No se si competitivo sea la palabra que me defina en lo que a mi trabajo respecta. Pero si trato de aplicar la mejora constante o el Kaizen en mi metodología de trabajo.
Onda desde planificar mi trabajo, ejecutarlo de modo que me demore lo justo para poder hacerlo de manera óptima.
No es pretender demorarme nada en lo que hago o "hacerla cortita". Sino lo justo para que todo quede hecho de manera correcta y que los clientes no anden jodiendo después.
No trato de competir con los demás, porque este rubro es chico, y casi todos nos conocemos.
Por lo tanto trato de hacer mi pega bien no más sin hablar mal del resto. Porque la mayoría trabaja como la mona. Pero a los clientes jamás les digo eso.
Aparte que es mejor evitar andar con cahuines. Sería malo que luego a los otros colegas les contaran que uno dijo tal o cual cosa de ellos.... Creo innecesario caer en eso.
Sólo me ven trabajar y ven el resultado y ahí entienden por qué cobro más caro por mi trabajo.
Eso con los años me ha traído muchas pequeñas victorias personales que me regocijan el alma. Por eso trato que mi trabajo sea el que hable y con eso los clientes mismos comparan entre el trabajo hecho por otros antes y el mío. La mayoría me empieza a preferir pese a que no busco cobrar barato.
No es por ser autoreferente ni tirarme flores. Pero creo que hago mejor mi trabajo porque me gusta lo que hago. Esa es la diferencia con el resto, que esto lo ven sólo como un modo de ganar unas lucas para vivir. Peor otros lo hacen para pegarse la salvá y luego mandan todo a la chucha.
Y ojo que simpático nunca he sido. Salamero tampoco. Soy más bien seco en el trato. De hecho mi padre varias veces me dijo que si no cambiaba eso, no me casaría nunca y no remojaría el cochayuyo
Ahí se equivocó. La he remojado harto y estoy casado, pese a no poseer el don de la palabra ni ser simpático ni bonito.
En otras palabras... mi trabajo se sustenta en ser responsable, ser franco y hacer la pega bien.
Ser responsable, para cumplir con lo ofrecido.
Ser franco, para rayar la cancha y limitar las espectativas del cliente (aveces quieren cosas ridículas e imposibles desde el punto de vista técnico). Tambien la franqueza me ha servido para decirle que no a ciertos clientes que no quiero atender (o son un cacho o son muy reclamones o que quieren exclusividad o que viven a la conchasumadre).
Hacer la pega bien, creo que no es necesario ahondar en aquello.