En la ficción siempre se logra mas afinidad con un personaje que es "un random", por que nosotros los espectadores somos weones random.
Si Luffy tiene distintas cualidad propias de él y se lo cambias a que de alguna forma estas cualidades vienen predispuestas por medio de una relación sanguínea, cagas la onda.
Ejemplo:
-Sanji ha derrotado a todos sus adversarios en base a sufrimiento y esfuerzo.
-Sanji ha construido su propio camino en base a sufrimiento, esfuerzo
y a tener un esqueleto cyborg dentro de su cuerpo sumado a un ADN de Superman modificado artificialmente por su padre, parte de un linaje de hombres mega poderosos.
La parte subrayada aporta en algo al personaje?, en el mejor de los casos es una wea redundante, independiente de que Sanji haya forjado su carácter al margen de su familia, su ADN diseñado eclipsa cualquier esfuerzo personal.
Es el síndrome de las "Midiclorias" de Star Wars.
El "
Cualquiera puede ser un Jedi" o "
Cualquiera puede ser el Rey Pirata" se convierte en "
No tienes las Midiclorias?", "
No tienes la D en el nombre ni comiste una fruta del diablo rotísima?", cagaste.
Pero la voluntad siempre fue una wea abstracta, onda "la voluntad" de Shanks para inspirar a Luffy, la voluntad del Doctor para inspirar a Chopper, etc... cuando pasas ese concepto místico, el relevo de una meta colectiva, casi espiritual a una wea física netamente sanguínea, pierde el encanto.
Lo mismo con el linaje "D". Había un gigante que llevaba la "D", por lo que se intuye que es un elemento simbólico transversal entre las especies, más que algo propio de una familia concreta en especifico.