Lo que más me molesta es que con una fracción de la subvención estatal a ese transporte de mierda se podría:
- Llenar de ciclovías muchas ciudades, incluyendo el nefasto Santiago
- Subvencionar en parte el transporte en otras zonas urbanas de Chile
- Subvencionar la compra de bicicletas para trabajadores que recorran menos de 10 km a su lugar de trabajo.
Y un sinfín de weás más. ¡Qué manera de malgastar recursos fiscales!
Una ciudad congestionada y este aweonao quiere meter ciclovías.