Entiendo la lógica del argumento para pedir esto cuando dicen que "las mujeres se hacen cargo de la unidad familiar y los hombres trabajan", luego, "la mujer trabaja pero no es remunerada".
Los problemas de esto son varios.
Primero, como muchos lo dicen, el costo de una medida es enorme, inalcanzables para Chile. Es imposible remunerar a todas las dueñas de casa con un sueldo digno (habría que definir "digno", pero sean 100, 200 o 500 mil pesos, igualmente es inalcanzable).
Lo que se suele olvidar es que vivimos en el siglo XXI, las familias hoy se organizan más como cooperativas que como "unidades patriarcales", es decir, no es que la mujer quede en la casa por obligación, sino por decisión de ambos individuos.
Lo cual parece sensato, si mantener una unidad familiar requiere un total de 8 horas diarias de trabajo remunerado + 12 horas de trabajo doméstico, mirándolo como si fuese una empresa ocurre lo mismo que cuando distribuimos el trabajo entre productivo y no-productivo. Una empresa que produce sillas tiene a sus trabajadores productivos que son los que invierten sus horas de trabajo fabricándolas, pero también necesita trabajadores improductivos que dan su soporte en otras áreas (por ejemplo aseo o marketing). La venta total se distribuye internamente según los acuerdos contractuales, pero no es que a los trabajadores que producen sillas se les pague por su trabajo productivo y a los otros también, no, se les paga a todos en función de lo que hicieron los trabajadores productivos, reconociendo que los improductivos (suena peyorativo pero no lo es), aportan con un trabajo que ano añade valor pero que es indispensable para que funcione correctamente el negocio.
En una familia pasa lo mismo. La dueña de casa no añade ningún valor, pero su trabajo es prioritario (hace la comida, el aseo o cuida a los niños), por lo tanto su remuneración no es otra cosa que una tajada del salario (ingreso total familiar) del marido que trabaja en el mercado. Remunerarla con un ingreso adicional sería saltarse las reglas objetivas de esta economía, algo como suponer que el trabajo no-productivo en una empresa tiene que ser pagado desde un ingreso diferente del trabajo remunerado. Es por tanto, irrealizable.
Aquí muchas veces los estudios aplican una lógica distorsionadora y nefasta a mi parecer, por ejemplo:
fundacionsol.cl
Por ejemplo, en este caso indican que la mujer realiza un total de 40 horas de trabajo "no remunerado" (doméstico), y el hombre "solo" 19 horas, agregado además que la mujer representa el 42% del total de las mujeres empleadas, conclusión, la mujer trabaja formalmente, y además realiza más del doble del trabajo "no remunerado", esto es, se sobreexplota.
Lo llamativo es el gráfico que ilustra la "carga total" de mujeres y hombres entre trabajo remunerado y doméstico: 60.5 para hombres y 73.8 para mujeres.
Sus datos no cuadran, y cualquiera lo puede revisar desde la fuente de datos que usaron:
www.ine.cl
El resumen lo pueden encontrar aquí:
Es que en la misma se indica que en promedio los hombres trabajan 5,74 al día y las mujeres 3,61, mientras que domésticamente el hombre desempeña 2,59 diarias y las mujeres 5,8 horas. Es decir, en total los hombres trabajan 58 horas y las mujeres 66. La diferencia real, en promedio, no es de 13 horas sino de 8. O sea, poco más de 1 hora al día.
El dato de la Fundación Sol se lo sacaron mezclando los aportes del INE a su propia conveniencia... luego nos hablan de ideologización.
Otro problema es que no desglosa correctamente, porque no podemos comparar a todos los hombres versus todas las mujeres. Con ausencia de otros datos, lo que debería compararse es a los hombres ocupados y desocupados y mujeres ocupadas, desocupadas e inactivas.
Y según lo que se presenta, el hecho es que los hombres ocupados trabajan a la semana 71 horas, mientras que los desocupados e inactivos trabajan 24 y 18 horas respectivamente. Las mujeres ocupadas desempeñan un total de 85 horas, 50 y 44 las desocupadas e inactivas.
Igual a muchos feministas y aliades les puede parecer inconcebible, pero habría que considerar y entender a qué se refieren con hombres ocupados, mujeres ocupadas, hombres y mujeres desocupados, y a la vez inactivos.
Hombres inactivos por regla general son hijos, pero mujeres inactivas son mayormente hijas y dueñas de casa.
Es decir, una dueña de casa trabaja en suma menos que un hombre ocupado.
El problema está en la mujer ocupada, y aquí mi impresión va de la mano con madres soletas o separadas.
Pero ese es el costo de ser madre, separarse y quedarse con la tuición del hijo. Le toca asumir con ello, trabajar y cuidar.
Obviamente hay casos de mujeres cuyas parejas no se responsabilizan de la bendición, pero la mayoría son mujeres que por decisión propia se quedaron con el hijo tras la separación. Todo mi respeto con las madres solteras, pero es lo que hay. Si no quieren trabajar tanto y el padre de sus hijos no tiene con qué aportar más, lo único que pueden hacer es entregarle a él la tuición.
Sin embargo, como norma general, el hombre que trabaja que es mayoría (75% de tasa de participación laboral), desempeña a la semana más horas que la dueña de casa (inactiva, cerca de un 50% del total de mujeres mayores de 15 años). O dicho de otro modo, el hombre ocupado y con familia, trabaja sus 8 horas al día, y además utiliza otras 3 horas en asuntos domésticos.
Y los estudios demuestran que ellas, las dueñas de casa, no solo se quedan con una parte del sueldo del marido para su propio uso, sino que además administran lo que le corresponde a su pareja como concepto de gasto doméstico. Del 100%, la minoría queda en el bolsillo del hombre.
Doble explotación... jaja.
