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Definitivo y unánime: Ex Ejecutivo es declarado inocente tras juicio por violación a sus tres hijas

Pero eso es lo mas macabro de todo esto. SI hubo abuso, SE PROBO que hubo penetracion anal con un objeto (segun lo que se dijo hoy durante la lectura del veredicto). Lo que NO se comprobo es que fue el padre que lo hizo.

SI ocurrio el abuso, ahora no se sabe quien fue :naster:

la mama? para inculpar al tipo?
 
Qué asco la gentuza de este país incapaz de pensar por sí misma, TODOS opinan de forma inducida por lo que les dice la mayoría o lo que creen de antemano.

Ahí tenís en Twitter a pobres hueones que, inducidos por el caso del hijo de Larraín, creen que acá también se aplica lo mismo (claro poh, ejecutivo del BC, muy poderoso e illuminati...(?)) y creen por dogma de fé que el hueón es culpable por seguir un lineamiento ideológico en contra del poder... que chucha! Cómo no poder tener la capacidad de analizar las cosas en su justa medida? Si igual es entrete tirar líneas conspiranoicas de vez en cuando pero es mucho ya.

Sinceramente me dan verguenza. La verdad judicial está ahí y punto.

Hay que parar esta huéa. Feminismo mercantil (si todo se reduce a dinero) de mierda nos destruirá a todos.


weona.jpg
:lol2:

Pero igual te encuentro razón, por ahí un pelota dijo que Orellana quedó libre porque es masón :retard: Si hubiera tanta conspiración y el tipo fuera masón-illuminati-skulls and bones-reptiliano-dealer de Salfate ni siquiera habría llegado a ser enjuiciado.

Realmente es empelotante como la gallada unineuronal se deja llevar por las pasiones y condenan socialmente a alguien sólo por "llevarle la contra al sishtema".

Patéticos.
 
Mi opinión y saben que soy incisivo con los pedoabusadores, creo que el tipo no
abusó de nadie, tiene cara de maleante, de depravado si, pero, no era culpable, pero a lo mejor otro familiar abusaba de las niñas... la mamá tiene cara de mala, me cae mal, ambos padres son una mierda de personas, asi que las niñas ya vienen con genes malos.. seria, fin del tema.
 
Si. El comentario va por tonteras que leí en Twitter de pijo-progres bacheletistas, lanas y troskos varios que opinan de todo porque tienen boca sin tener idea.


súmale a las feminazis que defienden su género solo "por ser mujeres" (aplican la lógica "uga uga: mujeres buenas, hombres malos!!!"), y a los quijotes que aborrecen la visión machista del país y que tiran frases lindas para la galucha femenina a ver si alguna les regala un pilvo en señal de agradecimiento :sisi:
 
En estos temas de abuso sexual es fácil que la gente juzgue a una persona al voleo, sin siquiera ver las pruebas que hay en su contra. En este último juicio se determinó que el ṕeritaje realizado por el SML no era concluyente que había lesiones en el ano de las niñas atribuible a un episodio de violación, ya que en el testimonio del perito no se dieron mayores detalles y menos se argumentó sobre los indicios que le hacían suponer la existencia de tal informe. Además el el juicio testificaron el médico de cabecera de las niñas y una ginecologa que descartaban que las lesiones que tenían las pequeñas eran causadas por una penetración. . Asimismo se determinó que el testimonio de las niñas y de su madre no era concluyente y habían ciertas contradicciones.

aquí está el falló leído hoy
http://poderjudicial.cl/noticias/File/ACTA DE DELIBERACION RIT 282-2012 2.pdf?opc_menu=&opc_item=
 
Lo unico que puedo opinar es que es una maraca culia
 
la mama? para inculpar al tipo?


No se sabe si fue ella, o la pareja que se dice que tiene antecendentes de pedofilia o Juanito de los Palotes, cosa que es super preocupante, por las niñas , que estan indefensas y el culpable, sea quien sea, LIBRE
 
No se sabe si fue ella, o la pareja que se dice que tiene antecendentes de pedofilia o Juanito de los Palotes, cosa que es super preocupante, por las niñas , que estan indefensas y el culpable, sea quien sea, LIBRE

Ojo, que según el fallo no queda claro si efectivamente hubo abuso. Hasta el momento esto no pasa mas allá de ser un invento de la madre.
 
Vieja maraca, qué rabia...
En todo caso, siempre tuve la tincada de que el tipo no era culpable :xd: no entiendo por qué algunos siguen creyendo lo contrario. Que lean el fallo y se informen.
 
No se sabe si fue ella, o la pareja que se dice que tiene antecendentes de pedofilia o Juanito de los Palotes, cosa que es super preocupante, por las niñas , que estan indefensas y el culpable, sea quien sea, LIBRE


Y dale. Si lo que fue desacreditado fue justamente el estudio que "comprueba" las lesiones. El tipo (que no era proctologo sino ginecologo), no se molesto en explicar las fotos, señalar las heridas en la foto, ni chequear sus "descubrimientos" con sus pares. Solo dijo que el estaba seguro que habian heridas producidas por penetracion con objeto contuso. Otros profesionales que vieron las fotos dijeron que no habia tales heridas, y lo que se apreciaba en las fotos era el interior de una cavidad rectal normal.
 
Ojo, que según el fallo no queda claro si efectivamente hubo abuso. Hasta el momento esto no pasa mas allá de ser un invento de la madre.


Uf, al menos queda el consuelo de que las niñas no pasaron por eso .:sm:
 
Por lo que escuche, el juez dijo que "con un objeto".

Mas arriba subieron el fallo y ahi debe salir esto. Yo no lo puedo ver porque no tengo office instalado :sm:

Si no me equivoco, hay dos ocasiones en que las examinaron. La primera un solo doc (estas son las pruebas que presento la mama) pero no hubo residuos biológicos y se dijo que había sido penetración con objetos y pene. Pero el modo en que las examinaron fue el mas simple de todos y menos eficaz. La segunda vez fue ordenado durante el juicio y ahí les hicieron un análisis exhaustivo (un equipo medico) y se encontraron lesiones en el ano pero no comprobables con una penetración.

Siempre fue extraño el caso, me da la impresión que no fue el papa, porque en el tiempo que se supone que violo a sus hijas REITERADAS VECES se comprobó que las niñas no se fueron con el mas que una noche y no pasaron todo el tiempo que la mama acusaba.
Aunque uno no puede ponerse de ningún lado, al final siempre va a quedar la duda de si fueron abusadas y de quien fue.

Pobres cabras niñas.. :sm:
 
de ningún lado, al final siempre va a quedar la duda de si fueron abusadas y de quien fue.

Pobres cabras niñas.. :sm:



Una vez una sicologa dijo que los niños al final, aunque no hayan sido abusados, si se le repite que si y que si, al final terminan creyendosela y termina siendo una verdad para ellos , que igual los afectara a futuro, aun asi no hayan sido tocados. :sm:
 
BULLYING Y ADVERTENCIAS PREVIAS
Yamile C. presentó una denuncia por abuso sexual de sus tres hijas, en contra de Enrique Orellana, ante el 4ª juzgado de familia, el 19 de agosto de 2010, cuando escuchó los primeros relatos de sus tres hijas, que indicaban una conducta a lo menos impropia por parte de su padre. Hasta ese momento, Yamile –psicopedagoga de profesión- estaba algo incrédula y según declaró en el juicio, “con Enrique teníamos una buena relación, era un buen marido y padre”.
Había transcurrido casi un año desde su separación. Fue el 23 de agosto de 2009 cuando el ejecutivo del Banco Central resolvió poner punto final a la relación, y se fue de la casa. “Quería estar con mi pareja, pero lo más duro fue separarme de mis hijas ya que sabía que al irme la relación con las niñas sería compleja ya que la madre de ellas no estaba habilitada para cuidarlas”, declaró en el juicio oral Orellana.
Inicialmente, arrendó un departamento en calle Catedral para vivir solo, donde según los antecedentes aportados por la fiscalía, llevó a sus hijas en cuatro oportunidades. Luego, se fue a vivir con su actual pareja a una casona antigua de calle Capuchinos, donde ella vivía con sus tres hijos; lugar al que Orellana llevó a sus hijas a lo menos en tres oportunidades.
Mucho antes del quiebre matrimonial, hubo señales de alerta a los padres, respecto a la posibilidad de que la mayor de sus hijas, S.O.C., pudiera estar siendo víctima de abuso sexual, por los síntomas que presentaba. En 2006, cuando la niña tenía seis años, fue derivada por especialistas de su colegio, Scuola
Italiana, a la consulta de la sicóloga infantojuvenil, Ximena Rojas por el sistemático maltrato y agresiones que sufría por parte de sus compañeros.

La niña presentaba un cuadro de ansiedad, sobrepeso y baja autoestima. La especialista reparó en un antecedente adicional: masturbación compulsiva. Según declaró en el juicio, trabajó con ella dos años (2006-2008) y en ese tiempo, la niña nunca refirió abuso sexual. Sin embargo, tras analizar los test y pruebas que le realizó, habló con la madre en una sesión donde no fue el padre: “Recuerdo haber conversado de otras posibilidades, como por ejemplo, alguien que estuviera tocando a S. en un contexto más familiar, pero solo quedó en una conversación nada más, ella no me dio nombres en especial”.
Enrique Orellana asistió regularmente a las primeras consultas, pero luego dejó de ir, según declaró la especialista. Orellana aseguró que la doctora Rojas siempre habló del bullying como causa basal de sus problemas y que nunca habló de abuso sexual. “Estas masturbaciones estaban asociadas al estrés en el colegio, en la casa no se producía por lo menos entre el 2006 y 2007, se nos decía que era un comportamiento normal a causa del estrés y nos decían que habláramos con ella para que no lo hiciera frente a la gente sino que lo hiciera cuando estuviera sola en su pieza”, declaró Orellana.
Dado el cuadro complejo que enfrentaba la mayor de sus hijas, los padres consultaron la opinión de la sicóloga Ximena Sepúlveda, especialista infantojuvenil de la Clínica Las Condes. En el juicio, declaró: “Alcanzamos un buen nivel de confianza, me hablaba del colegio y en general muchas cosas de su familia, nunca me dijo que el padre la estuviera abusando sexualmente. Yo no vi indicios de abuso sexual del padre u otra persona extraña ni de otro tipo de agresión física o psicológica, lo que dada su edad habría sido notorio. La masturbación en ella no me hizo sospechar y si bien al inicio lo exploré, no sospeché nada y si lo hubiera encontrado la habría derivado porque no soy experta”.
En 2008, los padres decidieron cambiar a su hija mayor al colegio Mariano, buscando alternativas al grave acoso escolar que estaba padeciendo la niña de 8 años. Sin embargo, el comportamiento de la menor no cambió demasiado en el nuevo escenario. “Tenía un problema emocional, era retraída, ansiosa, demostraba tristeza, comía compulsivamente, era gordita, lo que afectaba su autoestima, y nos llamó la atención desde el inicio que se masturbaba dentro de la sala, sobre la silla, y por eso sudaba mucho”, declaró la religiosa Paulina Rodríguez, directora del Colegio.
En 2009, con 9 años, S. fue acentuando su carácter retraído, bajó sus notas y siguió masturbándose. Según cuenta la profesora jefe de S. en ese entonces, la mamá de las niñas “estaba desbordada” por la separación de su marido. “Le comenté sobre lo de la masturbación compulsiva en varias ocasiones –agrega-, incluso le sugerimos que siguiera un tratamiento psicológico para S., ya que pensábamos que su conducta se debía a los problemas conyugales de ellos”.
Durante los once años de matrimonio, no hay registro de denuncias por violencia intrafamiliar. Sólo después de la separación, hay dos denuncias en la Fiscalía de Las Condes, uno de septiembre de 2009 y otro en abril de 2010. En la primera, denunció intento del padre de entrar al hogar con agresiones verbales; en la segunda, maltrato sicológico a su hija mayor tras una de las discusiones en las visitas. Ninguna de ellas se investigó, porque se consideró que no había delito. Hubo un intento de reconciliación entre ambos en diciembre del 2009, que finalmente no prosperó. En los primeros días de enero de 2010, Orellana se llevó a sus hijas a unas cabañas del Banco Central en la playa, junto a la abuela de las niñas. Su madre cuenta que al regreso, la segunda hija de 3 años “empezó a tener conductas raras, como hablar como guagua y hacerse pipí”, pero no observó otras conductas extrañas.
DIRECTORA DEL COLEGIO: “SOSPECHABA EL ABUSO”

El régimen de visitas se estableció en marzo de 2010: cada 15 días, comenzando el viernes a las 20 horas y regresando el domingo a las 19 horas. Según se reconstituyó en el juicio oral, hubo a lo menos siete fines de semana en que Enrique Orellana estuvo con sus hijas (tres de ellos figuran en constancias a Carabineros que dejó Yamile C.). Las primeras cuatro visitas ocurrieron en su departamento de Catedral, donde vivía solo. Luego, las llevó tres fines de semana a la casa de su nueva pareja. Estas siete fechas, sumadas al relato de las menores, fueron el argumento para que el tribunal afirmara en su fallo que el delito de violación se produjo en forma reiterada, durante un periodo de tiempo establecido posterior a la separación del matrimonio.
Yamile C. declaró que “S. llegaba callada y C. y P. muy violentas. En mayo empezaron las más chicas a hacerse pipí en la noche y hasta hoy es difícil hacerlas dormir; se pusieron agresivas y desordenadas, daban patadas. No entendía qué estaba pasando, llegaban agresivas y con pena; P. lloraba en su pieza, C. despertaba llorando y decía “¡no papá!” y lo mismo pasaba con S.”. Ella dijo que lo atribuyó al impacto por la separación. La mayor de las hijas discutió fuertemente con su padre –relatan testigos- y él la llevó de regreso a su casa en dos oportunidades. Las menores fueron con su papá en todas las fechas acordadas para las visitas.
Según el relato del padre en el juicio, las visitas ocurrieron dentro de total normalidad y él se relacionaba mucho por correo con sus hijas: “Un padre normal ve a sus hijos con normalidad y yo dependía de la voluntad de mi ex mujer, a veces me respondían los correos mis hijas y otras no. Con mi ex mujer no tenía relación, con S. las pocas veces que la veía me decía que quería estar sola conmigo y a las otras dos niñas me las llevaba cuando podía”.
Sin embargo, la situación experimentó un giro cuando citaron a la mamá de las tres niñas al colegio Mariano, el 17 de agosto de 2010. Yamile fue acompañada por su hermana. La religiosa Paulina Rodríguez, directora del colegio, le señaló que S. llegaba distinta después de las visitas durante los fines de semana y que decía no querer ver a su padre. “Le pregunté a la madre de las niñas si no le parecía raro esto y le dije que sospechaba que estaba siendo abusada. Cuando la madre escuchó esto se asombró y reaccionó incrédula”.
La religiosa Cristina De Mussy, profesora jefe de S. complementó en el juicio los dichos de la directora del colegio: “Los días lunes se masturbaba con más frecuencia que lo habitual, apreciación que compartían los demás profesores”. Y agregó: “Una vez me comentó que no quería ir a la casa de su padre y que él no la había dejado llamar a su mamá para el Día de la Madre; en otra ocasión me dijo que estaba bien porque no había visto al papá, ese día estaba alegre”. El papá le pidió una reunión a mediados de 2010, y hablaron de las conductas que estaba experimentando su hija en el colegio. “Le dije que la niña no estaba siguiendo el tratamiento psicológico por falta de dinero, pero el papá me dijo que le daba $1.600.000 a la familia, lo que no me cuadraba porque la madre de S. me decía que el marido le daba solo $700.000. Me pidió que le enviáramos información de su hija pero que no le dijera a la madre de esto”, declaró la religiosa. Tras la reunión, le comentó a la directora del colegio que estaba sorprendida porque Orellana “antes era muy seco y ahora muy preocupado de su hija, y le comenté que me parecía que podía ser un muy buen padre o un farsante, porque no me cuadraba esta doble realidad”.
Alarmada por la sugerencia del colegio, la madre de las tres niñas decidió llevarlas a una consulta. Primero las vio el pediatra que las atendía, Eduardo Wolf, de la Clínica Las Condes. El dijo que no podía hacer el examen específico que requería este caso y las derivó a una ginecóloga de la misma clínica, Paulina Merino. La especialista las examinó y luego recomendó a la madre que las llevara al Servicio Médico Legal, para un examen más específico.
Según cuenta la directora del Colegio Mariano, habló por teléfono con la doctora Merino tras la consulta: “Me confirmó que tenían signos de abuso sexual pero no sé si se refería a las tres niñas, a dos o solo a una, y me señaló que las había derivado al Servicio Médico Legal porque tenían signos de abuso”.
SML: “HUBO PENETRACIÓN ANAL”

En el Servicio Médico Legal, las atendió el médico Enrique Roncone, ginecoobstetra especializado en pericias forenses ginecológicas, particularmente en el área infantojuvenil. El examen consistió en un análisis visual previo y luego hizo una revisión de la zona genital y anal con la ayuda de un instrumental de última tecnología (calposcopio) que amplifica y fija con fotografías digitales la observación.
En el caso de la mayor de 10 años, Roncone concluyó “que no estaba desflorada, pero sus lesiones anales sugerían penetración reiterada con objeto contuso”. Sobre el peritaje de la segunda menor, de 6 años, “concluí que al momento del examen no estaba desflorada, pero las lesiones en el ano eran sugerentes de penetración anal reiterada con objeto contuso”. Con respecto a la menor de las niñas, que en 2010 tenía 3 años, “concluí que no estaba desflorada, y que, por las lesiones en el ano, era sugerente de penetración anal reiterada con elemento contuso”.
El médico consultó su diagnóstico con el entonces jefe de Sexología Forense: “Estuvo de acuerdo conmigo y no contradijo nada, por lo que no tengo dudas de que hubo penetración con objeto contuso”, concluyó.
El diagnóstico resultó lapidario. Ya no se trataba de abuso sexual, sino de violación. Para Yamile C., la noticia llegó como un mazazo.
UN CRUDO RELATO

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Las tres menores declararon en el juicio oral frente a los tres magistrados, pero en condiciones especiales por su edad. El relato es crudo y entrega otros elementos respecto de lo que sucedía durante las visitas quincenales a su padre, en particular, cuando iban a la casa de su nueva pareja, Jennifer.

S.O.C.: “Cuando esto pasaba en la casa, yo dormía en un sillón-cama en el living, ocurría cuando yo estaba despierta pero no podía moverme, yo le decía que no lo hiciera pero él no decía nada. Mis hermanas dormían con mi papá en su cama. Para mantener el secreto, mi papá me decía que si yo hablaba les haría daño a mi mamá y a mis hermanas, que a mi mamá la iba a matar y a mis hermanas le haría lo mismo que a mí y eso me daba miedo (…) Cuando mi papá se subía encima sentía un fuerte dolor en el ano y ese mismo dolor lo sentía desde antes que empezara a visitar a mi papá”.
P.O.C.: “Me pasaba algo que no me gustaba porque mi papá me pegaba con un palo en el potito y me dolía. Yo veía el palo pero no me acuerdo cómo era. Me dolía el potito pero no me acuerdo por qué y me dolía porque me pegaba fuerte. No me acuerdo cómo me pegaba. Mi papá me pegaba en su casa, durante la noche porque estaba oscuro, mientras yo estaba en mi cama y despierta”.
C.O.P.: “No me gustaba hacer nada con el papá porque era malo, nos hacía cosas malas, nos enterraba clavos en el poto y eso me dolía. Yo veía el clavo, era con una punta y esto pasaba de día (…) Cuando el papá me metía el clavo en el potito me dolía siempre, no siempre, lo hizo solo una vez y cuando nos íbamos a su casa”.
Durante la investigación judicial, la mayor de las hermanas había aportado otros detalles en su declaración frente a una oficial de la 48 Comisaría de la Familia de Carabineros: “La niña afirmó que su papá Enrique la tocaba a ella y sus hermanas cuando estaban en la casa de él, que la hacía dormir en un sofá-cama y a sus hermanas en la cama con él, y que al momento de acostarla, el padre le pasaba la mano por debajo del pijama y le tocaba el potito o le metía el dedo en el potito. Declaró que cuando era chica su papá la llevaba al baño y le echaba hipoglós en el poto y que le metía algo que ella no veía y que le decía que era un secreto entre ellos y que no debía contarle a su mamá. Y por último, señaló que su padre siempre la ponía de guatita”.
PERICIAS SICOLÓGICAS: “RELATO CREÍBLE Y VÁLIDO”

Después del examen sexológico que les practicaron a las tres menores en el SML, vinieron las pericias sicológicas. Así lo exige el protocolo en estos casos para determinar la credibilidad y validación de los relatos de las menores, y de ese modo, dar certezas al tribunal de que las menores no fueron influenciadas por terceros (inoculación). Marcela Concha, siquiatra forense del SML, abordó primero a la mayor S., con una serie de test y pruebas especializadas. “Al aplicar la pauta de credibilidad resultaba creíble y el análisis de su testimonio mostraba un relato válido”, declaró. En cuanto a indicadores de daño relacionado con abuso y maltrato, diagnosticó que “clínica y proyectivamente había indicadores de ello, como en la conducta erotizada de masturbación desde la época de lactante y síntomas ansiosos, como su dificultad para relacionarse con pares y crisis emocional”.
En el SML también la evaluó la sicóloga infantojuvenil especialista en maltrato y abuso sexual, Ximena Navarro. En su informe, destaca que respecto a la figura del padre, “si bien predomina lo negativo, la percepción es ambivalente o polarizada, es decir, se ha convertido en alguien malo, enfermo o loco que genera en ella ansiedades de muerte y rabia, pero además, lo ve como capaz de rehabilitarse; lo percibe con capacidad de ser lúdico y cariñoso, pero con necesidades afectivas que requieren ser satisfechas ahora”.
La especialista explicó que en los test aparecieron “indicadores de maltrato genéricamente entendido, y específicamente, por abuso sexual; hay que aclarar que no se hace una diferencia muy taxativa entre abuso sexual y maltrato, dada la complejidad del ser humano para reaccionar ante el maltrato”. Finalmente descartó manipulación en el testimonio de la menor: “S. no dibuja a la madre buena y al padre malo porque a ambos los ve con cosas buenas y malas y esto es síntoma de que no ha sido inoculada”.
La mayor de las hijas fue tratada por especialistas del CAVAS a partir de la judicialización del caso. La sicóloga María Salas observó conductas suicidas, una autoimagen negativa y mucha inseguridad. En el juicio, aportó antecedentes más detallados entregados por S.O.C durante la terapia: “Refirió que se sentía culpable por sus hermanas, ya que si hubiera hablado antes a lo mejor esto no se habría extendido en el tiempo ni habría ocurrido lo mismo a sus hermanas. Por eso está molesta con su papá, ya que le mintió porque le dijo que si no contaba, no les pasaría nada a sus hermanas, cosa que comprobó cuando su hermana develó”.
Otra de las sicólogas que trató a S.O.C., María Tornero, declaró en el juicio: “Mi percepción era que llegaba con estrés postraumático agudo, ansiosa, evitaba hablar de lo ocurrido, tenía ideación suicida, pensamientos intrusivos y preocupación en temáticas sexuales no esperables a su edad. Estos síntomas estuvieron presentes en forma aguda y crónica en el tiempo”.
CONDUCTA SEXUALIZADA EN LAS MENORES

A petición de la fiscalía, las dos niñas menores -P.O.C. y C.O.C.- también fueron evaluadas por personal especializado del CAVAS, en 2010, cuando tenían 4 y 3 años respectivamente. El tratamiento reparatorio siguió hasta 2012.
La sicóloga Ana Bouquillar evaluó a la segunda de las hijas del matrimonio, quien entonces tenía 4 años. Según describe en su relato, “el papá era malo, me pegaba con un palo en el poto. No vi el palo, me dolía. Cuando iba a su casa no me gustaba ir a verlo”. La especialista subrayó que la niña “relacionaba el vínculo afectivo con elementos de la sexualidad”, que no van acorde a su edad. “Estos signos de auto estimulación en la zona genital que se manifiestan al masturbarse en un contexto inadecuado, como es la sesión terapéutica, lo comienza como un juego y recuerda al padre cuando se le interrumpe. Enlaza un recuerdo del padre con una conducta sexualizada”. Y concluye que “la niña presenta indicadores compatibles con experiencia de agresión sexual asociados al padre”.
La más pequeña de las hijas Orellana C. fue diagnosticada por la sicóloga Carmen Escala Castro, cuando tenía 3 años y tres meses, en octubre de 2010. Los resultados fueron analizados por un equipo clínico compuesto por once profesionales, en reuniones semanales; y en una reunión ampliada de veinticuatro profesionales. “Concluimos que había indicadores psicológicos compatibles con agresión sexual asociados por la niña al padre –declaró la especialista-. Al referirse al agresor, menciona al padre, lo percibe como una figura omnipotente frente a la cual siente temor”. Y explicó: “Pude darme cuenta que no repetía lo que había escuchado sino lo que había vivido (…) El poco lenguaje no permite verbalizar la experiencia traumática, solo guarda la vivencia y la sensación. Ella relata que el padre le metió un clavo en el potito y siente dolor por esto, porque es lo que ella puede explicar”.
Etc, etc, etc.


:naster: Caso Qleao terrible WN :naster:

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http://ciperchile.cl/2013/05/02/las...-del-bc-por-violacion-reiterada-de-sus-hijas/
 
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