo de neocolonización económica.
si de verdad se dicen nacionalistas o identitarios deberian idolatrar a los criollos como los carreras y manuel rodriguez.
Amanecer dorado en España lo invito a realizar una charla sobre Corea del Norte:
NEGRO problema al que los políticos traidores a la patria, progres hediondos a raja y los medios reqliaos intentan bajar el perfil como quien trata de tapar el sol con un dedo. En Santiago también 
