Desafortunadamente, el cine chileno si bien ha progresado sigue pareciendo muchas veces a un muchacho espinilludo de 14 años:
1.- Se vuelve loco por un par de tetas y culos.
2.- Suele hablar unicamente de sexo
3.- Si es que habla de sexo es en tono de chacota o broma
4.- Si habla en serio no se le entiende un carajo
5.- Generalmente se siente cool por ser fracasado.
A eso se reduce un importante catalogo de films en el ultimo tiempo, personajes fracasados y un tratamiento del sexo casi a nivel colegial-retardado.
Hay excepciones gracias a dios.