La mujer ideal es la mujer que no dedica su vida al trabajo, sino que a su familia. Las mujeres se independizan trabajando para no depender de nadie, lo cual está bien. Pero eso conlleva sacrificios.
Si crees que una profesora o nutricionista aportará más solo por el hecho de ser eso, no eres más que un engrupido con falta de experiencia - lo cual NO es un pecado, nadie nace sabiendo, pero tampoco creas que te las sabes.
Plantéate el siguiente escenario simplista y cuestiona las proyecciones.
Hombre que trabaja. Mujer que trabaja. Independientes y que viven juntos. Proyecto de vida:
- ¿Juntar plata para la casa/parcela trabajando? Se sacrifica la formación de la familia y el asentamiento del núcleo familiar.
- ¿Viajar por el mundo cuando les den vacaciones? Placeres mundanos, hedonismo, no deja nada trascendente.
- ¿Ir envejeciendo a medida que trabajan? Se deja de lado la descendencia, ya que coharta el crecimiento de ambos. Muchas parejas deciden no tener hijos por esto.
¿Qué te queda? Envejecer y esperar a vencer a las probabilidades de que te caguen? que mientras más tiempo pase, serán mayores, y esto es un tema íntegramente numérico. Tu mujer está viviendo su vida laboral por su parte y tú la tuya, en tiempos que les consumen gran parte de sus vidas. Ese alto porcentaje de ausencia mutua, genera disturbios a nivel emocional tarde o temprano, y dependiendo de la agudeza mental, perspicacia y capacidad de desenvolverse puede decantar en situaciones dañinas para la pareja. Acá me pasé a un tema más complejo así que no me seguiré explayando.
Antiguamente los roles estaban más definidos, hoy no, y eso hace que se vuelva difícil mantener un equilibrio sano en cuanto al crecimiento como pareja. Mantener relaciones a corto plazo será fácil. Quizá a mediano también. Y puede que a largo no te sea tan difícil con una mujer más complaciente. Pero el hecho de que ella se dedique a tiempo completo al trabajo hará que te cuestiones acerca de la familia, que antiguamente era poco menos que sagrada. Las parejas contemporáneas ya no tienen interés.
Para evaluar bien a una mujer para pareja definitiva debe pasar por muchos filtros. Es un proceso laborioso y muy selectivo, que si bien te aumenta las probabilidades de ser feliz y sentirte realizado a largo plazo (el objetivo), tampoco garantiza que vaya a resultar, incluso en mujeres que, en el caso ideal, cumplan con absolutamente todo lo que una mujer debe ser, porque pueden cambiar de la noche a la mañana (así como también nosotros los hombres). SIEMPRE existirá el factor suerte, aquel que nunca se ha podido ni se podrá controlar.
Por otro lado, estás contra el tiempo. La mujer, desde los 25 años, ya va en decadencia. Ya pasó su mejor momento. Para ella igual esto las presiona, porque imagínate, una treintona debe competir con mujeres de +23 súper ricas, jóvenes y fértiles. Ese también es otro tema que no ahondaré.