Lo que pasa es que el comic gringo y el manga tienen filosofías distintas.
La filosofía y la forma de vida que llevan los orientales está ligada a lo finito, el eterno sacrificio, tienen un culto y una tradición hacia ese espíritu guerrero que no busca la trascendencia material, sino la muerte, el constante cambio. Por eso hasta obras de larga duración como Dragon Ball, One Piece o Detective Conan se sabe que en algún punto llegarán a termino, por que son historias que no viven mas allá que sus autores, esto se ve incluso en lo celosos que son los mangakas con sus propias obras y como no les gustan que les metan mano. El manga es una obra de autor, lo que lo hace también mas cercano al lector.
La filosofía gringa es todo lo contrario, las editoriales buscan que sus personajes vivan para siempre, pero no por que haya una historia que contar. Se rechaza el cambio y la muerte y si esto se produce rápidamente se acude al reset para volver todo a la normalidad, es la cultura de lo desechable, nada tiene un real valor. Los autores originales murieron hace décadas y los autores actuales simplemente están de paso, esto produce obras mórbidas, de cantidad inabarcable y con personajes que no tienen metas ni objetivos claros, obras de difícil acceso y donde son pocas las historias que realmente trascienden. El comic gringo de superheroes mas que obras, son productos editoriales, lo que aleja al lector.
Estas diferencias quedan patentes en la fidelidad del consumidor, el lector que lee el manga, también se verá el anime y se verá la película, por otra parte el fan de Marvel o DC que va a al cine a ver Avengers o Wonder Woman no pesca los comic actuales ( la grapa ), los mas fanáticos buscan un par de etapas puntuales y sería. Las películas son un éxito, pero los comics van de la editorial a la repisa, al tarro de reciclaje.