el truco es al momento de lavarse los dientes, cepillarse la lengua tambien, ya que ahi se juntan bacterias.
La lengua, al contrario que los dientes, presenta una superficie rugosa llena de diminutas elevaciones y surcos que son el escondrijo perfecto para la acumulación y desarrollo de las bacterias. De hecho, la lengua acumula muchas más bacterias que los dientes. Estas bacterias pueden pasar fácilmente a los dientes y provocar daños y mal aliento. A menos que padezca alguna afección bucal como la gingivitis o el deterioro dental, las bacterias de la lengua son una de las causas principales del mal aliento.