CRONICAS DE JACK BAUER 2.
DAÑOS COLATERALES.
Tercera Parte
De un total de población de 9.9 millones en el condado de Los Ángeles, un 48.7 por ciento son blancos, 9.8 son negros, 11.9 por ciento son de origen asiático y 44.6 son latinos, informó la oficina de censo, según datos estimados en 1990.
En la ciudad de West Hollywood (centro de Los Ángeles), donde más de un 86 por ciento de la población es de raza blanca, 8.8 es latina y 3.1 negra, la renta per cápita era de 38.302 dólares en 1995, con un 11 por ciento de la población por debajo de la línea de pobreza.
Los números son bien distintos en la ciudad de Compton (sur centro de Los Ángeles) donde un 56 por ciento de su población de más de 95 mil personas son de origen latino, un 40.3 por ciento son de raza negra y sólo un 16 por ciento son blancos. Allí la renta per cápita anual era de 10.389 en 1995, con un 28 por ciento de sus habitantes por debajo de la línea de la pobreza.
Recuerdo estas cifras, mientras nos adentramos con Henderson en uno de los peores barrios de L.A. “Compton” es conocido por su alta tasa de criminalidad, el abuso en el tráfico y consumo de drogas, junto con una cantidad de asesinatos diarios, que aumenta alarmantemente cada año.
Mi Celica se mueve lentamente, mientras grupos de Latinos y muchachos de color, se acercan amenazantes a mi vehiculo, miran a Chris, mueven su cabeza en señal de respeto y lo dejan pasar, en algunos momentos veo a muchachos muy jóvenes con automáticas en las manos, que se acercan rápidamente al vehículo, palpo mi arma, al instante recuerdo que las dejamos bajo llave en la oficina de Chris ¿Cómo podemos estar aquí, sin ningún arma?.. Un joven con tatuajes y cuerpo enjuto producto de la crónica adicción al crack, se para en frente al vehículo, freno lentamente y otro toma de mi pelo con fuerza, apoyando el cañon de su arma a mi cabeza.
- ¿Qué haces acá Guerito? ¿Se te perdió tu mamita gringo?
Henderson impávido, mira con una sonrisa irónica al chico que esta a punto de percutar el arma en mi cabeza, sin provocación alguna…Le habla en un dificultoso español:
-Estamos con los Quetzal chico, muévete si quieres conservar tu cabeza hermano.
El joven lo mira con asombro y corre atropelladamente junto con su amigo, miro a la derecha y desde la esquina se acercan unos tipos con una vistosa águila tatuada en sus espaldas:
-¡Papito Chris! Chingón hijo de perra, ¿Nos trajiste la Merca?
- Esta todo aquí cabrón.
- En la casa de Omar esta vez Chris y apúrate que estamos atrasados.
Manejo con la mayor tranquilidad posible, miro a Chris esperando alguna mirada cómplice que me de tranquilidad, pero él, frío como una roca, me ordena estacionarme al frente de un atiborrado edificio de departamentos, con mucha gente en la entrada, todos latinos y sólo algunos de ellos con el águila tatuada en la espalda, ellos son los que mandan, las armas en su mano dan cuenta de su superioridad.
-Bájate Jack y camina lentamente atrás de mi…Pásame las llaves.
Le paso las llaves y siento un poco de decepción, me cuesta pensar en que Chris pueda creer que escapare, estoy tenso, no por el lugar en que estamos, sino por no saber que hacemos aquí y como se relaciona esto con CTU.
-¡Hermanos Quetzal, les traje un nuevo regalito!…Muestra un paquete pequeño que saca desde su pantalón.
-¡Gringo hijo de perra!, te esperábamos hace 1 hora ¿Vienes con tu novia?..Chris me mira y se ríe a carcajadas, una sonrisa que me desagrada profundamente…
-Sí Carlitos es mi novia ¿Puedo subir?
-Claro Cabrón y trae tu noviecita.
En la entrada nos revisan, nos hacen subir al cuarto piso, todo el camino nos escoltan los Quetzal, sólo me apuntan a mi, a Chris lo tratan con confianza y bromean con él, paso por varias habitaciones que tienen sus puertas abiertas, la música tropical suena a todo volumen, en la primera habitación una pareja tiene sexo y ella grita excesivamente, mientras unos niños miran televisión en la misma pieza, al lado están llenando papelillos de clorhidrato y crack, en la siguiente unos tipos están comprando armas, automáticas pequeñas y rifles de asalto policial, me siento asqueado. Henderson sigue riendo no presta atención al patético paisaje, entramos a la última habitación, la más grande de todas, por un pasillo llegamos a la cocina, en la mesa principal están 4 tipos jugando Poker, me llama la atención el único hombre de color que he visto en el lugar, de gran contextura física, de casi dos metros de altura, al lado de él un latino delgado con una gran cicatriz desde su mentón hasta el ojo derecho, el tercer latino es bajo, pero con mayor musculatura que el resto, el cuarto es Carlos quien hablaba con Chris desde el Cuarto piso, es algo robusto, el único que esta con polera y por su actitud, es el jefe de los Quetzal.
-Chris hermano, me alegra verte, deja despejar el sitio para que nos muestres tu regalo…Retira bruscamente las cartas de poker de la mesa, bota las fichas y parte del dinero acumulado por los jugadores, lo único que se salva son las cervezas que rápidamente los compañeros de juego alcanzan a tomar.
-¡Muévanse a un lado mierda! Tenemos negocios con el gringo…Los tipos reclaman en spanglish, recogen sus cartas, se empujan por el dinero en el suelo, el latino de la cicatriz me mira y me invita a jugar poker, miro a Chris y me hace un ademán para que acepte la invitación…
Vamos a la habitación contigua, hay una pequeña mesa, una cama desecha, la ventana abierta y la puerta del baño cerrada, cubierta de graffitis, el aire esta pesado, mezcla de olor corporal, alcohol, droga y un olor nauseabundo que no logro descifrar, los latinos se ríen de mi cara de asco, se dicen algo que no entiendo.
Juegan confusamente y hacen mucha trampa, me dejo ganar y eso les produce más gracia, no bebo y sólo espero que el tiempo pase rápido, ¿En qué diablos estará Chris?
De repente siento un ruido sordo desde el baño, como un golpe de algo que cae pesadamente, bajo la puerta comienza a salir sangre…Me paro rápidamente y me toco el arma que no tengo, ¡Mierda! Por que vine desarmado.
-¡Siéntate Gringo cabrón! Me grita el hombre de la cicatriz, mientras saca su arma y abre la puerta del baño…Lo que veo es impresionante…Me late rápido el corazón…Estoy sudando…Miro a mi alrededor…Respiro con dificultad…El tipo de color y el otro latino bajito sacan sus armas…En el baño las paredes están salpicadas de sangre, la cortina del baño esta rasgada, una materia sanguinolenta cae por la orilla de la cortina, el resto envuelve un cuerpo desnudo, que se mueve lentamente, levanta su mano en señal de ayuda, de su muñeca cuelga una cuerda desatada, su boca esta con cinta adhesiva y de su cabeza sale sangre a borbotones, de una herida increíblemente grande y que por alguna razón extraña, aún lo mantiene vivo.
-¡OYE CARLITOS CABRÓN! El poli que despachaste aún esta vivo…
-Mierda José, no me molestes encárgate tu cabrón llorón.
Levanta su automática y le dispara a la mano que pide clemencia…Ríe mientras mira a sus compañeros…El hombre aún sigue vivo…le dispara a su pierna…los ojos del hombre ruegan, miro la cama desarmada y veo la ropa de civil del policía encubierto, un hilo de sangre va hacia la puerta del baño, a un lado de la cama veo una bandeja con varios cuchillos y alicates ensangrentados, este fue su lugar de tortura y recién ahora me doy cuenta de eso…El latino de la cicatriz apunta a la cabeza y le dispara dos tiros…¡Mierda! ¿Cómo pudo hacer eso? ¿Qué animal puede hacer una cosa tan cruel?
-¡Eres un animal! ¡Un enfermo!
-¿Qué te pasa gringo cabrón, eres una niña? Eso eres una mariquita, te vamos a tratar como tal…¡Quítenle los pantalones a la niñita! Vas a conocer a un hombre Guerita…
El hombre de color me toma por los brazos, rápidamente lo golpeo con mi cabeza en su nariz, se le quebró y le salta un choro de sangre, cae pesadamente hacia atrás…El hombre de la cicatriz busca su arma que había dejado a un lado, mientras se bajaba los pantalones…Lo golpeo en la entrepierna, en la cara, lo tomo por el brazo y lo lanzo por la ventana…El bajito musculoso me lanza una estocada en el estomago, la esquivo, le hago una llave, suelta el cuchillo, le tomo el cuello para quebrárselo, pero es muy grueso y firme, se encorva y caigo por encima de su espalda, me golpeo en la pared, me levanto rápidamente le doy una patada en el estomago y golpeo fuertemente sus orejas con mis palmas, cae al suelo de rodillas y lo noqueo, voy a buscar su arma y se me abalanza el hombre de color con su nariz sangrante y desviada por el golpe que le di, atravesamos la puerta y caemos en la cocina, cerca de donde Henderson y Carlos están sentados haciendo negocios, tomo el brazo derecho del negro y lo quiebro en dos partes, cuando trata de levantarse le quiebro la pierna derecha, mientras se queja busco rápidamente un arma para ponerme a resguardo…
Un cañon apunta mi sien, Carlos muy molesto mira a Chris.
- ¿A quién trajiste Gringo de mierda?
Miro a Chris, tiene una aguja en su mano y el brazo amarrado con una banda negra de hule, se pueden apreciar pequeños piquetes ensangrentados…Se suelta el elástico, se sube la manga de su camisa.
-No le dispares Carlos, espera.
Me mete la mano detrás del pantalón y saca una especie de billetera, que no recuerdo haber llevado conmigo…La abre, la mira con sorpresa y la tira encima de la mesa, donde probaban la heroína con Carlos…En ella reluce brillante una placa de detective del grupo antinarcóticos de L.A., una placa que nunca lleve conmigo. Henderson me mira inmutable y le habla a Carlos:
- Lo siento hermano, fui descuidado, es un maldito poli….MATALO…
Continuara…
ya me la estoy imaginando...
