Que buenos eran esos sueños. La primera vez que tuve un sueño lúdico estaba chico. Soñaba la típica escena de un monstruo persiguiéndome por todo el colegio. De repente y de la nada me llegó el pensamiento de que solo era un sueño, que el monstruo no era real e inmediatamente después el monstruo se quedaba inmóvil. Luego pensé que si era un sueño entonces podía volar, así que lo intenté y logré hacerlo. Luego cuando ya estaba más grande y me daba cuenta que estaba soñando, volvía a volar e incluso jugaba a ser Superman: tiraba rayos por los ojos
. Ahora ya mayor no he vuelto a tener sueños lúcidos.