Sí, pero no. Puede decirse, como en el caso del pedófilo que señalas, que el acto puede ser un indicio o una señal de determinada orientación sexual, porque como bien dices, es el acto y su trasfondo lo que da sentido a la denominación. Por lo tanto, si el trasfondo del acto es una relación heterosexual, el acto sería propio de la heterosexualidad.
Epa epa! Claramente dije en el post anterior que el hecho de que los actores se consideren a si mismos como heteros, no tiene por qué el acto que realicen ser propio de la heterosexualidad, de hecho, la estimulación del punto P es algo propio de la homosexualidad que, culturalmente, está pasando la frontera hacia parejas que se ven a si mismas como heteros pero que quizás esten descubriendo "nuevos gustos" más allá de la heterosexualidad.
Al igual que en mi ejemplo del muñeco, la estimulación del punto p "puede ser un indicio o una señal de determinada orientación sexual" bisexual u homosexual, que no tiene nada de terrible recordemos que culturas antiguas eran muy diversas tanto en las formas de familia como en el ámbito de la sexualidad.
Así, si una lesbiana se masturba penetrándose no significa que sea heterosexual, pues el trasfondo del acto podría ser una excitación provocada por el deseo de ser estimulada sexualmente por otra mujer.
Esto es lo mismo que sostengo yo: el contexto es lo que determina la orientación sexual del acto.
La masturbación masculina en honor a la fémina de turno es heterosexual aun cuando para ello haya que agarrarse el arrollao de venas.
Las masturbación femenina en honor a la fémina de turno es homosexual aun cuando se use un pene de plástico para ello.
Así, siguiendo esta lógica, ¿la estimulación del punto p en honor a qué se realiza? ¿Imaginándote a semenya penetrandote? Eso es lo discutible: el contexto que hace de trasfondo del asunto, lo que realmente determina la orientación sexual del acto.
Eso implica que la denominación "homosexual" o "heterosexual" de un acto no está determinada según si este acto es más común entre homosexuales o heterosexuales. La denominación sólo puede aplicarse si el acto es entre dos personas del mismo o distinto sexo, o es producto de un deseo por una persona del mismo o distinto sexo.
¿Tendría sentido denominar como conducta heterosexual, bajo este criterio de oposición de sexos, el acto de una mujer penetrando a un hombre con un arrollao de venas plástico?
¿Tendría sentido denominar como conducta heterosexual, bajo este criterio del deseo en oposición de sexos, la sensación de deseo del hombre de querer ser penetrado por su mujer?
Lo duro. Esto porque en ambos casos es solo una emulación de la penetración real. Si la práctica persiste, naturalmente se querrá ir más allá de eso, es decir, la homosexualidad/bisexualidad en potencia se transfigurará en homosexualidad/bisexualidad de hecho.
¿Y? ¿Esto qué tiene de terrible? Probablemente el descubrir que la gran mayoría de los seres humanos son bisexuales hasta sería beneficioso para el movimiento de liberación homosexual, erradicando la hipocresía y con ella terminando la discriminación a la que da sustento.
Por eso hablaba antes de que el acto puede ser "indicio o señal" de cierta orientación sexual: porque el acto en sí sólo puede llamarse homosexual o heterosexual propiamente tal cuando se produce entre dos personas del mismo o distinto sexo o cuando su trasfondo es el deseo homosexual o heterosexual.
Bajo ese criterio el robo de un dulce por parte de un niño no sería un acto propiamente de un ladrón, pues se trata solo de un niño.
En realidad es al revés: el acto ES un acto propio de ladrones igual. Aun cuando el niño haya practicado un comportamiento de ladrón, no podemos decir que lo es pero, si que es un "indicio o señal" y en eso siempre he estado de acuerdo, es lo que he sostenido desde el principio.
"Demasiado forzado"...
Tú inventaste que los órganos del cuerpo son heterosexuales para poder sustentar tu posición...
Dije claramente que la sensorialidad heterosexual responde a estimulos heterosexuales que, en el caso particular del hombre, reuní en torno a un solo concepto:
el escenario de la penetración de la mujer.
La sensorialidad de homosexuales es diferente lo dije, por tanto concluyo que entendiste mal lo que leiste.
No es cierto. Como bien señalas, los genitales cumplen una función reproductiva, pero podemos usarlos como queramos. Pero esto no significa que para estimularlos debemos simular una penetración. Te lo muestro gráficamente:
Obviamente, es una mujer masturbándose. ¿Dónde ves tú simulación de la penetración fálica? ¡Ni siquiera hay penetración! ¿Por qué no hay penetración? Porque no es relevante que haya o no penetración, lo importante es que haya estimulación sexual física.
Esa imagen ES precisamente parte del escenario de la penetración. Y de paso aprovecho de mencionar acá la función del clítoris que no está ahí porque si sino para preparar la consumación del acto.
Eso no tiene por qué ser así. No hay nada en el acto mismo de la penetración que implique una disposición a excitarse con personas del mismo sexo (en el caso de ser hombre) o de distinto sexo (en el caso de las mujeres). Por eso las lesbianas disfrutan penetrándose y siguen siendo lesbianas.
La emulación con los dedos de la penetración real siempre se quedará "corta". Aquel que le tome el gustito al "punto G masculino" tenderá naturalmente a querer maximizar su placer probando un mansonegro de plástico y... después quizá con uno de verdad... todo depende de lo "openmind" que sea y... ¿Qué tiene de terrible si es así? Quizá en el futuro la sexualidad estará tan "bisexualizada" que ya ni la distinción entre homo y hetero tendrá sentido pero... eso aun no ocurre, la distinción todavía es necesaria.
Respecto a las lesbianas, pienso que el uso de este tipo de juguetes es un claro indicio de bisexualidad.
Ahora, lo que sí admito es que, dado el contexto cultural en el que estamos donde la sexualidad está categorizada en torno a orientaciones sexuales y donde estás orientaciones sexuales están vinculadas a determinadas acciones y todo esto está ligado con determinadas valoraciones sociales (por ejemplo, que no está bien visto que el hombre heterosexual tenga sexo anal), sí es probable que quien esté dispuesto a probar estas prácticas sea homosexual.
Es que es la dialéctica normal de la práctica: queriendo maximizar el placer se busca lo más real posible a la penetración, no se quedan solo en la emulación con los dedos.